AMÉRICAS

Perú y la esterilización forzada en la década de 1990

Fujimori justificó el programa con la premisa de que una tasa de natalidad más baja reduciría la pobreza

Perú y la esterilización forzada en la década de 1990

Read in English: Peru and the forced sterilization in the 1990’s

En Perú, durante la presidencia de Alberto Fujimori, se esterilizaron a 272,000 mujeres y a 22,004 hombres entre 1996 y 2000 como parte del Programa Nacional de Salud Reproductiva y Planificación Familiar. La mayoría de los hombres y mujeres eran indígenas pobres y vivían en áreas rurales. El supuesto objetivo del programa era erradicar la pobreza a través de tasas de natalidad más bajas, pero a lo largo de los años ha surgido evidencia de que era coercitivo y violaba flagrantemente los derechos reproductivos.

Más de 2,000 mujeres han testificado que los médicos practicaron los procedimientos en contra de su voluntad. En muchos casos, las mujeres no hablaban suficiente español para entender lo que estaban consintiendo y, en algunos casos, los proveedores ni siquiera hicieron los trámites para obtener el consentimiento informado. Los que firmaron los formularios de consentimiento en español eran analfabetos y hablaban solo el idioma quechua indígena, dicen grupos de derechos humanos.

Algunas mujeres han compartido historias de proveedores de salud que les ofrecían dinero para someterse al procedimiento o los intimidaban con amenazas o violencia. Algunas mujeres murieron debido a complicaciones y otras mujeres todavía sufren complicaciones graves de salud hoy o problemas psicológicos. Se sabe que al menos 18 mujeres murieron como resultado directo del procedimiento. Miles más han sufrido complicaciones de salud de por vida como resultado de operaciones fallidas y condiciones insalubres.

Las víctimas de la esterilización forzada se han presentado cada vez más para compartir sus angustiosas historias, demostrando que la práctica era una política estatal generalizada y sistemática, no una cuestión de incidentes aislados.

Las investigaciones sobre las esterilizaciones se han abierto varias veces desde 2003, pero cada una de ellas ha sido rechazada por los tribunales, que decidieron que las esterilizaciones no se llevaban a cabo bajo la política oficial del Estado o se llevaban a cabo de manera sistemática.

La Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas de Perú, ONAMIAP, presentó un informe con evidencia de los crímenes a las Naciones Unidas. “Para nosotros, mujeres indígenas, que hemos estado buscando justicia y reparación durante 21 años, ha sido muy importante presentar este caso y hacerlo visible”, dice el presidente de la organización, Ketty Marcelo López.

“Queremos que todo el mundo sepa que hubo un presidente que quería extinguir a los pueblos indígenas del Perú”, dijo, “porque este programa se llevó a cabo principalmente en las comunidades indígenas andinas y amazónicas”.

La lucha para buscar justicia comenzó con el caso de Mamerita Mestanza, de 33 años, una mujer indígena que murió a raíz de una ligadura de trompas que no aceptó en 1998. Tres años más tarde, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos otorgó un acuerdo a su familia, abriendo la puerta a otros casos. El gobierno no ha emitido una disculpa oficial u ofrecido reparaciones a las víctimas.

Las mujeres indígenas en comunidades aisladas han sido marginadas desde hace mucho tiempo por su origen étnico, su género y su ubicación, y esa marginación podría ayudar a facilitar e incluso legitimar la forma en que fueron tratadas por el programa de esterilización.

La esterilización forzada de cientos de miles de mujeres indígenas es sin duda un crimen de lesa humanidad tan grande como otros por los cuales Fujimori fue juzgado en el pasado. Poner fin a la impunidad por esta violación es esencial no solo para restaurar la democracia en el Perú, sino para confirmar que los derechos de la mujer son realmente derechos humanos en un país donde las violaciones contra los derechos humanos han sido constantes desde 1990.

 

 

Latin American Post | Carlos Gómez Avella

Copy edited by Susana Cicchetto

 

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