ANÁLISIS

Colombia 4.0: una apología a la rebeldía

Se avecina la revolución tecnológica en Latinoamérica

Colombia 4.0: una apología a la rebeldía

Hoy más que nunca el Gobierno Nacional de Colombia necesita de sus jóvenes. Inadvertidamente, la fuente tradicional de riquezas en el país dejó de ser rentable y las esperanzas de generaciones enteras de llevar una vida tranquila no recaerá más en la extracción ciega y mecánica de crudo, sino en la fe de la creatividad y el talento de los hijos de la constitución del 91.

Los futuros líderes del país no serán determinados por el apellido o la estirpe económica, sino por la capacidad de hacer patria mediante el servicio a la vanguardia de la técnica.

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Colombia 4.0 deja en el aire nombres como Rafael Vides, oriundo de Apartadó quien creó un dron que identifica y destruye minas antipersonales. Al presentarse su idea frente a una audiencia registrada de 34,000 personas hubo un silencio sepulcral. No porque la idea fuese controversial, todo lo contrario. El consenso era tan claro que la audiencia perdió el habla. Rafael Vides estaba, efectivamente, cambiando el país.

David Luna, el ministro de Telecomunicaciones, hizo saber que el PIB de la tecnología en Colombia equivale al 3.6% del total del país, mientras que el 1.7% se ubica en Bogotá. Esta referencia no es tan alentadora como lo es una referencia al camino por recorrer y sobre un concepto que quedó claro: vivimos en la calma antes de la tormenta.

Colombia 4.0 es un evento que con seguridad tomará fuerza en próximos años pues responde a la necesidad de una generación que mira al futuro con esperanza y que necesita conocerse a sí misma, necesita conocer a sus pares para aprender de ellos, competir y nutrirse de ideas para ser mejores cada día.

Quizás lo mejor de la primera jornada de Colombia 4.0 fue la asistencia de Nolan Bushnell, gestor principal de Atari y comandante de las líneas de la innovación en los videojuegos desde sus primeros días hasta hoy. Su intervención fue una apología a la rebeldía, la cual no es difícil de encontrar en Bogotá, la indiscutida capital tecnológica de Colombia.

El evento dejó entrever el potencial de la industria tecnológica colombiana, que, si bien existe, se encuentra en su etapa temprana de adopción. Es reconfortante ver que la vieja estructura de poder colombiana está abriendo los ojos a la realidad del país y está permitiendo a una nueva generación tomar el micrófono e iniciar un show que no acabará en los siguientes 200 años.

La tecnología es la pauta del futuro de Colombia.

  

 

Latin American Post | David Eduardo Rodríguez Acevedo

Copy edited by Susana Cicchetto

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