ANÁLISIS

Consecuencias de la crisis política de Cataluña

Desde el 1-O, se ha presentado la migración de más de 3.200 compañías, un descenso en su actividad turística y un consecuente aumento de desempleo

Consecuencias de la crisis política de Cataluña

La economía de España está en peligro de verse fuertemente golpeada por la crisis política y social que dejó atrás el referéndum separatista efectuado de manera ilegal el primero de octubre de 2017 en Cataluña.  

Los analistas y economistas evalúan posibles escenarios y trazan planes de contingencia. Luis de Guindos, Ministro de Economía de España, estima que el movimiento independentista catalán significó una pérdida de aproximadamente mil millones de euros. “El PIB de Cataluña son unos 200.000 millones de euros, aplique el 0,4% o 0,5%, y eso supone que ha podido costar perfectamente ya unos 1.000 millones de euros”, explicó Guindos durante una entrevista para la cadena SER.

De la misma forma, un artículo publicado por El Mundo indica que en el peor de los escenarios “la economía española podría dejar de crecer hasta un 2,5%, lo que supondría un impacto cercano a los 30.000 millones y elevaría la factura del desafío independentistas a unos 640 euros para cada ciudadano español”, afirman los técnicos del Banco de España.

De esta forma, la crisis catalana dejaría un lastre económico hasta el 2019. Estas son algunas de las consecuencias reales que sufrieron Cataluña y España luego de las acciones separatistas del 1-O:

  • Traslado de empresas: Un total de 3.208 compañías salieron de Cataluña durante el último trimestre del 2017, según datos del Colegio de Registradores Mercantiles de España. Esta gran fuga de empresas hacia otras partes del país devino en una pérdida económica importante para España.

 

El traslado de su domicilio social a otras regiones llevó al Gobierno español a “rebajar la previsión de crecimiento en 2018 del 2,6 al 2,3 por ciento”, señala un reporte económico publicado por El País.

 

  • Disminución de turismo: La inestabilidad política de Cataluña afectó negativamente la actividad turística de la región, descendiendo un 13 por ciento en solo un mes después del acto independentista. Su índice de ocupación hotelera bajó del 90 al 77 por ciento para noviembre, según Iñigo Méndez de Vigo, ministro de Cultura y portavoz del Gobierno.

 

Por esta razón, muchos hoteleros recurrieron a reducir los precios para compensar esta pérdida. “El 67 por ciento de los hoteleros afirman haber bajado los precios para paliar el descenso en la ocupación”, recalcó el ministro.

  • Desempleo: Otra de las graves heridas que generó el acto independentista fue el aumento en la tasa de desempleo. El Servicio Público de Empleo “registró la mayor subida para un mes de octubre en Cataluña desde el 2008, el año en el que la crisis estalló. La comunidad sumó 14.698 desempleados en un mes, el doble que en octubre del año anterior”, recuerda un artículo de El País. Emprender inversiones en Cataluña es ahora un negocio de riesgo para los extranjeros y locales, por reacción en cadena, esta desconfianza limita en gran medida la creación de empleos.

Todas estas consecuencias se reflejan en las cifras económicas de Cataluña. En un reciente análisis, La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) registró una decaída de cuatro décimas en el último trimestre del año. El pronóstico de los expertos indica de manera unánime que el hundimiento de Cataluña puede afectar gravemente a España si se mantiene el clima de tensión política y social en una de las regiones más vitales del país. Los catalanes reciben el 2018 bajo la incertidumbre de un sistema político dividido que se encuentra peligrosamente cerca de arrastrar consigo a toda la economía española.

 

Latin American Post | María de los Ángeles Rubio

Copy edited by Susana Cicchetto

 

 

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