AMÉRICAS

México deja atrás su posición neutral

Solo cuatro países en Latinoamérica siguen manteniendo relaciones diplomáticas con Corea del Norte

Read in English: Mexico: North Korean ambassador is not welcomed

El pasado jueves, el gobierno de Enrique Peña Nieto declaró persona “non grata” al embajador de Corea del Norte, con lo que, afirmó la Secretaría de Relaciones Exteriores, expresaba su “absoluto rechazo a su reciente actividad nuclear, que significa una franca y creciente violación del derecho internacional y representa una grave amenaza para la región asiática y para el mundo”, particularmente para países aliados como Japón y Corea del Sur. Al embajador Kim Hyong Gil se le otorgó un plazo de 72 horas para abandonar el país.

Pero más allá del movimiento que hizo el gobierno mexicano, los argumentos de este se han marcado bajo el espectro de las sanciones que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha establecido al régimen norcoreano a la cabeza de Kim Jong Un. En el comunicado de la Secretaria de Relaciones Exteriores, “México expresa al gobierno de Corea del Norte absoluto rechazo a su reciente actividad nuclear, que significa una franca y creciente violación del derecho internacional”, con lo cual ya no se puede hablar del mismo número de países latinoamericanos que tienen relaciones diplomáticas con Corea del Norte. Brasil, Cuba, Venezuela y Perú aún mantienen relaciones con el país asiático y no se han pronunciado al respecto.

El embajador norcoreano respondió que la acción mexicana era “ignorante” y que el desacuerdo sobre el programa nuclear era un tema de Estados Unidos que “nada tenía que ver con México”. La expulsión tuvo poca repercusión en la agenda política del país mexicano debido al sismo que sacudió a la nación y a la región centroamericana, pero horas después del anuncio, y con la calma que surgió después del movimiento telúrico, se atrajo por completo a la opinión pública y a la sociedad política, quienes se manifestaban de diversas maneras, unos en apoyo y otros en total desacuerdo de la medida.

Entre aquellos opuestos a la medida tomada por el gobierno de Peña Nieto, aparece Andrés Manuel López Obrador y su partido político Morena, quien públicamente expreso que “es una acción contradictoria que carece de seriedad diplomática”. Además, miembros de su partido se solidarizaron con el embajador norcoreano y se expresaron frente a la acción tomada en la residencia del embajador ante todos los medios de comunicación.

Sin embargo, para analistas políticos mexicanos, la medida carece de sustento de acción. Raymundo Riva Palacio ve que el gobierno norcoreano ha violado siete resoluciones del Consejo de Seguridad, cuatro de ellas durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, pero solo hasta este último ensayo nuclear se ha decidido tomar una posición que está lejos de la neutralidad que proclamaba México ante los organismos internacionales. Riva Palacio asegura que “México está dejándose llevar por la situación que vive frente a Estados Unidos, y así como se ofreció para ayudar en Texas, quiere mostrarse como aliado de Estados Unidos ante cualquier eventualidad internacional, algo que solo está causando opacidad en el actuar diplomático mexicano”.

Cabe resaltar que cumplidas las 72 horas que se le dieron al embajador norcoreano, este no había salido del país debido a las complicaciones que había traído el huracán Irma y la consecuente cancelación de vuelos internacionales. Finalmente, Kim Hyong Gil, abandonó el país en dirección a Cuba, donde finalmente realizara su traslado a Corea del Norte.  

 

Latin American Post | Carlos Eduardo Gómez Avella

Copy edited by Susana Cicchetto

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