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La ruta de la muerte boliviana

El descenso inicia en la “cumbre” a 4650 metros cerca de los hermosos picos nevados de la cordillera de los andes y desemboca en plena selva boliviana a 800 metros de altura

La ruta de la muerte boliviana

La Ruta de la Muerte es uno de los caminos más peligrosos de Latinoamerica debido a su historial de accidentes automovilísticos. El Camino a los Yungas, como también es conocido, tiene 80 kilómetros de extensión y se encuentra entre la capital boliviana y la región de los Yungas. Las agencias de turismo bolivianas decidieron crear un tour bastante llamativo para los visitantes: una ruta en bicicleta de montaña por este popular camino. 

Las curvas del trayecto son de hasta 180 grados, por lo que para recorrer esta ruta es necesario tener en excelente estado tanto la bicicleta como el carro. Asimismo, se debe controlar la velocidad y tener los frenos de los vehículos en plenas condiciones. Precisamente en una de estas curvas, una turista de nacionalidad japonesa decidió aventurarse a bajar por la ruta de la muerte. Desafortunadamente, perdió la vida al perder el control de su bicicleta. La turista conducía mientras grababa un vídeo con su teléfono celular y cayó al precipicio.

Las historias de turistas que han perdido la vida recorriendo este pasaje abundan. De los accidentados, la gran mayoría cayeron por el precipicio de 800 metros luego de perder el control de sus bicicletas. A pesar del peligro, es un hecho que nadie esconde, pues todos saben relatos de accidentes en la zona. Para corroborar los relatos, a los lados de la carretera se encuentran lapidas y algunas cruces. Estos elementos sirven para recordarle a los conductores y ciclistas que están transitan la zona, que es una ruta de cuidado y respeto ya que en ella se puede perder la vida.

Pero ¿qué hace a este camino tan peligroso? Además de las pronunciadas curvas, la carretera es angosta por lo que debería funcionar en un solo sentido. Sin embargo, ciclistas y conductores la transitan simultáneamente en ambos sentidos. Por esta razón, el riesgo de sufrir un accidente ya sea como ciclista o conductor, es bastante alto. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, en esta vía se presentan de 200 a 300 muertes por año. Por tanto, basándose en estas cifras, las autoridades decidieron construir una nueva carretera que proporcionaría seguridad a los viajeros. La nueva carretera fue inaugurada en el año 2006. No obstante, lo curioso es que, a pesar de contar con una ruta segura, conductores y turistas prefieren usar la antigua carretera de la muerte como vía principal La Paz – Coróico.

Debido a la gran cantidad de obstáculos en la vía, especialmente los ciclistas caen un gran número de veces a lo largo del trayecto. Muchos se hacen daño con las piedras, se raspan el cuerpo, se cortan con las afiladas piedras o en el peor de los casos terminan perdiendo la vida. Además de estos impedimentos, como si no fueran suficientes, en medio del camino se encuentran varias cascadas. Éstas son las responsables de la producción de lodo y piedras resbaladizas que aumentan el peligro en el camino.

Recorrer esta ruta es recomendable para los amantes de la adrenalina y aquellos que practican ciclismo de montaña. Es importante resaltar que el camino no es apto para personas nerviosas o sin experiencia transitando en este tipo de terrenos. La experiencia puede llegar a ser muy emocionante, famosa entre mochileros y viajeros amantes a la adrenalina.

Advertencia: si usted decide aventurarse a recorrer la ruta de la muerte recuerde hacerlo con una agencia que le brinde toda la seguridad que necesita y al encontrarse en el camino asegúrese de estar con todos los sentidos bien puestos.

LatinAmerican Post | Sandra Caicedo

Copy edited by Marcela Peñaloza

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