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¿Por qué el tenis ya no se juega en superficie de césped?

 

El Australian Open, primer gran torneo de la temporada tenística, está en marcha y el renovado Roger Federer busca defender su título que consiguió ante Rafael Nadal, actual número 1 del ranking de la ATP.  Este torneo se juega en pista dura. Sin embargo, hasta 1988 se hacía en una pista de césped. De hecho, tres de los cuatro torneos de mayor prestigio se jugaron alguna vez en esta superficie, aunque, en la actualidad, solo en uno de ellos persiste la tradición. ¿Por qué?

Una de las características prominentes de la hierba como cancha para jugar tenis es que necesita de mucho mantenimiento. Solamente para Wimbledon hay que mantener la altura del césped en aproximadamente 8 milímetros y podar las canchas todos los días. A esto hay que sumarle el desgaste que sufre la superficie durante los partidos, esto debido al paso constante de los jugadores. El clima también afecta severamente las condiciones del césped, puesto que demasiado calor o lluvia puede arruinarlo.

Por estas razones es que solo se jugarán 8 campeonatos sobre césped este 2018, 2 en Alemania, 1 en Países Bajos, 3 en Reino Unido, 1 en Turquía y otro en Estados Unidos. Todos estos se juegan entre junio y julio.

¿Qué diferencia al césped de las demás superficies?

Muchos grandes jugadores nunca lograron títulos en Wimbledon a pesar de triunfar en el Australian Open, Roland Garros y el US Open. Tenistas como Ken Rosewall, Guillermo Vilas, Ivan Lendl, Mats Wilander, Monica Seles, Hana Mandlíkova y Justine Henin tenían un estilo de juego no era el más indicado para las canchas de hierba.

A diferencia de la pista dura y la tierra batida, el césped es la superficie más rápida, pues la pelota no rebota, sino que resbala al hacer contacto. Esto obliga a los jugadores a agacharse más que en otras pistas para golpear la bola y a jugar más cerca a la malla, con el objetivo que la pelota rebote lo menos posible. Es por eso que en hierba hay puntos más cortos debido a la gran cantidad de esfuerzo por mantener el juego.

Además las pistas de hierba tienen un rápido desgaste, cosa que no pasa con el polvo de ladrillo o en duro. Esto significa que el terreno se vuelve irregular y es posible que la pelota bote erráticamente. Igualmente, un poco de lluvia puede volver la cancha muy resbaladiza, lo que expone a los tenistas a lesiones.

¿Cómo perdieron los otros Grand Slams sus pistas de hierba?

El Australian Open, el más jóven de los grandes torneos, tuvo como superficie al césped desde su fundación en 1905 hasta 1988, cuando se trasladó la sede de la competencia del club de tenis de Kooyong al Flinders Park, renombrado 8 años después como Melbourne Park. La razón del cambio fue la búsqueda de acoger más público, tanto así que para la edición de 1988, los espectadores aumentaron de 140 mil a 266 mil. La superficie no se conservó debido a lo costoso y difícil que es mantener la hierba en el verano australiano.

El US Open, que se empezó a jugar en 1881, tuvo como primera sede al Newport Casino en Rhode Island, donde las canchas eran de césped. Durante esos años fue un torneo únicamente masculino. En 1915 se radicó en el club de tenis West Side, en Forest Hills, Nueva York; ya que los jugadores, los clubes de tenis y fanáticos vivían cerca a la “Gran Manzana”. Desde 1975, la superficie cambió de césped a tierra batida.

Recién en 1978, apenas diez años después del inicio de la “era abierta” y de la integración de mujeres y dobles a la competencia, el US Open se trasladó a su casa actual: el Billie Jean King National Tennis Center, en Flushing Meadows. Fue en esta transición que se decidió definitivamente jugar el torneo en cemento.

Por otra parte, el Roland Garros nunca se jugó en hierba, aunque en sus primeros años una de las sedes tenía como cancha una capa de arena colocada sobre un lecho de escombros. En cambio, Wimbledon nunca cambió la superficie en la que se juega, conservando el césped al igual que otras tradiciones como la vestimenta blanca para todos los jugadores.

 

LatinAmerican Post | Iván Parada Hernández

Copy edited by Susana Cicchetto 

 

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