ANÁLISIS

Cardona y compañeros: ¿dignos de mundial?

El volante colombiano, Edwin Cardona, quien reside actualmente en Argentina y presta sus servicios para el Boca Jr, nuevamente está en el ojo del huracán debido a una denuncia por violencia de género en Buenos Aires, donde además están implicados sus dos compatriotas Wilmar Barrios y Frank Fabra.

El tema ha causado una gran discusión sobre si Cardona debería seguir en la selección colombiana, porque cada vez crecen más los rumores que su Club Boca Jr y el combinado cafetero podrían prescindir de sus servicios; aunando también los expedientes que arrastra el jugador desde México, donde habría tenido antecedentes disciplinarios negativos por “fiestero y peleonero”.

Hay que señalar que el volante antioqueño ya tiene un su haber una sanción por seis meses por parte del Comité Disciplinario de la FIFA, producto de una interpretación racista en un amistoso que disputaba la selección de José Nestor Pekermar, frente al combinado de Corea del Sur.

Es importante explicar que la sanción a Cardona sólo contará para partidos amistosos. Sin embargo es muy importante llegar a tope a la máxima cita del futbol mundial, que se celebrará en Rusia el presente año y, los amistosos de preparación, son necesarios para poder compaginar al jugador con el resto del equipo.

Por parte de los jugadores Wilmar Barrios y Frank Fabra implicados también en el hecho, no hay un panorama claro, pues según declaraciones del presidente del club Boca Jr, Daniel Angelici, en caso que sean encontrados culpables “no nos va a temblar el pulso para actuar de forma correcta”, frase que deja en claro que está en juego la continuidad del contrato de los tres jugadores con el equipo xeneize. Aunque hay que destacar que el caso del lateral izquierdo es diferente, debido a que afronta este juicio en calidad de testigo, debido a que se encontraba en el lugar donde ocurrieron los hechos.

También han crecido los rumores relacionados al caso, dentro de la misma prensa argentina, donde el periodista deportivo Pablo Carroza, quien ha seguido de cerca el caso, manifestó la intranquilidad que se vive en el seno de la selección colombiana, publicando además un trino donde aseveró “José Pekerman analiza borrarlos de la selección Colombia”.

Guillermo Barros Schelotto y su cuerpo técnico, también sostuvieron una reunión con los jugadores, en la que según el portal TyC Sports, los futbolistas habrían aceptado que los rumores de los que son acusados son ciertos. Esta situación se agudiza más, porque tanto Cardona, como Fabra vienen teniendo continuidad dentro de esquema vertebral de Pekerman y en caso de incurrir en una sanción, no llegarían con ritmo de juego a la cita mundialista y peor aún quizás no serían jugadores activos hasta una nueva temporada de fichajes.

¿Deberían ir al mundial?

Por supuesto no se han hecho esperar los cuestionamientos por parte de aficionados y medios de comunicación, quienes señalan que es inaceptable el comportamiento de los jugadores, más aún cuando se ventila ante la luz pública este tipo de situaciones que incurren en situaciones legales.

De llegar a ser culpables, es inaceptable que un jugador con la importancia que tiene Edwin Cardona dentro de la oncena cafetera, tenga este tipo de comportamientos, sabiendo que el mundial de Rusia está a menos de seis meses y su prioridad debería estar en mostrarse en su nivel más alto futbolísticamente. Eso sin incluir las críticas que ha arrastrado el jugador por su desempeño intermitente en la selección, por factores físicos y futbolísticos.

Estos motivos nos llevan a pensar que hoy por hoy, Edwin Cardona no es el más opcionado a vestir la tricolor en la copa mundo, sencillamente por ser un futbolista que no termina de asentar su cabeza en la responsabilidad que tendrá en unos meses. A parte, no parece aprender de sus experiencias anteriores, porque desde su paso en la sub 20, dirigida por Eduardo Lara, el antioqueño presenta irregularidades disciplinarias.

Saltando al otro implicado en el problema Wilmar Barrios, quien parecía ser una buena carta en la primera línea de volantes cafetera, empaña lo que ha sido el crecimiento profesional en su carrera y pone en riesgo su futuro futbolístico.

Quizás no es el primer caso de futbolistas que pierden la cabeza y el norte, el problema está en las implicaciones que tienen estas decisiones a futuro, incluso su pérdida de ritmo sería mortal para su carrera. El volante de marca no ha sido titular indiscutido y Pekermán ha preferido nombres como Carlos Sánchez, Abel Aguilar, entre otros, por lo que su presencia en Rusia dependerá de su nivel en este semestre.

En el último de los casos un jugador necesario para Colombia, como Frank Fabra, quien partido a partido parece ir tomando el nivel de sus compañeros de selección, también termina incluido en este tema al estar en el lugar de los hechos y, aunque no se ha comprobado su complicidad o no, podría terminar incluido dentro de la sanción.

El hecho delicado de Fabra específicamente, es la necesidad de este jugador en la selección, porque la posición de lateral izquierdo ha sido una tarea pendiente en la era Pekerman, debido a que luego de los problemas que alejaron a Pablo Armero de la selección, quedó un espacio sensible en el esquema planteado por el estratega argentino.

Muchos medios incluso han atribuido comparaciones con casos como los de la selección ecuatoriana, donde la misma federación del país meridional, sancionó a cinco de sus jugadores por casos de indisciplina. Aseverando además que los jugadores deberían ser anulados de la lista de candidatos a disputar el mundial.

Siendo un poco estrictos y con un juicio adaptado al ámbito profesional, en los casos Cardona y Barrios, están demostrando no ser aptos para el compromiso con el país, incluso desde el punto de vista ético, como personalidades públicas estarían dando un mal ejemplo ante la sociedad.

Deportivamente, la óptica muestra a los jugadores como necesarios para las aspiraciones de la selección y todo este tema, prodría ser perjudicial para los cafeteros. Aunque en el caso de Barrios y Fabra, no tienen antecedentes disciplinarios o al menos no de caracter público, situación que podría tener un plus positivo para ambos en el dictamen del seleccionador nacional.

Lo cierto del caso es que habrá que esperar el dictamen correspondiente a las denuncias frente a estos tres futbolistas colombianos y una vez emitido el juicio, evaluar las posibles sanciones que podría acarrear este comportamiento tanto en entidades disciplinarias de fútbol (AFA, FCF y FIFA), su club actual y en su futuro en la selección Colombia.

 

Latin American Post | Julio Abella

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