Los juegos en Corea del Sur dejaron buenas historias de los deportistas latinos e hispanos

Atrás quedaron las impresionantes imágenes que dejaron los juegos de invierno. Las 14 medallas de oro de Noruega y Alemania (que definieron el ganador de las olimpiadas a favor de los nórdicos, por 4 medallas más de plata). Atrás quedó la histórica ausencia de la bandera de Rusia, ya que sus deportistas compitieron con la bandera del Comité Olímpico, debido a la sanción por dopaje.

Históricamente los juegos olímpicos de invierno han sido un terreno difícil para los hispanos y latinos. Los climas tropicales y los escasos lugares para practicar un deporte de invierno han demostrado que el simple hecho de participar contra deportistas que practican diariamente y por años, es un gran logro.

Durante los últimos juegos olímpicos de invierno, llevados a cabo en PyeongChang, Corea del Norte, se demostró que los deportistas de esta región del mundo tienen oportunidades de competir contra grandes potencias.

El mejor país de Iberoamérica en el medallero dominado por Noruega fue España. 2 medallas de bronce y un puesto 26 son una gran noticia para la península. Las 2 preseas de bronce fueron conseguidas por Javier Fernández en patinaje artístico y Regino Hernández en Snowboard.

A España la acompañaron Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Jamaica, México, Portugal y Puerto Rico en la representación Iberoamericana. A pesar de no conseguir ninguna medalla, sí dejaron gratas historias y memorables representaciones.

Por ejemplo, Ecuador asistió por primera vez en sus historia a unos juego olímpicos de invierno. Klaus Jungbluth Rodríguez, esquiador de fondo, fue el primer representante del país más tropical y el más alejado de los polos en el mundo, en competir. A pesar de llegar en el puesto 112 de 116 en los 15 km de estilo libre, lo convirtieron en un verdadero héroe.

Colombia pasó de tener 1 solo deportista en los JJOO de 2010 y ningún representante en 2014, a participar con 4 en Corea del Norte. Bolivia volvió a competir, luego de 6 ediciones en las que estuvo ausente, mientras que Puerto Rico regresó luego de los juegos de 1998. Jamaica volvió a competir en su ya tradicional deporte, el bobsleigh, que consiste en conducir una especie de trineo aerodinámico a través de una pista de hielo.

Historias, sobre resultados

A pesar de no lograr medallas, los deportistas latinos dieron una muestra de hermandad, perseverancia y solidaridad entre pueblos. Este es el ejemplo del último lugar más feliz del mundo.

El mexicano Germán Madrazo llegó en el puesto 116 en la prueba de 15 kilómetros de esquí de fondo. Sin embargo, al pesar de ser el último, fue recibido como si llegara en primer lugar. El deportista manito había aprendido a esquiar hace tan solo 1 año y pasó la meta alzando la bandera de México.

Tan pronto Madrazo cruzó la meta, varios de sus compañeros, entre los que estaba el colombiano Sebastián Uprimmy y el portugués Kequyen Lam, quienes alzaron a su compañero en hombros y festejaron su logro.

Incluso Pita Tofua, el deportista de Tonga que saltó a la fama luego de ser el abanderado de su país en las olimpiadas de Río de Janeiro en 2016, celebró junto con Madrazo. Pita fue de los primeros en recibir al mexicano y cargarlo en sus hombros. Además, en su cuenta de Instagram aseguró que "no muchas personas vieron lo difícil que él (Germán Madrazo) luchó por este privilegio llamado Olimpiadas. Yo sí lo vi, estuve ahí viéndolo día a día, peleando junto a él. Él siempre destaca el amor que tiene por su familia, por su creador y por su país. Tengo mucho respeto por este hombre".

Esperemos que para Pekín 2022 los deportistas de la región aumenten y mejoren sus posiciones, para que en su momento, logren la primera medalla en una competición y que los españoles repitan el oro de Francisco Fernández en 1972.

Latin American Post | Santiago Gómez Hernández

Copy edited by Laura Rocha Rueda