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Redes: Colombia no es ajena a la violencia contra la mujer

Siguen creciendo los escándalos de violencia sexual en Colombia, pero aún son escasas las medidas efectivas para prevenir y sancionar a los responsables

Redes: Colombia no es ajena a la violencia contra la mujer

Después de que se denunciara que Harvey Weinstein, un reconocido productor de cine de Hollywood, había acosado en repetidas ocasiones a varias actrices, se desató una polémica que traspasó las fronteras. A finales del año pasado, un gran movimiento a nivel internacional se levantó a partir de la campaña de “Me Too” o “Yo También”, en la que actrices de Hollywood, a las que se sumaron mujeres de todas partes del mundo por las redes sociales, decidieron denunciar públicamente que ellas también habían sido víctimas del acoso sexual.

En Colombia, el tema no pasó desapercibido, es común ver al menos una o dos veces a la semana casos de violencia sexual contra mujeres y niñas en todo el país en las noticias, que en muchos casos no sólo terminan en tragedia sino en impunidad.

La copa que derramó el vaso

En el 2012, el país se conmocionó con la noticia del feminicidio de Rosa Elvira Cely en el Parque Nacional en la ciudad de Bogotá a manos de una de sus exparejas, de forma brutal. A partir de este caso, se generó tal indignación que se aprobó la Ley 1761, nombrada en honor a Rosa Elvira Cely, para tipificar el feminicidio en Colombia y establecer medidas para castigarlo.

Posteriormente, en de diciembre de 2016, el país volvió a conocer un caso atroz en el que Yuliana Samboní, una niña de 9 años fue secuestrada, violada, torturada y asesinada por Rafael Uribe Noguera, un arquitecto miembro de una adinerada familia colombiana.

Esta junto a las “comunes” noticias similares que se escuchan semanalmente en Colombia, dejaron claro que a pesar de los avances en materia jurídica para prevenir y castigar el acoso y la violencia sexual contra las mujeres y niñas, aún permanecen como medidas que funcionan sólo en el papel, pero no para las víctimas de estos hechos.

Recientemente, y como resultado de la campaña internacional de “Me too”, una reconocida periodista colombiana decidió narrar en una de sus columnas una historia de acoso sexual que terminó en violación. Esta era su historia y decidió contarla para animar a otras mujeres a denunciar y a no callar sobre esta problemática que afecta a muchas, pero es hablada por pocas, por una simple razón el miedo y la estigmatización.

Esta polémica declaración ha generado que en Colombia se hable en este momento sobre la violencia que existe contra las mujeres en todas las esferas y en todos los estratos, qué tan grande es y qué se puede hacer para prevenirla.

¿Cuál es el problema?

En Colombia, la violencia sexual no es un problema nuevo, ya desde 2010 personalidades como Jineth Bedoya han denunciado sus propios casos de violencia sexual, así como la incapacidad del Estado para prevenir esta situación y castigar a los responsables.

Las cifras por su parte, siguen en ascenso, según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, en 2017 hubo más de 20.000 casos reportados por de violencia sexual cuyas víctimas principales fueron mujeres y niñas menores de edad. Además, hubo más de 42.000 casos de violencia contra la mujer ocasionada por la pareja o expareja y otros 40.000 en los que las mujeres fueron víctimas de violencia por parte de conocidos o desconocidos.

Frente a esta situación es necesario pasar de la polémica a la acción, es decir, exigirle al próximo Congreso y Gobierno que no sólo establezca medidas para la prevención y el castigo de la violencia contra la mujer, sino que las aplique.

 

Latin American Post | Maria Paula Macías Acosta

Copy edited by Laura Rocha Rueda

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