ANÁLISIS

México: Narcotráfico y sus consecuencias

Las afectaciones al turismo y las advertencias de no visitar, en particular a seis de sus estados, han tenido consecuencias negativas en la economía mexicana y en su población

México: Narcotráfico y sus consecuencias

México comenzó una guerra contra el narcotráfico en diciembre de 2006 cuando Felipe Calderón Hinojosa toma posesión como Presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos y decide hacer frente a los cárteles de la droga posicionados en su país con la promesa de que las cosas podían cambiar.

En efecto cambiaron. Desde entonces, se calcula que ha habido más de 150 000 muertos y más de 28 000 desaparecidos a consecuencia de esta guerra. Se presume que este número de víctimas pertenece a “los malos” y héroes caídos, pero cada día se suman a esta cifra civiles que se ven atrapados en fuego cruzado o son obligados a pagar cuentas.

Gobiernos mexicanos y extranjeros han emitido mensajes con advertencias a su población sobre visitar ciertas ciudades de ciertos Estados de la República Mexicana que pueden ser un riesgo, afectando el turismo y por ende dejando a su paso consecuencias económicas de grave envergadura para la población mexicana.

Como es de saber, los países de América del Norte no se han mantenido de brazos cruzados. Se han intensificado las reuniones de Departamento de Defensa de América del Norte (NADM por sus siglas en Inglés), donde  los titulares de Defensa de Canadá, Estados Unidos y México han sostenido reuniones para reforzar la cooperación contra el narcotráfico y abordar retos en común que lleven a  avanzar en favor de la seguridad de las tres naciones. La última se llevó a cabo el 23 de mayo de 2017.

Sin embargo, la guerra contra el narcotráfico ha sido un fracaso. La droga sigue llegando a Estados Unidos, el gran consumidor, y en retorno, nos “agradecen” con un desfile de armas ilegales que han causado miles de muertos. No olvidemos el famoso operativo “Rápido y Furioso”. Esta situación ha dado origen a una desestabilización total en la República Mexicana tanto económica, como social, disminuyendo las posibilidades de ejercer un trabajo honesto que no alcanza para vivir, o peor aún, donde a diario me veo amenazado.

El 10 de enero de 2018, Estados Unidos coloca los estados de Colima, Michoacán, Guerrero, Sinaloa, Tamaulipas y Quintana Roo en alerta máxima por su alto nivel de inseguridad y violencia. Su presidente, Donald Trump, el 18 de enero califica a todo México como el país más peligroso.

Uno de los principales destinos turísticos para  mexicanos y extranjeros es Acapulco en las costas de Guerrero, y Cancún en Quintana Roo, ambos Estados afectados por las consecuencias económicas y sociales que la guerra contra el narcotráfico ha dejado. Ahora las advertencias de gobiernos de diferentes países ha encasillado y puesto en riesgo esta actividad económica que tanto necesita México.

No cabe duda que cada gobernante va a buscar la seguridad de sus connacionales en su territorio y en el extranjero y, si México es un país que pone en riesgo a sus ciudadanos, tienen la necesidad de advertirles, pero lo que no cabe duda es que México no ha llegado a estos niveles de narcotráfico por si mismo. Países consumidores de droga y abastecedores de armamento, también son una causa y consecuencia.

 

Latin American Post | Gabriela Gallardo 

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