AMÉRICAS

¿Cómo recibirá Chile al Papa Francisco?

El pontífice mantiene un 52% de acogimiento a pesar del rechazo que ha generado su visita al país austral

¿Cómo recibirá Chile al Papa Francisco?

La llegada del Papa Francisco a Chile difiere, en muchos puntos, a la visita del Papa Juan Pablo II en 1987 en plena dictadura militar. En el país austral se han denunciado casos de abuso sexual cometidos por miembros de la iglesia Católica llevando a que la creencia religiosa de muchos se disminuya en comparación con el sentimiento de pertenencia que sentían los chilenos a fines de los años ochenta, cuando el Papa Juan Pablo II cumplía su misión de restaurar la democracia y apoyar a las víctimas a las cuales se les habían violado sus derechos.

Se debe tener presente que el Papa se encuentra visitando a Chile en un momento crucial en la historia de la nación. Los ciudadanos buscan regular ciertos derechos, como el del aborto -tema que fue aprobado recientemente por el Parlamento y por el Tribunal Constitucional- y el matrimonio igualitario. Temas que, históricamente, han sido rechazados por la institución religiosa.  

Chilenos critican el gasto que ser hará por parte del Estado para garantizar óptimas condiciones para el pontífice cuando pise suelo chileno. En total, la visita del Papa Francisco por tres ciudades, bordea los  $7mil millones de pesos chilenos.

La encuestadora Cadem publicó cifras con respecto a la llegada del Sumo Pontífice: el 50% de las personas encuestadas señalan que su venida a Chile no es importante. Sumando a esto, un 80% de los encuestados rechaza el gasto que ha realizado el Estado. A pesar de la drástica baja que sufrió en la encuesta – bajó cerca de 19 puntos porcentuales desde junio del 2017-, mantiene una imagen positiva que bordea el 52%.

Con una sociedad más crítica y democrática, el Papa Francisco se encuentra con un Chile en que las reformas de la Presidenta Bachelet han hecho eco en relación a la regulación de derechos civiles por parte de la sociedad, entiendo, además, a la educación como un derecho y no como un bien de consumo.

Pero pese a todo, el sacerdote Raúl Hasbún, ícono católico del Pinochetismo, señaló que “el Chile que recibe al Papa es, en palabras papales, un Estado tirano y que ha traicionado la democracia en sus mismas bases”, señaló en una carta enviada al diario El Mercurio.

Felipe Berrios, uno de los curas más influyentes en Chile, señaló al medio El País de España las incógnitas que hay con respecto a la llegada del Papa Francisco a Chile: “La de 1987 fue una visita política, pero también pastoral: apoyar a la Iglesia a la que ciertos sectores conservadores de la misma Iglesia —ligados a la dictadura— intentaban desacreditar. Acusaban de comunista y de dedicarse a la política a una Iglesia que desempeñó un papel importante en los derechos humanos y la defensa de los perseguidos. En cuanto a la visita de Francisco, para mí tiene muchas interrogantes…”

Señales contra abusos a menores

Poco a poco los casos contra abusos a menores por parte de la Iglesia Católica han salido a la luz, donde, por parte de la sociedad chilena, han visto con liviandad las acciones del Vaticano y del mismo Papa contra los abusadores. Hecho que ha repercutido con la baja en las encuestas y la poca visión empática que han tenido contra los abusados.

Poco antes de pisar suelo chileno, y posteriormente peruano, desde el Vaticano enviaron una fuerte señal que ha hecho ruido en la sociedad: dispuso la intervención del grupo laico católico Sodalicio de Vida Cristiana, en que su fundador, Luis Figari, se enfrenta a graves denuncias de abuso sexual contra 19 menores.

 

 

Latin American Post | Gonzalo Silva

Copy edited by Susana Cicchetto

 

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