ECONOMÍA

¿Por qué las tasas flotantes están sobrevaloradas?

Gita Gopinath, economista de la Universidad de Harvard, propone un cambio en el modelo actual de la economía

¿Por qué las tasas flotantes están sobrevaloradas?

Gita Gopinath es profesora de estudios internacionales de la Facultad de Economía de la Universidad de Harvard. Sus estudios se enfocan en finanzas internacionales y macroeconomía y ha participado como miembro del panel de consejeros para la Reserva Federal de Nueva York.

Sus declaraciones sobre las implicaciones negativas de las tasas de interés flotantes han causado revuelo en la academia, le explicamos por qué:

Tasas de cambio

Después de la segunda guerra mundial y el tratado de Bretton Woods el mundo decidió que el dólar se usaría como numerario para el oro y que así los mercados internacionales transarían con dólares. En el gobierno de Richard Nixon la relación entre oro y dólar se rompió, pero el dólar sigue siendo la referencia económica mundial.

Así, cuando un país produce un bien bajo situación de mercado, este será comparado con su valor en dólares y así será valorado. Si un país determinado solo imprime dinero equivalente a la producción vigente debería existir paridad con el dólar, mientras que si imprime más billetes locales que su correspondencia a producto, la moneda local costará menos que el dólar por dicha política monetaria.

Según en Fondo Monetario Internacional, cuando un país permite flotar su tasa de cambio al determinar el valor de su moneda respecto al dólar y ejerce política monetaria, actúa de forma racional y madura al estandarizarse con el mundo y no determinar su propia tasa de cambio de forma arbitraria. Cuando un país deja flotar su tasa de interés entonces su dinero es convertible a dólares y esto lo hace tranzable en el mercado de monedas, fenómeno conocido como libre movimiento de capitales.

Adoptar una tasa de cambio fija podría sostenerse junto a un libre movimiento de capitales sacrificando la posibilidad de hacer una política monetaria autónoma pues si el dólar bajase de precio, la contraparte también lo haría. Esto implica que la política monetaria reinante sobre la moneda que opta por una tasa fija y móvil es la del dólar, como ocurre en China

Por el otro lado tener una tasa de cambio fija y ejercer sobre ella política monetaria implcaría desconectarse de la economía mundial pues la moneda del país hipotético no tendría relación alguna con el dólar. Esta solución cerraría las vías de comercio a menos que se haga un truque entre bienes puntuales, no sus monedas.

Cierre preventivo

La noción del ideal según el Fondo Monetario Internacional desprotege a los países en vía de desarrollo que optan por dejar flotar sus tasas de interés y que ejercen política monetaria autónoma pues si el dólar sufre choques exógenos, estos se reflejarán directamente en la moneda de destino.

Si el dólar se hace muy caro,  la moneda local se hará muy barata, y eso le impedirá acceder a bienes de importación en cantidades óptimas empujando al país a endeudarse. Por el otro lado una desvalorización del dólar implicaría una valorización súbita de la contraparte que podría distorsionarse aún más con el ingreso de dineros calientes que generarían una recesión al irse.

Una tasa de interés fija o con tendencias a fijarse daría seguridad a los mercados emergentes al permitirles seguir su senda de crecimiento y no verse afectadas por choques exógenos que, según pruebas a corto plazo, afectan el crecimiento de todos los países que toman la decisión de tener tasas totalmente flotantes y que ejercen su política monetaria.

 

Latin American Post | David Eduardo Rodríguez Acevedo

Copy edited by Laura Rocha Rueda

 

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Botón volver arriba