ANÁLISIS

Democracia colombiana: Las trampas de Vargas Lleras

La adhesión de Cambio Radical a la campaña de Germán Vargas Lleras es la confirmación de las trampas con las que el ex vicepresidente quiere ser presidente

Democracia colombiana: Las trampas de Vargas Lleras

Al presentarse como candidato para las elecciones presidenciales de 2018, Vargas Lleras diseñó una estrategia hábil pero ilegítima, en la que quiso engañar a los colombianos posando como un candidato independiente y desligado de la clase política tradicional a la que siempre ha pertenecido, pero, sobre todo del partido del que es amo y señor: Cambio Radical.

Este mismo partido ha sido responsable de avalar y respaldar a políticos que actualmente enfrentan investigaciones o están condenados por diferentes delitos, principalmente corrupción.

Fue así como el ex vicepresidente de Colombia engañó a los colombianos, conformando un comité promotor de su candidatura, que se encargó de recoger firmas en todo el país para avalar su nombre e inscribirse como aspirante a la Presidencia de la República.

A pesar de que esa figura se creó para candidatos realmente independientes y sin el apoyo de un partido político, Vargas Lleras la utilizó para, ingenuamente, mostrarse ante la opinión pública como alguien alternativo, independiente y sin vínculos con la clase política tradicional y corrupta, que está representada en los cuestionados partidos políticos.

En ese sentido, Vargas Lleras aseguró que su candidatura fuera respaldada por cerca de 5 millones 200 mil personas, que firmaron para permitirle ser candidato presidencial. Desde el momento en que empezó la recolección de firmas, Vargas Lleras negó en todo momento ser parte de Cambio Radical y que ese partido tuviera algo que ver en su campaña presidencial. No obstante, por más que siempre lo haya querido ocultar, él nunca se desligó de ese partido y en todo momento ha sido quien maneja los hilos de poder allí. Tanto así, que los mismos miembros de la colectividad se encargaron en varias ocasiones de recoger las firmas que finalmente presentó el ex vicepresidente.

Por otra parte, no se puede dejar de mencionar las denuncias que durante el periodo de recolección de las firmas se presentaron en todo el país. Las denuncias se produjeron debido a la forma en que las fichas de Cambio Radical, en diferentes entidades del Estado, presionaron a muchos funcionarios y contratistas para que recogieran firmas para Vargas Lleras. Lo anterior, con el riesgo de perder sus empleos en caso de no acceder a esa imposición.

Un claro ejemplo de eso fue lo que ocurrió en el departamento de Santander en octubre de 2017, cuando varios trabajadores del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) en esa región, denunciaron las presiones con las que los obligaban a recoger firmas para respaldar la candidatura de Vargas Lleras.

El factor Cambio Radical

Hablar de Cambio Radical es hablar de un partido político que no ha tenido ningún escrúpulo y ninguna contemplación a la hora de avalar corruptos y personas de dudosa honra, para saciar su apetito de electoral y de poder.

En la costa caribe, el centro del país, el mismo Distrito Capital y en otras regiones de Colombia, permanece la huella corrupta del partido de Germán Vargas Lleras y el daño a los colombianos afectados por los actos corruptos de quienes recibieron el aval de Cambio Radical.

Sólo por mencionar algunos ejemplos, Cambio Radical fue el responsable de avalar a personas como los ex gobernadores del departamento de La Guajira, Juan Francisco ‘Kiko’ Gómez y Oneida PIGNORE INTO. El primero fue condenado por corrupción y homicidio, y la segunda, igualmente, condenada por corrupción. También, hay que hablar del ex senador Javier Cáceres, condenado por parapolítica, y del ex gobernador del departamento de Cundinamarca, Álvaro Cruz, condenado por corrupción.

Caso aparte es la forma como durante el gobierno de Juan Manuel Santos, por casi siete años, Germán Vargas Lleras y su partido se aprovecharon de la estructura del Estado para construir la plataforma política sobre la que hoy está montada la candidatura del ex vicepresidente, con el agravante de que para ello utilizaron de forma ostentosa los recursos públicos.

Por esa razón, el hecho de que Cambio Radical haya decidido “adherir[se] a la campaña de Germán Vargas Lleras”, sólo es la cínica confirmación de la trampa que ese partido y su líder tendieron para engañar a los colombianos, en busca de lograr que a partir de mentiras mucho peores que esta, los electores les permitan conservar el poder que han detentado, a costa de hacer pactos y alianzas con corruptos.

LatinAmerican Post | Samuel Augusto Gallego Suárez

 

 

 

 

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