Colombia: el peligroso regreso del uribismo al poder
Con el triunfo de Iván Duque el uribismo recupera el poder perdido en 2010, lo que significa la materialización de su ambición de controlar todas las instituciones y poderes de Colombia
Contrario a lo que muchos periodistas y analistas colombianos intentan mostrar a la opinión pública, Iván Duque no será el presidente de imagen renovadora, moderno y desligado de la política tradicional y la corrupción; sino un gobernante supeditado a los intereses de Álvaro Uribe Vélez, cuya principal misión será destruir lo que queda del acuerdo de paz firmado con las FARC y evitar que las múltiples investigaciones judiciales y procesos penales existentes contra Uribe, terminen en una eventual condena en su contra.
Constitucionalmente Uribe no puede volver a ser presidente, pero aún sin ser él el jefe de Estado, su poder e influencia siguen intactos en Colombia. Los 10’373.080 votos obtenidos por Duque, son el resultado del apoyo, poder e influencia de Uribe para lograr que, nuevamente, se eligiera un presidente ungido por él, para que ahora sí (a diferencia de lo sucedido con Juan Manuel Santos) haya un gobierno a su medida, que enarbole sus banderas y cumpla sus propósitos, de otra manera Uribe jamás hubiera escogido a Duque para ser su candidato presidencial: un hombre joven, con nula experiencia en política y asuntos de Estado, e influenciable a su gusto y complacencia, que le garantice absoluta lealtad.
Un gobierno en cuepo ajeno
Dieciséis años después de haber sido elegido presidente de Colombia por primera vez, Álvaro Uribe Vélez sigue siendo, quizás, el hombre más poderoso del país. Su poder no sólo se ha evidenciado en las elecciones de Juan Manuel Santos e Iván Duque, sino en hechos como el triunfo del NO en el plebiscito con el que se buscaba refrendar el acuerdo de paz, que finalmente fue rechazado en octubre de 2016.
Con Iván Duque como presidente, hay una alta posibilidad de que gobierne bajo la sombra e influencia de Uribe, poniendo en riesgo no sólo lo avanzado con el acuerdo de paz, su implementación y hasta la continuidad de los diálogos con el ELN, sino que como lo temen todos aquellos que no votaron por Duque, el uribismo se perpetúe en el poder ejecutivo y se tome los poderes legislativo y judicial.
“Álvaro Uribe es considerado como el gran artífice del triunfo del futuro presidente de Colombia, pero también quien puede convertirse en su sombra en los cuatro años que estará en el poder. Muchos señalan que el 54% de votos obtenido por Duque, se debe fundamentalmente a la altísima popularidad del ex jefe de Estado. Por ello, en Colombia no son pocos los que creen que el futuro presidente no podrá librarse de la influencia del polémico y poderoso exmandatario, y hay quienes incluso aseguran que será un ‘títere’ del patriarca del uribismo”, asegura BBC Mundo en un artículo titulado: Elecciones en Colombia: ¿será Iván Duque ‘un títere de Álvaro Uribe’? La duda que inquieta a muchos sobre su futuro presidente.
Igualmente la BBC, citando al analista político y columnista Christian Torres, señala: “Los votos del uribismo le permitirán al expresidente tomar los hilos y preeminencia en la toma de decisiones” y agrega: “creo que Iván Duque no tiene la trayectoria ni la sagacidad, además de los contactos políticos para emanciparse (de Uribe)”.
Los miedos que despierta el uribismo
Con la memoria fresca de lo vivido durante los ocho años de gobierno de Álvaro Uribe, el temor de millones de colombianos no es únicamente que se haga ‘trizas’ el acuerdo de paz (especialmente la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la participación política de los ex miembros de las FARC), sino que los peores tiempos de esa época revivan en el gobierno de Iván Duque:
“El regreso del uribismo al gobierno también inspira temores a que la injerencia del ejecutivo ponga en riesgo la autonomía de los otros poderes públicos, por ejemplo la independencia judicial, como ocurrió en el segundo periodo de gobierno de Uribe. En el mismo sentido, se mencionan las violaciones de Derechos Humanos ocurridas durante el mandato de Uribe, en el marco de la guerra contra las guerrillas y que se expresaron en miles de asesinatos denominados ‘falsos positivos’, cometidos por agentes estatales; y la connivencia de oficiales de las fuerzas armadas con grupos paramilitares”, asegura The New York Times en su artículo: Un triunfo para espantar los miedos, escrito por el columnista Héctor Riveros.
La vuelta del uribismo al poder, en cuerpo de Iván Duque, podría significar la instauración de un régimen totalitario con ínfulas de dictadura en Colombia, algo que sólo podrá evitarse con el ejercicio de una ciudadanía activa, mediante la movilización social que permita controlar al gobierno que está por comenzar.
LatinAmerican Post | Samuel Augusto Gallego Suárez