“Noisey Meets J Balvin”: un documental para entender su devoción por el reguetón
Mientras J Balvin pintaba casas, durante largas horas, componía ritmos y canciones que se transformarían en éxitos globales
Si eres de quienes vibra con el reggaetón probablemente sabes que este verano, J Balvin ha estado en la cima de las listas de Billboard con "I like it", que su debut como diseñador de ropa urbana augura el mismo éxito de su carrera musical y que sus ritmos estremecen cuerpos sin distinguir género, edad, lengua o nacionalidad.
Sin embargo, lo que muchos pueden llegar a desconocer es que antes de convertirse en uno de los artistas más influyentes de su género en el mundo, J Balvin pintaba casas 18 horas al día en Estados Unidos sin renunciar nunca a su verdadera vocación. Así lo relata el músico en un reciente documental producido por VICE y TAG Heuer, el cual exhibe los aspectos más humanos que consiguieron catapultar hacia el éxito al cantante latinoamericano.
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“Noisey Meets J Balvin” es el nombre del documental de 15 minutos donde los padres, un amigo y el propio artista hacen un recorrido por los sucesos que transformaron a José Álvaro Osorio Balvin en el J Balvin, quien le puso sello colombiano al reggaetón.
En el corto, un Balvin despojado de éxito y reconocimientos, recuerda haber crecido escuchando rock y heavy metal bajo la influencia de bandas como Nirvana y Metallica, mientras sobrevivía en un Medellín violenta donde las bombas explotaban en cada esquina y los jóvenes creían que la única manera de experimentar el poder era vincularse a pandillas o al crimen organizado.
Balvin también recuerda en el documental el camino que tuvo que recorrer antes de iniciar su proceso artístico, puesto que su pasión por la música solo la consideraba un hobbie y académicamente se formaba en Negocios Internacionales y Publicidad. Además de ello, persiguiendo un “sueño americano” más amargo que dulce, entendió que antes de buscar reconocimiento en territorio ajeno debía ganarse la admiración de su propio pueblo.
Colombia: cumbia, salsa y reguetón
El mencionado trabajo audiovisual, también relata la evolución que vivió Colombia para convertirse en exportador de reguetón. Puesto que el género fue durante mucho tiempo exclusividad de países como Puerto Rico, República Dominicana y Panamá. Artistas de otras naciones de la región, no tenían suficiente credibilidad para llegar a oídos de productores o emisoras interesadas en replicar el talento.
Es allí donde Medellín juega un papel importante, puesto que fue en esta ciudad donde el género se gestó, atrayendo la atención primero de colectivos culturales y jóvenes que compartían el gusto por esa especie de ‘hip-hop’ en español y exploraban su talento mientras cantaban en esquinas o grabando de manera ‘artesanal’ sus propias melodías.
Pero este escenario dejó de ser ajeno a oídos de productores y emisoras que empezaron a tomar en serio el movimiento y concedían grabaciones de un sencillo por tan solo 20 dólares, sin saber que entre las decenas de artistas en potencia que llegaban a los estudios, se encontraría uno de los más grandes del planeta.
Lo que empezó en las comunas de Medellín se convirtió entonces en el vibrar de una nación. Nombres como J Balvin y Maluma no solo han puesto a cantar en español al mundo, también han demostrado que el pasado violento de una ciudad o las situaciones difíciles, no tienen por qué marcar el destino ni desviar los sueños que se llevan en el alma.
Como lo indica J Balvin en el documental, una de los orgullos más grandes que puede destacar de su exitosa carrera es observar cómo los niños de Medellín que antes querían ser pandilleros ahora desean ser artistas. Jóvenes que han tomado la influencia del reguetón no solo como un estilo de vida, forma de vestir o género musical para escuchar, sino como una esperanza de prosperidad fundamentada en el arte.
Mira el documental completo aquí:
LatinAmerican Post | Krishna Jaramillo
Copy edited by Laura Viviana Guevara Muñoz
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