¿Qué nos queda de Aretha Franklin?
En la mañana del jueves 16 de agosto, Aretha Franklin murió en su residencia de Michigan a los 76 años
El mundo llora a la reina del soul, luego de que la agente Gwendolyn Quinn diera la noticia. Muchos artistas han expresado su lamento por la muerte de la artista y, sobretodo, su agradecimiento.
Aretha Franklin no solo deja un legado musical indudable e indiscutible, sino además nos queda la figura de una mujer cercana a la lucha por los derechos humanos y a las reivindicaciones de raza y de género.
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En estos primeros días sin ella, debemos escucharla para hacerle homenaje. Acá, las facetas de la artista.
La artista
Durante su infancia, en la década de 1950, Aretha Franklin cantaba en la iglesia de su padre, el reverendo C.L. Franklin, en Detroit. Sus primeras grabaciones de góspel en estudio son de cuando ella tenía 14 años.
El epíteto de reina del soul no es gratuito. Franklin fue una de las primeras artistas en usar arreglos y ritmos del góspel en la música secular y popular. Así, llevó su música de la iglesia al estudio y así cambió la música comercial para siempre.
Su carrera empezó en la discográfica Columbia, quienes quisieron hacerla una dama del jazz. Sin embargo, unos años después, Franklin ya se consagraba como lo que era: una artista del soul.
De ahí en adelante su influencia se disparó y empezó ella misma a escribir canciones. Para finales de los 60 ya había ganado dos premios Grammy y colaborado con artistas como Eric Claptone.
Sin contentarse con esto, la artista empezó a hacer sus propias versiones soul de canciones de otros géneros como el pop. Así, durante la década de 1970 se reinventó y además de hacer soul, se dejó seducir por lo que sería el comienzo de la música disco.
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Luego, en los, 80, Franklin llega a la cima de su carrera con su vuelta al soul, pero esta vez a un soul más pop, que la llevó a los primeros lugares de escuchadas en la radio y que llevó su música a oídos de todos.
Franklin era, además, una excelente pianista, de las favoritas de Elton John. Como él, se ganó el respeto de celebridades dentro y fuera de la industria musical.
La mujer negra
Como se ha dicho antes, Aretha Franklin no deja solo un legado musical. Ella, por alcanzar el éxito en una época de cambio, de liberación femenina y de luchas raciales, y por ser la mujer que fue, traspasó muchas barreras que nunca antes se habían traspasado.
Fue la primera mujer negra en ser la portada de la revista Time y la primera mujer en entrar al Rock and Roll Hall of Fame. La artista es la voz del soul en las emisoras y el rostro de las mujeres negras abriéndose paso en la industria musical y en los medios masivos.
Le abrió paso a las que seguirían después de ella y consiguió representatividad en las revistas y en la radio.
Es sabido también que Franklin estaba involucrada en las luchas por los derechos civiles y que en su casa familiar en Detroit fue visto Martin Luther King. Aretha Franklin reivindicaba su raza y su cultura desde la música pues puso en oídos de blancos la música negra. Esto representó un nuevo orgullo de la comunidad afro en Estados Unidos, pues su cultura estaba ahora en la radio.
Como si todo esto fuera poco, Aretha Franklin era también una voz del feminismo. La canción Respect, que le dio sus dos primeros Grammys, es una reinterpretación del éxito de Otis Redding.
La canción, que originalmente se trataba de una pareja en la que el esposo le pide respeto a su esposa cuando llega a la casa de trabajar, se volvió un himno que reclamaba igualdad de género en boca de la artista. Franklin se apropió de esta canción, originalmente cantada por un hombre, para darle un giro femenino. Cambió la letra de algunos versos y al pasar por su garganta, Respect se volvió un grito femenino que exigía respeto y dignidad.
LatinAmerican Post | Juliana Rodríguez
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