¿Es el nuevo arquero del Real Madrid una solución o un problema?
La llegada del portero belga fue vista en primera instancia como positiva. Sin embargo, al analizar en detenimiento, la situación no es tan buena
El mejor portero del mundial Rusia 2018, Thibaut Courtois, de la Selección de Bélgica, desembarcó en Madrid para reforzar al encopetado club merengue, actual tricampeón de Europa. En caliente, muchos dijeron “por 35 millones de euros y con tanta calidad, es una ganga y una gran decisión”, yo también lo dije. Sin embargo, en el equipo que ahora dirige Julen Lopetegui está Keylor Navas. Un extraordinario portero que, además, fue figura indiscutible y salvadora en esos tres títulos de UEFA Champions League.
Read in english: Thibaut Courtois: Is he a solution or a problem for Real Madrid?
En el fútbol siempre ha existido el debate de que tan necesario es contratar a un arquero extranjero teniendo uno que es bueno y que además aún está en cumplimiento de contrato, como por ejemplo Keylor Navas. Pero también es claro que si existe un equipo en el mundo que puede darse ese lujo es el Real Madrid. Acostumbrado a fichar en época post mundial a la “figurita” del momento como Ronaldo Nazario en 2002, Fabio Cannavaro en 2006 y James Rodríguez en 2014. En 2010 no pudo hacerlo ya que las figuras del mundial fueron Xavi Hernández y Andrés Iniesta, emblemas de su archirrival Barcelona y parece que tampoco en 2018, pues el mejor de Rusia fue Luka Modric, que ya juega con ellos, y quien, por el contrario, estuvo a punto de marcharse. Entonces ¿a quién contratar?
El rumor sobre el fichaje de Neymar se había caído desde finales de la temporada pasada (vaya usted a saber por qué), luego se fue Cristiano Ronaldo, lo cual ya se sospechaba en el entorno madridista por sus problemas con el fisco español. Se habló de Eden Hazard (también belga) y de Courtois, que es el único de élite que hasta ahora ha llegado. Al momento de redactar este artículo, faltaban 15 días para el cierre del mercado de pases en España y todo parece indicar, al menos desde nuestra perspectiva, que lo del espigado guardavalla, ex Chelsea, fue un capricho, como muchos otros que ha tenido el Real Madrid. Y es aquí donde evaluamos si su llegada es tan positiva en lo deportivo, como si lo es en el mercadeo.
Real Madrid no solo tenía a Navas como su principal arquero, sino que tenía un reemplazo bastante cumplidor como Kiko Casilla. Ahora, si ya no está el goleador, el hombre récord (CR7), ni tampoco una pieza alternativa de mitad de cancha como Mateo Kovacic, ¿no era mejor invertir ese dinero, por barato que haya sido, en un jugador de ataque, que pueda ser referencia de área para Karim Benzema y Gareth Bale? Tomando en cuenta que en el arco tienen a Navas. Quizá no con las mismas condiciones naturales de Courtois, pero de indiscutido talento también.
El conjunto merengue “mal acostumbró” a sus miles de seguidores en todo el mundo a ganar, sobre todo los torneos y copas internacionales, en este último lustro. En las competiciones locales la realidad es otra. Pero este 2018-19, sin Cristiano y sin el otro elemento clave de esta dinastía: Zinedine Zidane, comenzó mal en lo que respecta a torneos oficiales, con una derrota por 4-2 en la Supercopa de Europa ante el siempre difícil Atlético de Madrid. Primer golpe para la “Casa Blanca”.
Hay algo que no podemos asegurar de Courtois y es que tan bien lo puede hacer como titular del arco en una competición tan exigente como la Champions League, en la cual no jugó muchos partidos con el Chelsea en los años recientes, como si se cansó de hacerlo Navas. La otra duda, es que tan bien le hace al técnico Julen Lopetegui y al plantel en general jugar con dos arqueros que se estén rotando constantemente, lo cual parece un hecho bastante probable, porque ni Courtois llegó para ser reemplazo, ni Navas merece serlo ahora tras todo lo que ganó. Decisión difícil, incomodidad en el plantel y en los dos arqueros, y el equipo adoleciendo de un delantero que se acerque en producción a lo que generaba Cristiano Ronaldo.
LatinAmerican Post | Onofre Zambrano