El 25 de agosto murió el senador republicano y defensor de los inmigrantes en Estados Unidos, John McCain, a raíz de un agresivo cáncer cerebral

El sábado 25 de agosto murió el senador republicano, John McCain, a los 81 años de edad, tras renunciar a su tratamiento para un agresivo cáncer cerebral contra el que luchó por más de doce meses. 

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Su defensa a los inmigrantes

Desde 2007, McCain se encargó de promover y defender un plan migratorio integral enfrentándose a la derecha de su propio Partido Republicano. Sin embargo, de acuerdo con Univisión, en 2008 el senador puso sus ojos en las presidenciales y una mala asesoría lo llevó a decir que votaría en contra de su propio proyecto de ley migratorio para ganarse a su partido. 

A pesar de esta contradicción, en 2013 el senador declaró que los republicanos no podían darse el lujo de perder el voto hispano que Obama les arrebató en las presidenciales. Así, junto a siete senadores más inició un proceso que pretendía otorgarle una Green Card, o permiso de residencia, a aquellos 11 millones de personas que se estimaba vivían ilegalmente en los Estados Unidos. 

Para ello, los interesados tendrían que registrarse en un sistema federal, pagar impuestos correspondientes a todos los años que habían vivido en el país y conseguir una autorización para vivir y trabajar temporalmente. La medida quedó sepultada en la Cámara de Representantes porque el entonces líder de la mayoría republicana, John Boehner, se negó siquiera a someterla a debate.

Pero McCain no se dio por vencido. Ali Noorani, director ejecutivo del “Foro Nacional de Inmigración”, recordó en una columna de opinión la lucha de McCain en 2016 por la extensión de un “Programa Especial de Visas para Inmigrantes” (SIVs), que permitió el ingreso a EE.UU. de inmigrantes iraquíes y afganos que apoyaron a tropas estadounidenses en esa zona de combate.

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“McCain supo corregir sus errores y se reivindicó uniéndose a senadores de ambos partidos. Su oposición firme y elocuente a los insultos y ataques de Trump a la democracia hacen que la pérdida física de McCain deje un vacío que nadie podrá llenar”, subrayó Federico DeJesús, estratega demócrata, al diario La Opinión. 

Su dura enfermedad lo obligó a ausentarse del Senado desde diciembre, pero desde casa siguió criticando y atacando algunas decisiones de la administración Trump, incluyendo la separación de familias en la frontera sur. Esa política “es una afrenta a la decencia del pueblo estadounidense y contrario a los principios y valores sobre los que se fundó esta nación. La administración tiene el poder de anular esta política y debe hacerlo ahora”, dijo McCain en junio de 2018.

La animadversión existente entre Trump y McCain era tanta que, después de conocer la gravedad de su caso, el senador dijo que no quería a Trump en su funeral. Pocas horas después salió un comunicado de la casa blanca que explica que el presidente de los Estados Unidos "no asistirá a las pompas fúnebres en honor al senador John McCain, fallecido hace dos días tras luchar contra un cáncer cerebral". 

"Se escribirá mucho sobre él, pero el senador McCain será recordado por los 'soñadores' y activistas como una voz de liderazgo y razón sobre inmigración. Esperemos que su legado pueda obligar al Senado a aprobar finalmente la reforma migratoria y reavivar la chispa del sueño americano para las generaciones venideras", dijo César Vargas, codirector de Dream Action Coalition. 

LatinAmerican Post | Luisa Fernanda Baéz

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