Tras 24 años del estreno del mítico sitcom, la aclamada serie aún sigue dando de qué hablar 

Se cumplieron 24 años del estreno de la mítica serie de comedia Friends. Protagonizada por Jennifer Aniston, Courteney Cox, Lisa Kudrow, Matthew Perry, Matt LeBlanc y David Schwimmer, quienes daban vida a Rachel, Monica, Pheobe, Chandler, Joey y Ross, respectivamente.

El famoso sitcom cuenta con 10 temporadas y 236 episodios, los cuales se centran en narrar las travesías cotidianas que deben atravesar los seis amigos, con un clásico toque de humor y algunas veces incluso con un toque de drama. Ambientada en Nueva York, durante los 10 años de transmisión se pudo apreciar el crecimiento personal de cada personaje, desarrollando un apego con ellos difícil de igualar con alguna otra serie.

“Marta Kauffman y David Crane son los creadores y productores de esta serie. Tras explorar nuevas fronteras con Deam On para HBO, se han embarcado con Friends en una serie más convencional, en apariencia, pero que promete ser igual de seductora. El reparto es atractivo, el diálogo tiene el tono perfecto de 1994, y colocada entre Mad About You y Seinfeld esta serie puede llegar a tenerlo todo" comentó el New York Times luego del estreno y de manera acertada, ya que la aclamada serie llegó a tenerlo todo.

Sin embargo, siempre a la par de la comedia, también trata temas sociales que son delicados de abordar incluso hoy en día, buscando normalizar situaciones que para algunos puede ser tabú solo hablar de ellas.

En celebración de su aniversario, te comentaremos 3 de los motivos por los cuales Friends es una seria avanzada para su época:

1. Pareja de lesbianas

Desde la primera temporada, la serie nos cuenta que Ross, protagonizado por David Schwimmer, acaba de pasar por un divorcio debido a que la mujer con la que había contraído matrimonio, llamada Carol, decidió salir del clóset y compartir su vida con Susan, quien resultó ser su verdadero amor. Como plus a esta situación, se añade que la pareja estaba a la espera de un hijo, por lo cual Ross tuvo que hacer a un lado todos los rencores y prejuicios que podía tener para poder formar parte de la vida de su hijo y verlo crecer en un ambiente libre de conflictos y lleno de cariño para él.

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2. Alquiler de vientre

En la cuarta temporada, el popular sitcom trato el tema de la gestación subrogada. Varios episodios antes, se dio a conocer que la excéntrica Pheobe Buffay tenía un hermanastro, quien mantenía una relación con una profesora mayor que él y con la cual contrajo matrimonio un tiempo después. Debido a la edad de su esposa, los conyugues no podían tener hijos, por lo cual decidieron acudir al personaje al que le daba vida la actriz Lisa Kudrow, pidiéndole que por favor le prestara su vientre para que en conjunto con los espermatozoides y los óvulos de la pareja, lograran tener un hijo. Ella, sin pensarlo mucho, aceptó la particular petición para poder otorgarle esa gran felicidad a su medio hermano. “Yo solo sería el horno, el bollo sería suyo” fue la frase que utilizó la protagonista para explicarle la decisión a sus amigos.

3. Infertilidad y adopción

Uno de los momentos más tristes de la serie es en la temporada nueve, cuando Chandler y Monica se enteran de que no pueden tener hijos juntos, debido a que los espermatozoides de él eran muy lentos y el útero de ella muy agresivo. Lo cual da como resultado una incompatibilidad entre la pareja para poder concebir un hijo. Perry, en la serie, habla con su esposa para conseguir un donante de esperma. Ella lo rechaza, alegando que no quiere concebir un bebé que no sea de su marido. Esto lleva a la querida pareja a tomar la decisión de adoptar.

En la décima temporada, Chandler y Monica consiguen una joven embarazada con la intención de poner en adopción a su bebé, y luego de un emotivo discurso por parte de Chandler, ella decide dárselo. Poco antes del final de la serie, en el parto, se enteran que en realidad era un embarazo de gemelos. La pareja acepta adoptar a los dos, dándole un final más que feliz a esta historia de amor.

LatinAmerican Post | Francisco Sálazar
Copy edited by Marcela Peñaloza

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