De la animación a la realidad: Disney le apuesta al remake live action

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"No son tontos y saben que sería complicado y, a la vez, muy arriesgado rehacer los clásicos en el mismo terreno de la animación en el que nacieron": Edmon Roch

Hace un par de semanas, Disney hizo públicos los trailers de dos películas que se estrenan en 2019: Dumbo y El Rey León. A diferencia de sus homónimas de 1941 y 1994, los dos largometrajes no serán animados, sino que contarán con actores interpretando a los personajes de estos clásicos de Disney o, en el caso de los animales, versiones reales de sí mismos.

Read in english: From animation to reality: Why is Disney making live-action remakes?

Por un lado, la película del 'elefantito volador' llegará a los cines del mundo el próximo 29 de marzo. Por otra parte, la historia de Simba se estrenará el 19 de julio con el fin de celebrar los 25 años del estreno de la versión animada, según Infobae. Sin embargo, estos son solo unos ejemplos de lo que Disney ha hecho durante los últimos años, recreando sus clásicos animados en lo que los expertos han denominado live-action.

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¿Una necesidad?

Así como a muchas personas parece interesante apostar por remakes reales de las épicas historias animadas, a otras no les parece coherente este "cambio", y lo argumentan diciendo que son las mismas historias solo que en un formato más real y menos fantasioso. Por ejemplo, sitios web como Los Replicantes han tildado este cambio como necesario para la economía de Disney, mas no para los intereses y gustos de sus espectadores.

"Quizá, en un intento de recuperar a toda esa generación perdida (…) a alguien se le ocurrió la feliz idea de hacer de esos personajes clásicos personajes de carne y hueso. ¡Error! ¡A esta generación le gustan los dibujos animados!", dijo el medio en uno de sus artículos.

No obstante, Hollywood se ha convertido en una industria que se ha inclinado en los últimos años por la realización de las mismas historias, pero en otros formatos. Por lo que Disney, con su importancia, no se podía quedar atrás.

En relación con esto, el productor de Las aventuras de Tadeo Jones, Edmon Roch, aseguró que "Disney se suma a la política de remakes y secuelas. Pero no son tontos y saben que sería complicado y, a la vez, muy arriesgado rehacer los clásicos en el mismo terreno de la animación en el que nacieron".

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Por otro lado, el diario La Vanguardia recuerda que, aunque la idea de un remake es contar la misma historia con un argumento un tanto diferente, Disney, en esencia, tiene una ideología y resultados únicos. Por esto, aunque sus películas de live-action son "una lectura fiel al filme original (…) quizá ahí reside precisamente la gracia y el secreto de su éxito", explica el medio español.

También, en cuestión de pago de guión, la idea resulta muy atrayente. Según el portal Espinof, "el WGA (el gremio de guionistas de Estados Unidos) no cubre las producciones animadas, así que Disney no tiene ninguna obligación de pagar alguna compensación económica a los responsables del libreto original en el caso de estas adaptaciones en imagen real".

Por supuesto, este tema no ha gustado mucho a varios de los viejos guionistas de las películas animadas como Terry Rossio, guionista de Aladdin.

"Es muy extraño que literalmente las únicas palabras habladas en el tráiler de Aladdin sean al ritmo de lo que mi compañero y yo escribimos y que Disney no nos ofrezca ninguna compensación (o a ninguno de los guionistas de estos remakes en acción real), ni siquiera una camiseta o un pase para los parques temáticos", escribió Rossio en su cuenta de Twitter.

Sin embargo, Disney sabe cómo hacer sus jugadas, y en este caso la norma juega a favor de ellos.

Toda una franquicia

Además del estreno de Dumbo, El Rey León y Aladdin, varios medios especializados como la revista E! o 20 minutos ya anunciaron también el estreno de al menos siete remakes de los clásicos de Disney. Entre los más importantes están Mulan (1998); La dama y el vagabundo (1955); Campanita (Peter Pan, 1953) y Pinocho (1940).

Todo esto inició en 1994 con la primera cinta real de El Libro de la Selva (1967), titulada con el mismo nombre más la frase "la aventura continúa". Los Angeles Times informó en el año de su estreno que "el estudio (Disney) pone en pantalla una película de acción en vivo que cuesta casi 30 millones de dólares", presupuesto más que elevado para la época.

A esta le siguieron 101 dálmatas (1996) y su secuela 102 dálmatas (2000), para saltarse hasta Alicia en el país de las maravillas (2010). Esta última fue el inicio de toda una serie de remakes en la vida real, durante los últimos 8 años.

Con todo esto, no cabe duda de que mientras los números den y las personas muestren algo de ilusión por estas historias, Disney seguirá explotando sus clásicos en un nuevo formato mucho más real. Después de todo, como lo describió El País de España, esta empresa de entretenimiento es dueña de "un territorio mágico con dos palabras prohibidas: colorín, colorado".

LatinAmerican Post | Christopher Ramírez Hernández

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