¿Por qué la OPEP pierde a uno de sus miembros más antiguos?
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La decisión del gobierno de Catar de abandonar la OPEP luego de 57 años ha resucitado el debate sobre el rol de la organización y sus miembros
El pasado día lunes el ministro de energía catarí Saad Sherida al-Kaabi anunció que su país abandonará la OPEP en enero de 2019, lo que sin duda conmocionó a muchos analistas del mundo petrolero al culminar una historia de 57 años de membrecía, apenas un año menos que Venezuela, Irán, Iraq, Arabia Saudita y Kuwait quienes fundaron dicha organización en 1960. Ahora bien, dos preguntas cabe hacerse: ¿a qué se debe dicha decisión? y ¿cómo impactará a la OPEP, y especialmente a sus miembros latinoamericanos?
Read in english: Why did OPEC lost one of its oldest members?
El país más rico del mundo… en gas natural
Catar es el país más rico del mundo si lo mediamos en términos de pib per cápita, con un ingreso de 128.702 USD anuales según reportó el FMI este año, y la base de esta riqueza -como en buena parte del Medio Oriente- proviene de la exportación de hidrocarburos. Pero no solo del petróleo, sino fundamentalmente del gas natural. De hecho Catar es el mayor exportador de gas natural licuado del mundo con 77,2 millones de toneladas anuales, cifra superior a lo que exportan en conjunto Australia con 44,3 y Malasia con 25, segundo y tercer mayor exportador respectivamente a nivel mundial.
Por lo tanto el interés de Catar, un país de apenas 2,6 millones de habitantes y que organizara el próximo mundial de futbol en 2022, está realmente en el gas natural y no tanto en el petróleo. Esto no implica que descuidará su interés en el negocio petrolero, sino más bien que decidirá jugar un rol destacado antes que uno de mero espectador como viene sucediéndole dentro de la OPEP en los últimos años. La producción petrolera de Catar fue de 609 miles de barriles diarios lo que representa apenas el 1,85% de la producción de los países OPEP según su reporte mensual de noviembre.
¿La OPEP es Arabia Saudita?
Adicionalmente a eso, y como un factor preponderante para anunciar el cuestionado retiro, es que Arabia Saudita en alianza con los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Egipto le impuso un boicot político y económico en 2017 por apoyar supuestamente al terrorismo. Este aislamiento se trasladó al seno de la OPEP en donde el reino de Riad viene tomando decisiones de manera unilateral en materia de recortes de la producción apoyándose en el otro gigante por fuera de la organización como lo es Rusia. Los sauditas produjeron en octubre 10,6 millones de barriles diarios (MMBD) mientras que los rusos impusieron un record en la era post-soviética al bombear 11,6 MMBD.
Lo cierto es que la OPEP, catalogada como un cartel por muchos analistas y políticos, entre ellos el presidente de los Estados Unidos Donald Trump, cada vez funciona menos como lo hizo en décadas pasadas en donde la importancia de sus miembros era muchos más pareja. Hoy día, el peso relativo Arabia Saudita dentro de la organización ha ido creciendo gracias -entre otras cosas- a las sanciones norteamericanas a Irán, la grave crisis económica que atraviesa Venezuela, la inestabilidad política en Libia, lo cual ha ocasionado menores exportaciones de crudo al mercado desde estos países de lo que exportaban una década antes.
Ante este panorama el régimen saudí quien siempre jugó un rol decisorio dentro y fuera de la OPEP estaría compartiendo dicho rol en la actualidad con Moscú quienes en conjunto aportan en la actualidad el 25% de la producción mundial. De hecho en el último gran recorte de la producción entre países OPEP y algunos países no OPEP que se efectuó en octubre de 2016 de 1,8 millones de barriles diarios, solo Rusia retiro 300 mil barriles diarios del mercado. La OPEP se estaría transformando de una organización de dos bandos medianamente equilibrados a una organización con un solo gran astro, Arabia Saudita, y conjunto de satélites gravitando en torno a él.
Qatar, Venezuela y Ecuador
Por ende la decisión de Catar de abandonar la OPEP realmente no tendrá un impacto significativo, más allá de la resonancia que causa cualquier noticia en el mercado petrolero, sobre todo si proviene de un país del Medio Oriente. Los barriles que pudiese dejar de aportar este país en un eventual acuerdo de recorte, serian facialmente asumidos por los sauditas o rusos sin ningún problema.
Por otra parte Ecuador y Venezuela, los únicos países latinoamericanos de la OPEP, tampoco tienen un peso significativo, con una producción de 525 mil barriles diarios y 1,2 millones de barriles diarios respectivamente. El primero siempre ha sido un país pequeño dentro de la organización; no obstante, Venezuela, país fundador, primer exportador de crudo por varias décadas en el siglo XX, hoy día sufre una devastadora crisis económica que ha generado una debacle de su producción petrolera que representa apenas el 3% de la producción OPEP actual.
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En contraste con Catar, quien no solo mantendrá sus inversiones en materia petrolera dentro y fuera de su territorio sino con un presente y futuro ligado al gas natural como principal exportador, el país caribeño no cuenta con una fuente alterna de ingresos y según algunas estimaciones requeriría un precio del barril superior a los 200$ para equilibrar sus cuentas fiscales por lo que su rol deberá ser el de plegarse a las decisiones del eje Moscú-Riad y abogar por un recorte que pueda recuperar un poco el precio del crudo.
LatinAmerican Post | Luis Alberto Lozada
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