Supercopa de Italia: ¿pasión o negocio?
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En los últimos años, varias competencias del fútbol europeo se han desarrollado en tierras lejanas a sus países de origen. ¿Por qué esta tendencia?
El próximo 16 de enero se jugará el partido correspondiente a la Supercopa de Italia, entre el campeón de la Serie A (liga), Juventus, y el subcampeón de la Copa de Italia, Milán; esto último debido a que el equipo de Turín también se alzó con la copa en la temporada 2017-2018.
Sin embargo, el máximo trofeo del fútbol italiano no se jugará en dicho país, sino que tendrá lugar en Arabia Saudí, específicamente, en el estadio Al-Jawhara, situado en Yeda. Esta ciudad, según el diario Sport, es la segunda más poblada del país oriental con 3,5 millones de habitantes.
“La Supercopa italiana se jugará en Arabia Saudí: la Liga Serie A y el organismo que gestiona el deporte saudí, la General Sports Authority (GSA), anuncian el acuerdo para jugar en el país árabe el partido entre Juventus y Milán”, fue el anuncio oficial de la Seria A Tim en Twitter. La última vez que estos dos equipos se enfrentaron en la 'Supercoppa', fue en 2016. En ese entonces, el equipo 'rossonero' se quedó con el título al vencer por 4-3 a la Juventus, en la tanda de penales.
¿Por qué no jugar en Italia?
“En este mundo del fin de siglo, el fútbol profesional condena lo que es inútil, y es inútil lo que no es rentable”, es una de las frases con que el escritor uruguayo, Eduardo Galeano, describe el fútbol moderno, en su libro ‘El Fútbol a sol y sombra’. Para el caso de Italia, esta frase tiene mucha razón.
Por supuesto que el dinero tiene mucha influencia en la decisión que tomó la Serie A Tim para organizar su Supercopa en tierras extranjeras. Para nadie es un secreto que este tipo de copas de un solo partido no llaman mucho la atención de los espectadores, problemática que se traduce en menos entradas económicas para los organizadores de las mismas.
Por el contrario, jugarla fuera del país se convierte en un negocio del cual sacar grandes ganancias. De acuerdo con La Vanguardia, la organización de la Supercopa de Italia en Arabia Saudí podría representar una entrada de casi 7 millones de euros. Según Calcio e Finanza, portal web especializado en los aspectos económicos y financieros del fútbol italiano, en el acuerdo firmado entre el presidente de la GSA, Turki Al-Shiekh, y el director general de la Serie A, Marco Brunelli, se específica que 3,2 millones de euros irán directamente a las arcas de cada club (Juventus y Milán).
En cuanto a dinero, este cambio mejora sustancialmente los ingresos de los equipos participantes y de la liga, pues, en años anteriores, lo más que se pudo alcanzar fue una cifra total de 4 millones de euros por cada Supercopa jugada, añadió el sitio italiano.
Ahora bien, este negocio no será de solo una vez. La Serie A Tim indicó que “el acuerdo es de tres finales en Arabia Saudita en los próximos cinco años”, lo que representaría una ganancia de un poco más de 20 millones de euros, en solo tres años.
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Un “síntoma” mundial
Aunque la noticia ha generado asombro entre varios amantes del fútbol alrededor del mundo, esta no será la primera vez que se organiza la Supercopa de Italia por fuera del país. De hecho, fueron los italianos los primeros en exportar esta copa lejos de su territorio.
La Serie A recordó que “la Copa se levantará lejos de Italia por décima vez: en el pasado, la Final se jugó en Washington (Estados Unidos) en 1993, en Trípoli (Libia) en 2002, en Nueva York (Estados Unidos) en 2003, tres veces en Beijing (China) (2009-2011 y 2012), dos veces en Doha (Qatar) (2014,2016) y en 2015 tuvo lugar en Shanghai (China)”.
Por otra parte, la Ligue 1 de Francia ha hecho lo propio, jugando su Supercopa en tierras extranjeras, de manera ininterrumpida desde el 2009. “2009 (Montréal, Canadá); 2010 (Radès, Túnez); 2011 (Tánger, Marruecos); 2012 (Nueva York, EE.UU.); 2013 (Libreville, Gabón); 2014 (Pekín, China); 2015 (Montréal, Canadá); 2016 (Klagenfurt, Austria) y 2017 (Tánger, Marruecos)”, es la lista recopilada por Mundo Deportivo.
Pero, el 12 de agosto de 2018, España se unió a este selecto grupo, organizando este torneo en suelo marroquí. “Donde manda patrón no manda marinero. A nosotros nos ponen una fecha y un horario y para allá vamos. Se hace raro porque es la Supercopa de España y la jugamos en Marruecos”, dijo sorprendido Nolito, jugador del Sevilla, equipo que perdió la final contra el Barcelona, por resultado de 2-1.
De esta forma, citando nuevamente a Eduardo Galeno, “el juego (fútbol) se ha convertido en espectáculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores, fútbol para mirar, y el espectáculo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo”, perdiendo así, incluso, la esencia de lo que es la patria y la identidad.
LatinAmerican Post | Christopher Ramírez Hernández
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