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Venezuela: fuente de fricciones en el Consejo de Seguridad

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La proclamación de Juan Guaidó creó tensiones entre E.E.U.U y Rusia, y dividió de nuevo a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad en sus antiguos bandos

Venezuela: fuente de fricciones en el Consejo de Seguridad

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La reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas este sábado, demostró que Venezuela continúa siendo el principal punto de choque entre los Estados Unidos y Rusia. Con aliados en ambos bandos, el apoyo a Juan Guaidó determina con quién se alinea cada país.

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En esta reunión, el representante de Rusia ante el Consejo de Seguridad, Vassily Nebenzia, fue claro en su rechazo a la presidencia de Guaidó y enfático en la ilegitimidad de su cargo. Para Rusia, apoyar a Juan Guaidó significa un “quebrantamiento del derecho internacional” así cómo un intento de “orquestar un golpe de estado”.

A través de Nebenzia, la delegación rusa intentó dejar el tema de Venezuela por fuera de la agenda: “Venezuela no supone una amenaza para la paz ni para la seguridad”, aseguró.

Nebenzia se enfrentó a Mike Pompeo, secretario de Estado de los Estados Unidos, quien descartó las afirmaciones de la delegación rusa, asegurando que el apoyo a Guaidó es necesario, pues Venezuela se está convirtiendo en un problema para la región.

Según Pompeo, el gobierno de Maduro es el responsable de que Venezuela “muera de hambre”, lo que ha causado el éxodo masivo de venezolanos a otros países de Latinoamérica y el Caribe.

“Ahora tenemos un nuevo presidente en Venezuela: Juan Guaidó”, aseguró Pompeo. “Ha prometido celebrar elecciones, devolver el orden constitucional al país y la seguridad a la región. No podemos postergar esta conversación crucial”.

En la votación, nueve miembros votaron a favor de continuar la conversación en torno a Venezuela (Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Perú, Bélgica, Polonia, Kuwait, y República Dominicana) y cuatro votaron en contra (Rusia, China, Guinea Ecuatorial y Sudáfrica).

Las Naciones Unidas presionan por una resolución política del conflicto

Rosemary Di Carlo, secretaria general adjunta de la ONU para asuntos políticos y consolidación de la paz, tomó la palabra después. En su intervención lamentó la polarización política en Venezuela, que dificulta encontrar consensos y trajo a colación cifras que demuestran la gravedad de la situación.

Según Di Carlo, entre 2015 y 2017 3,7 millones de venezolanos sufrieron de subalimentación, y en los últimos años se duplicó la tasa de mortalidad infantil, asegurando que estas condiciones han obligado a 2,3 millones de venezolanos a migrar forzosamente hacia naciones vecinas.

Los Estados Unidos buscan aliados

Pompeo no perdió el tiempo al ver que la secretaria general adjunta hizo eco a su sentimiento de urgencia.

“Es el momento para que cada nación elija un lado”, manifestó el secretario de Estado. “No más retrasos, no más tretas: o están con las fuerzas de la libertad o están aliados con Maduro y su caos”.

Esta intervención de los Estados Unidos, que recuerda a la polarización de la Guerra Fría, dejó ver las intenciones de la administración Trump respecto a la crisis de Venezuela. Para los Estados Unidos, poner fin al régimen de Maduro es prioridad, mientras que el mecanismo que lo destituya de su cargo les es indiferente.

Rusia y China denuncian el intervencionismo

“Los estadounidenses no han cambiado en absoluto en su manera de ver a América Latina como su zona de interés exclusiva, un patio trasero en donde pueden hacer lo que les de la gana” respondió Nebenzia.

Para la delegación rusa, la prioridad era probar que la situación en Venezuela no suponía un riesgo para la seguridad de la región, y que por tanto no ameritaba la participación del Consejo de Seguridad ni el debate dentro de este organismo.

China se vinculó a Rusia, que también retó a Francia planteando un escenario hipotético: “¿Qué le parecería a usted si la Federación Rusa pidiese discutir en el Consejo de Seguridad la situación de Francia con los chalecos amarillos, que este fin de semana se manifiestan en las calles por montones?” interrogó Nebenzia.

La opinión está dividida en América Latina

Entre los países latinoamericanos que manifestaron sus posiciones ante la sesión del Consejo de Seguridad se encuentran Colombia y Bolivia. Ambos difieren en su posición respecto a los acontecimientos de esta semana en Venezuela.

Por su parte, el canciller colombiano Carlos Holmes Trujillo no titubeó a la hora de expresar su “decidido y firme apoyo” a Juan Guaidó y a su presidencia. También enfatizó la urgencia de restaurar el orden en Venezuela, pues está poniendo en riesgo a Colombia, quien ha visto cómo el régimen “se apodera” de las inversiones de colombianos en el vecino país, que además se ha convertido en “refugio para grupos terroristas”.

Bolivia manifestó una posición contraria. Por medio del embajador de este país ante la ONU, Sacha Llorenti, el país andino demostró su apoyo a la presidencia de Nicolás Maduro, pero también fue enfático a la hora de denunciar la urgencia de intervención de los Estados Unidos.

“Lamentablemente vemos que el interés de quien convocó a esta reunión no es la democracia o los derechos humanos, el verdadero interés es de promover situaciones de inestabilidad para usarlas a favor de sus políticas de cambio de régimen y de control de los recursos naturales” aseveró Llorenti.

 

LatinAmerican Post | Pedro Bernal

Copy edited by Juliana Suárez

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