Venezuela: Apoyo, intimidación, censura y estrategia
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Desde el apoyo internacional hasta la represión, Venezuela busca una salida a la crisis política
El comienzo de año para Venezuela fue uno muy turbulento. Primero, Nicolás Maduro se juramentó presidente bajo la mirada y el rechazo internacional. Segundo, Juan Guaidó, quien para muchos era un nombre desconocido, se proclamó presidente interino de Venezuela bajo el apoyo de la Asamblea Nacional, organización que desde el 2015 es manejada por la oposición venezolana.
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En las últimas semanas, y a lo largo de todo el país, se han llevado a cabo varias marchas que reclaman que Nicolás Maduro deje el poder, y así apoyar a que la oposición tome el control de país, el cual ha estado sumido en una crisis política, económica y social en los últimos años. Sin embargo, estas marchas han sido contrarrestadas por las personas que apoyan el régimen chavista.
Juan Guaidó y el apoyo internacional
Varios países latinoamericanos han apoyado a Guaidó como presidente y han rechazado a Maduro como el legítimo presidente. Como si se tratara de un dominó, el apoyo internacional se ha desplegado, ya que tanto organizaciones como países han reconocido a Guaidó como presidente. Así, desde la ONU hasta varios miembros del Grupo de Lima han volcado su apoyo hacia el líder de la oposición; la última institución que presentó su apoyo fue el Parlamento Europeo, mediante una sesión realizada el jueves 31 de enero.
De esta manera, esta institución se convierte en la primera europea en presentar su apoyo a Guaidó. Como lo afirma El Clarín, el texto donde se presentaba el reconocimiento, fue aprobado por 439 votos a favor, 104 en contra y 88 abstenciones. Dentro del mismo texto, también se realiza el pedido a que los gobiernos europeos “hagan el reconocimiento de Guaidó de inmediato”. En la propuesta, impulsada por “el grupo conservador y consensuado con los liberales y los socialdemócratas”, también afirmaron su rechazo a cualquier tipo de violencia como medio para resolver la crisis.
Como consecuencia del apoyo internacional, Guaidó comenzó a designar a embajadores en 10 de los países de América Latina, ratificando su papel de presidente interino y mejorando las relaciones que el chavismo ayudó a deteriorar.
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Intimidación y censura
Como es de esperarse, Nicolás Maduro no se podía quedar ni quieto ni callado ante la situación de su país. En declaraciones hacia quienes lo apoyan, manifestó que no cedería el poder, y que toda la intervención internacional era un plan para destruir el país. De igual manera, recalcó que la ayuda internacional no tenía porqué meterse en los asuntos venezolanos, recalcando que Venezuela era un país que se regía ante la Constitución.
Sin embargo, y como si estuviera acorralado, el gobierno chavista recurrió a reprimir la prensa y en entrar a la fuerza a la casa de Juan Guaidó. En la primera situación 3 periodistas, 1 español y dos colombianos, fueron detenidos por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). EFE, agencia a la que pertenecían los periodistas, realizó el denuncio a lo que el gobierno venezolano respondió que los periodistas no contaban con los permisos necesarios para poder trabajar. Sin embargo, EFE no fue la única agencia que reportó la detención de los periodistas, pues RSF España también comunicó una situación similar.
Por otro lado, y como otro método de intimidación, el jueves, Juan Guaidó denunció que varios cuerpos de élite de seguridad fuerzas especiales se encontraban cerca de su casa con el fin de intimidar a su familia. En un acto público denunció que “El FAES (Fuerzas de Acciones Especiales) está en mi casa, preguntando por Fabiana (su esposa). En este momento la dictadura cree que nos va a amedrentar”. De igual manera, condenó al chavismo de cualquier cosa que le pudiera pasar a su hija de 20 meses.
Sumado a lo anterior, en Venezuela y según El Clarín, 39 personas han muerto producto de la represión en las marchas, quienes fueron violentados por medio de disparos en la cabeza y/o el pecho. Según cifras del Observatorio de Conflictos y del Foro Penal Venezolano, ya van 939 detenidos por la participación de protestas contra el régimen. De ese número todavía hay 755 personas que aún están encerradas.
No cabe duda frente a esas cifras, que el gobierno de Maduro recurre a la represión y a la violación de derechos humanos para tratar de acallar a la población venezolana que cada día se siente más cansada por la falta de garantías en servicios básicos, prometidas por el gobierno chavista.
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La salida de Guaidó
Juan Guaidó, tiene la certeza de que para poder tomar el control total del país es necesario el apoyo militar. Por eso en los últimos días anunció la “ley de amnistía”, la cual pretende solventar a civiles y militares que actuaron contradiciendo lo que dicta la Constitución. Con esto pretende atraer a las principales fuerzas militares para que se unan a él y ayuden a acabar con el régimen chavista.
Sin embargo, para Human Rights Watch, es necesario un cambio en la ley. Según la organización la modificación es pertinente “para asegurar que cumpla con estándares internacionales de derechos humanos”.
Para José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch “las disposiciones imprecisas y vagas que contiene el proyecto de ley de amnistía podrían permitir que se garantice la impunidad a agentes del estado responsables por graves abusos (…) cualquier amnistía que impida investigar y procesar a funcionarios públicos y militares responsables por graves violaciones de derechos humanos es incompatible con las obligaciones jurídicas internacionales de Venezuela”, como lo reporta la página web de la Organización.
Por otro lado, uno de los temas que más pueden preocupar y necesitan ser atendidos es la ayuda que Rusia y China le otorga al país. Frente a esto, Guaidó en una entrevista con Reuters, afirma que ha enviado varias solicitudes a esos países, afirmando que “lo que más conviene a Rusia y China es la estabilidad del país y un cambio de gobierno", puntualizó.
LatinAmerican Post | Laura Viviana Guevara Muñoz
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