Rafael Dudamel y su clave para recuperar la competitividad del fútbol venezolano
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Un subcampeonato del mundo en la categoría sub20, un estilo de juego definido, y un sostenido desarrollo de jóvenes sostienen el proyecto del ex arquero al frente de ‘La Vinotinto’
El próximo mes de abril se cumplirán tres años del arribo, diríamos por emergencia, del ex portero Rafael Dudamel al mando de la Selección de mayores de Venezuela, así como también de la juvenil sub20. En su momento, la designación no fue vista con muy buenos ojos por los aficionados, principalmente por el poco recorrido del mencionado en el banquillo, sin embargo, casi 36 meses después la apuesta ha funcionado y va por muy buen camino.
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En una de sus primeras declaraciones apenas culminaron las eliminatorias para Rusia 2018, -en las que cuando tomó el mando ya Venezuela no tenía ninguna posibilidad de clasificación, pero sí mejoró su rendimiento y sus resultados-, Dudamel apuntó al amplio universo de futbolistas con los que espera trabajar durante las fechas FIFA bien sea en amistosos o en partidos. El técnico considera que mientras más amplio sea el grupo más podrá tener alternativas y variantes, diferente a casarse con el mismo grupo de jugadores. “Para muchos es un tiempo largo hacia Qatar 2022, pero para nosotros que solo podemos trabajar cada cierto tiempo con los jugadores no lo es”, refiriéndose claramente a aprovechar el tiempo.
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Dura labor: resultados de aplausos
El trabajo para Dudamel es titánico, no solo por haber tomado a la selección de mayores con unas eliminatorias con destino resuelto, sino por su juventud, y la situación país, que ha desatado muchos rumores en los medios sobre una posible salida del técnico a un banquillo con mayor estabilidad, no solo económica sino social. Eso sin mencionar, que las eliminatorias de Conmebol por calidad de los rivales y por duración en el tiempo son por lejos las más complicadas de las adscritas a FIFA.
Pero Rafael ha sorteado hasta la fecha muchos de esos obstáculos, principalmente por su carácter y amparado en su figura de ex jugador y compañero para los jugadores más veteranos y de padre férreo pero motivador para los más pequeños. Los equipos de Dudamel se esmeran en el colectivo y el buen funcionamiento defensivo y a partir de allí, generan oportunidades en ataque. Son equipos ordenados, disciplinados en la marca, potentes físicamente y contragolpeadores.
No suelen ser tan técnicos sus combinados, pero Dudamel parece ser de la idea de que lo más importante son los resultados. Tampoco son equipos ‘amarretes’ y muy defensivos, en realidad presentan equilibrio. Hay que decir también que el ex portero ha sabido sacarle provecho a una camada de jugadores muy jóvenes y talentosos como Yangel Herrera, Wuilker Fariñez, Yefferson Soteldo, Sergio Córdova, Samuel Sosa, Ronaldo Chacón, Adalberto Peñaranda, Nahuel Ferraresi, Christian Makoun o Jan Hurtado, esos que compondrán su base de trabajo para las eliminatorias que arrancaran en marzo de 2020.
Las claves del éxito
El secreto del éxito de un equipo es tener una identidad de juego aplicada por los jugadores apropiados y Dudamel lo ha logrado. El subcampeonato mundial de la FIFA en la categoría sub20 en 2017 en Corea del Sur, la buena imagen dejada ante Colombia, Argentina, Uruguay y Paraguay en la parte final de las eliminatorias de mayores (no perdió con ninguno), la buena Copa América Centenario 2016 (eliminó a la Uruguay de Cavani) y el recientemente culminado Sudamericano sub20 de Chile hablan muy bien, ya en resultados, del trabajo de Dudamel, que dicho sea de paso crece como técnico.
Hoy, no parece haber nadie mejor que él, para dirigir los destinos de la selección venezolana en las mencionadas categorías. Un técnico de más prestigio, por lo general extranjero, necesitaría tiempo para conocer a estos ‘muchachos’ anteriormente mencionados, eso sin contar lo que implica adaptarse a las condiciones de un país en crisis, y lo que representaría para la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) un gasto fuera de sus proporciones un estratega de más prestigio y renombre. Por los momentos, la apuesta va muy bien porque a la distancia la impresión que se tiene es que Venezuela ha vuelto a recuperar ese nivel competitivo que tuvo en las eras de Richard Páez y César Farías.
El mensaje de Dudamel también va a la mente del jugador, a trabajar en que se sienta importante siempre para los procesos, aunque no juegue todo lo que quiere ya que en más de una ocasión ha dicho que sus equipos no hay suplentes y que todos tienen su importancia y función de acuerdo a características del rival, condiciones, contexto y situaciones del partido.
El estratega solicitó a la federación no menos de cinco partidos por año, incluyendo en fechas que no sean FIFA. También ha promovido la internacionalización del talento joven, y eso se ve reflejado en que cuatro de los actuales sub20: Jan Hurtado, Samuel Sosa, Jesús Vargas y Carlo Olses jueguen en Argentina, y que otros un poco mayores de edad, pero igualmente jóvenes como Yangel Herrera (Huesca de España), Yefferson Soteldo (Santos de Brasil) y Wuilker Fariñez (Liga de Colombia), estén desarrollándose en ligas de mayor nivel que la venezolana. Por todo lo mencionado, Rafael Dudamel es la piedra angular del regreso de Venezuela al fútbol competitivo.
LatinAmerican Post | Onofre Zambrano