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El Airbus A380: ¿por qué perdió la guerra contra Boeing?

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El A380 era para muchos el avión del futuro, pero no respondía a las presiones del mercado y ahora salió de producción

El Airbus A380: ¿por qué perdió la guerra contra Boeing?

El Airbus A380 generó mucho revuelo cuándo fue lanzado al mercado, era el avión de pasajeros más grande del mundo, con capacidad máxima de 868 pasajeros, distribuidos a través de sus dos pisos.

Read in english: Airbus A380: why did it lose the war against Boeing?

En su primer año todo parecía bien, las aerolíneas estaban emocionadas por contar con un avión tan innovador en sus flotas, y esperaban lucrarse de su mayor capacidad, que haría más rentable cada vuelo realizado. Hizo su debut con Singapore Airlines, quien ordenó 24 embarcaciones en 2007, y recibió su mayor empuje a través de la aerolínea Emirates, que ordenó 162, de los cuales han recibido solo 109.

En febrero de este año, sin embargo, el A380 fue descontinuado por Airbus y dejará de ser fabricado en 2021, año para el cual deberán cumplir tantas de sus ordenes restantes como sea posible. ¿Qué factores contribuyeron a la muerte de este innovador avión?

Fuerte competencia

La principal competencia de Airbus, la firma estadounidense Boeing, no se quedó de brazos cruzados, y se lanzó a competir con el A380 en el mercado de las embarcaciones para vuelos de larga duración con una maquina completamente diferente, el 787 Dreamliner.

El 787 Dreamliner terminó por destruir comercialmente al A380. Mientras que este último recibió 313 ordenes a lo largo de su vida, el 787 recibió más de 1.400. ¿Por qué?

Si bien el 787 ofrece menos de la mitad de la capacidad de pasajeros con la que cuenta el A380, ofrece ventajas en otros campos, particularmente el de la eficiencia en el uso de combustible. Debido a su fuselaje ligero y a unos motores con tecnología de punta cortesía de General Electric y Rolls Royce, el 787 terminó siendo de 20 a 25% más eficiente que los aviones que reemplazó.

Esto, sumado a unas emisiones de CO2 que son hasta 30% menores y una contaminación auditiva hasta 60% menor según Enviro.Aero, lo que convirtió al 787 Dreamliner en otra opción muy atractiva para las aerolíneas.

La eficiencia de combustible en la aviación se mide utilizando millas por galón por asiento (mpg/asiento), es decir, cuántas millas dura un galón de combustible dividido entre la cantidad de asientos disponibles. Así se tiene en tiene en cuenta que la eficiencia por sí sola no vale nada si no se transporta una cantidad considerable de pasajeros.

Mientras que el 787 ofrecía una excelente eficiencia de 102 mpg/asiento, el Airbus A380 ofrecía apenas 74 mpg/asiento según Wendover Productions.

Además, aunque el Airbus A380 ofrecía un mayor rango de vuelo, 15.200 kilómetros según el portal Aerospace Technology contra los 14.800 del 787, la eficiencia del Boeing era incomparable entre aviones de rango similar, y terminó pudiendo hacer las mismas rutas a un costo mucho menor para las aerolíneas.

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El modelo de negocios incorrecto

Los dos aviones ofrecían ventajas diferentes, eficiencia por parte de Boeing y capacidad por parte de Airbus. Pero las dinámicas del mercado de la aviación comercial terminaron por favorecer la eficiencia.

Por un lado, el alza en los precios del combustible causó que las aerolíneas demandaran eficiencia para poder proveer boletos a precios competitivos, pero por otro lado, el A380 apostaba a un modelo de negocios completamente diferente.

El A380 estaba diseñado para servir un modelo conocido como hub and spoke, que consiste en operar vuelos de larga duración únicamente entre los hubs (o aeropuertos principales), así si alguien quisiese viajar de una ciudad menor como Tennessee a un destino transatlántico como Londres, volaría primero de Tennessee a un hub (como puede ser Nueva York o Chicago) en una embarcación pequeña y luego del hub a Londrés en una embarcación más grande.

El A380 encajaba en este último rol perfectamente, pues podía atender las rutas largas con mayor capacidad de pasajeros.

Si bien esto tiene sentido, el mercado no avanzó en esta dirección. El modelo que se popularizó en vez, con la ayuda de aviones como el 787 Dreamliner y aerolíneas como United Airlines, fue uno conocido como el point to point.

A través de un avión altamente eficiente y con un excelente rango como el 787, las aerolíneas vieron posible conectar directamente los aeropuertos pequeños con los grandes. De esta manera, según el ejemplo anterior, se crearía una ruta directa entre Tennessee y Londres operada por un 787 lo que reduciría costos en otros frentes, como tarifas aeroportuarias, personal de apoyo en tierra y combustible, algunas de las más representativas fuentes de gasto en la industria.

El A380, debido a su gran envergadura, sólo podía operar desde y hacia aeropuertos grandes y adaptados, de los cuales había pocos, mientras que el 787 podía hacer uso de la infraestructura actual. Estos aeropuertos grandes cobran mayores tarifas a las aerolíneas por vuelo que despega, lo que contribuyó a aumentar el costo de operación del A380 más allá de los ahorros que proveía en términos de capacidad.

 

LatinAmerican Post | Pedro Bernal

Copy edited by Juliana Suárez

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