¿Dónde están los organismos internacionales en la crisis de Venezuela?
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A pesar de la labor humanitaria de los organismos internacionales, no ha sido mucho el avance que se ha tenido para restablecer la democracia en Venezuela
La crisis democrática de Venezuela es el motivo de discusión de mandatarios en todo el continente. De la Unión Europea hasta sus países vecinos, todos, sin importar la afinidad política, afirman una sola cosa: la crisis debe terminar. Sin embargo, ¿cuál es el papel que están teniendo los organismos internacionales al intentar restablecer la democracia en ese país?
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Los organismos internacionales han sido creados en pro de los derechos humanos, lo cual no es concebible sin democracia. Aunque en el papel, organizaciones como la ONU o la Organización de Estados Americanos (OEA) deben garantizar el cumplimiento de la democracia en los Estados para que se preserve la paz. En LatinAmerican Post creemos que mucho se ha quedado en palabras y debe haber un verdadero fortalecimiento de estas instituciones para que situaciones como la de Venezuela paren.
El pasado miércoles 20 de marzo, el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, manifestó en una rueda de prensa su preocupación por lo que está sucediendo en Venezuela. En su mensaje denunció torturas físicas y psicológicas a los disidentes del régimen, culpó a Cuba por llevar su “régimen fracasado” a Venezuela, pero, sobre todas las cosas, pidió a la comunidad internacional y a sus organismos no tolerar más estas violaciones a los derechos humanos.
Precisamente, para sacar del panorama una posibilidad de intervención militar o enfrentamientos políticos, estos organismos deberían entrar a interceder a favor de los venezolanos y todas las personas que están siendo afectadas por el régimen. Teniendo esto en cuenta, el papel humanitario que deberían cumplir no se está logrando, menos si se considera que, como denunció Almagro, los organismos tienen conocimiento de las torturas, amenazas y secuestros.
A pesar de que Nicolás Maduro está en el ojo del huracán para la comunidad internacional y de las peticiones de distintas naciones hacia los organismos como la Corte Penal Internacional (CPI), son pocos los avances que se ven, mientras miles de personas siguen migrando del país y otros millones se ven afectados día a día.
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Una de las iniciativas de los gobiernos de Sur América de este nuevo año era alejarse de Unasur para darle cabida a Prosur, una nueva estructura de la región que excluya a Venezuela. Los presidentes de Chile y Colombia fueron los impulsores principales y, en palabras del mandatario Chileno, es “un lugar de encuentro y de diálogo, abierto a todos los países de América del Sur y sin ideologías”. El Foro para el Progreso de América del Sur inició el pasado viernes 22 de marzo, y buscará crear planes que beneficien la región.
Habrá que ver si este nuevo organismo comienza una labor más contundente frente a lo que sucede en Venezuela, y si los demás comienzan a ponerle atención de cerca al problema de la crisis en este país latinoamericano. La creación de Prosur puede ser el impulso que necesita la región para detener al régimen de Maduro. Igualmente, el llamado de atención de Almagro en la OEA deberá servir para que los organismos multilaterales se fortalezcan y cumplan su función primordial: velar por el cumplimiento de los derechos humanos.
LatinAmerican Post | Equipo Editorial
