¿Qué están haciendo los países en la crisis de Venezuela?
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El compromiso de los países de América Latina con la situación venezolana ha ido desde generar oportunidades hasta el compromiso de la comunidad internacional
Read in english: What are other countries doing regarding the crisis in Venezuela?
4 millones no es una cifra fácil de manejar, aún más si se tiene en cuenta que no todos los que han salido de venezuela se encuentran viviendo bajo todos los términos legales en los países a los que hayan llegado. Debido a esto, países como Perú y Colombia, que son quienes más reciben inmigrantes venezolanos, han tenido que adaptar sus políticas a ellos para que el éxodo no afecte sus economías o el diario vivir de sus ciudadanos. Igualmente, los países de la región han tenido que unirse a buscar soluciones humanitarias, más allá de la decisiones políticas que se tomen frente a las relaciones con Venezuela.
De acuerdo con la directora de inclusión social de la OEA, Betilde Muñoz-Pogossian, en entrevista con CNN, la principal razón por la que los venezolanos migran a la región es por la facilidad geográfica de llegar, especialmente hacia Colombia, pues en la frontera existen múltiples pasos y la mayoría han llegado tras caminar durante días.
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La cifra de refugiados y migrantes de #Venezuela llega a los cuatro millones.
A nivel mundial, los venezolanos son ya uno de los grupos de población más grandes desplazados de su país. pic.twitter.com/7GQ2l5VRaK
— Acnur/Unhcr Américas (@ACNURamericas) June 7, 2019
Otra razón es la cercanía cultural. En la historia, ambos países han sido arraigados al otro y eso se refleja en la forma de vida e incluso hasta en la comida típica. Sin embargo, en otros casos, como es el de Perú, cientos de miles han llegado en búsqueda de oportunidades laborales que les permitan enviar dinero a los familiares que aún permanezcan en Venezuela. Esto, ya que actualmente la situación económica de Perú es estable, lo que ha permitido su legalización.
En cuanto a Colombia, Acnur ha servido como apoyo localizando centros en las principales ciudades a las que llegan los venezolanos, que son las fronterizas. En estos centros se han podido atender a más de 400.000 venezolanos que tienen su situación migratoria irregular aún. Igualmente, a finales del 2018, el gobierno publicó el Conpes para Atención a la Migración. El documento “busca establecer e implementar estrategias de atención en salud, educación, primera infancia, infancia y adolescencia, trabajo, alojamiento, seguridad y convivencia”, afirmó Gloria Alonso, directora del Departamento Nacional de Desarrollo.
A pesar de la existencia de este documento, la falta de legalización de su situación migratoria ha sido un impedimento para desarrollar planes efectivos. Según Proyecto Migración Venezuela de la Revista Semana, “4 de cada 10 venezolanos en Colombia son menores de edad. La ausencia de documentos válidos podría crearles barreras en el acceso a servicios básicos como salud y educación”.
Sin mencionar, además, que las calles de Colombia están llenas venezolanos pidiendo plata en los semáforos o buscando dulces o pequeños productos para vender, muchos de los cuales son niños y que, probablemente, salud y educación no son las únicas necesidades básicas a las que no están accediendo. Adicional a esto, la contínua migración se ha convertido en el principal reto para la economía colombiana actual, siendo el empleo el principal afectado. Esto sin contar que la problemática de empleabilidad ha hecho que muchos venezolanos que logran conseguir trabajo reciban menos dinero por realizar lo mismo que un colombiano igual de capacitado.
Jair Bolsonaro, a la cabeza de Brasil, ha sido uno de los más duros en cuanto al trato de la migración, por lo que hoy en día han alcanzado la cifra de menos de 170.000, mucho menor a la mayoría de países de la región, teniendo en cuenta que es la frontera más grande.
En 2018, antes de que Bolsonaro llegara a la presidencia de Brasil, el gobierno ya había iniciado un plan llamado Operación Acogida, que reunía varios ministerios y organizaciónes gubernamentales para actuar frente a la crisis humanitaria. En el marco de este plan, se crearon hogares de paso, centros de atención médica, entre otros, para atender a los venezolanos que, en su mayoría, llegan a Brasil únicamente como un paso hacia otros países.
En el éxodo masivo que se presentó en los primeros meses desde Venezuela, Brasil fue el más estricto en cuanto a permitir el paso y la permanencia. A pesar de los sitios dispuestos desde el año anterior, los venezolanos que lograron cruzar y permanecer en Brasil denunciaban haber recibido comentarios y trato xenófobo. En repetidas ocasiones, hogares de paso a donde acuden por unos días los venezolanos han sido atacados y las personas han tenido que salir de allí.
Sin duda alguna, la crisis humanitaria no ha afectado únicamente a los venezolanos, sino también los países vecinos han tenido que acomodarse para no afectar a sus ciudadanos y, a la vez, poder ayudar. Para ello, los países de la región han tenido que unirse para reunir esfuerzos, tanto de ámbito diplomático y político como humanitario. Tal es el caso del Grupo de Lima, que, bajo el apoyo especial del Canciller colombiano Carlos Holmes Trujillo, se han reunido en varias oportunidades para tratar de crear planes de contingencia para la restaurar la democracia en Venezuela y que la situación se pueda normalizar.
Sin embargo, aún si se resolviera hoy en día la situación venezolana, los planes para tratar la crisis deben ser inmediatos, pues la crisis humanitaria está sucediendo ahora mismo y cualquier solución se demoraría en normalizar la situación del país latinoamericano. Por ello, Holmes Trujillo, por ejemplo, estuvo reunido con la canciller de Noruega, con lo que se afirmó el interés de la comunidad internacional para apoyar a los gobiernos de América Latina en este tema.
LatinAmerican Post | Juliana Suarez
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