Cuba espera un ligero crecimiento a pesar de las fuertes medidas de Trump
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, dijo al cerrar la reunión el sábado que una serie de medidas de emergencia anunciadas este mes tenían como objetivo estimular la producción nacional y esperaba un ligero crecimiento este año
La gente camina en una zona comercial en el centro de La Habana, Cuba, 10 de mayo de 2019 / REUTERS / Alexandre Meneghini
Reuters | Marc Frank
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Cuba, dirigida por los comunistas, se mostró valiente el sábado en una sesión de mitad de año de la Asamblea Nacional, y el Gobierno insistió en que no permitiría que la creciente crisis financiera y la creciente presión de la administración del presidente Donald Trump frustren el desarrollo.
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El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, dijo al concluir la reunión el sábado que una serie de medidas de emergencia anunciadas este mes tenían como objetivo estimular la producción nacional y que esperaba un ligero crecimiento este año.
"Incluso en el oj.o de la tormenta de adversidad que el enemigo concibió para asfixiarnos, la economía cubana puede crecer ligeramente, gracias al hecho de que tenemos el potencial para resistir y continuar avanzando en nuestro desarrollo", dijo refiriéndose a las medidas económicas.
Díaz-Canel dijo que la economía creció 2.2% en 2018, en comparación con una estimación anterior de 1.2%, y que una base más sólida haría más difícil alcanzar la meta de este año de 1.5% de crecimiento.
No dio ninguna cifra para la primera mitad de este año, cuando algunos diplomáticos europeos creen que la economía entró en recesión.
Las medidas de emergencia incluyen aumentos salariales y de pensiones para más de 2 millones de funcionarios y jubilados, junto con esfuerzos para estimular financieramente a empresas estatales y la producción a nivel municipal para satisfacer la mayor demanda anual de más de 8 mil millones de pesos que generarán los aumentos.
El economista cubano Ricardo Torres calificó las medidas como positivas porque "indican que el gobierno pretende ir más allá de la condena de los Estados Unidos y ser más proactivo”.
Al mismo tiempo, Torres dijo que "los controles de precios que acompañarán a los aumentos con la esperanza de frenar la inflación muestran que el gobierno sigue confiando en los mecanismos administrativos y financieros y de mercado".
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Atrapado en la estagnación
Las medidas se producen en un momento en que la caída de las importaciones ha causado una escasez dispersa de alimentos, productos de higiene y otros productos en todo el país.
Díaz-Canel admitió que el país estaba sufriendo una crisis de liquidez y burocracia y tenía escasez de combustible. Hizo un llamado a los funcionarios y al público para que se unan en la emergencia nacional y cada uno haga su parte para hacer avanzar al país.
"Dejando a un lado las vanidades y el egoísmo, practicando la honestidad, el ingenio y la decencia, también contribuiremos al PIB", dijo.
Cuba ha quedado atrapado en la estagnación y su comercio ha disminuido constantemente desde 2014 a medida que el productor y su aliado de petróleo, Venezuela, sucumbió a la caída de los precios del petróleo combinada con sus propios errores y las sanciones estadounidenses, lo que ha privado a la isla de combustible y efectivo a cambio de asistencia médica y de otro tipo.
El gobierno comenzó a retrasarse en los pagos a proveedores extranjeros y socios de empresas conjuntas en 2015 y esperaba que el auge del turismo y la inversión durante una breve distensión política con los Estados Unidos bajo Barack Obama continuara y ayudara a superar las dificultades financieras.
Pero la administración de Trump rápidamente dejó en claro que desmantelaría la distensión y, desde octubre, expresando su furia por los estrechos vínculos de Cuba con Venezuela, que se encuentra en crisis y sancionada, se ha centrado en el turismo cubano, la inversión y el suministro de combustible.
La administración ha sancionado a más de 100 compañías cubanas, impuso restricciones de viaje más estrictas a sus ciudadanos y puso en vigencia una ley de 1996, suspendida por la antecesora, que permite a los cubano-estadounidenses demandar a compañías extranjeras y personas consideradas como traficantes de propiedades nacionalizadas después de la revolución de 1959.
También ha impuesto sanciones a cualquier compañía o barco involucrado en el transporte de combustible venezolano a Cuba.