Solo contratar mujeres, una acción discriminatoria
Una universidad en Holanda se comprometió a contratar solo mujeres por 18 meses, un método que ha sido altamente criticado por algunos sectores de la población
Tres empresarias hablando en una reunión / imagen de referencia / Unsplash
LatinAmerican Post | Juliana Suárez
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La Universidad Técnica de Eindhoven, en Holanda, anunció durante los primeros días de julio que implementará un método para incentivar que más mujeres ocupen altos cargos en puestos científicos. Por los próximos 18 meses, solo contratará a mujeres, esperando que las más calificadas tengan oportunidad de sobresalir en este sector.
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El proyecto se llama Plan Irene Curie Fellows, en honor a la ganadora de un Premio Nóbel de Química, e hija de los científicos Pierre y Marie Curie, quienes obtuvieron un Premio Nóbel de Física años antes que Irene.
La medida empezó el primero de julio y con ésta, la universidad pretende que para finalizar el 2020, 25% de los profesores titulares y 35% de los asistentes sean mujeres.
La revista médica The Lancet, publicó en febrero un artículo en el que deja ver la brecha existente entre hombres y mujeres en este campo de aplicación. Esta brecha tiene que ver con el apoyo financiero que se le da a las mujeres a la hora de proyectos científicos, así como el despliegue y el reconocimiento que se les otorga. Eso, sin contar el punto de partida: la poca cantidad de mujeres que logra altos cargos en proyectos científicos.
Para combatir esto, el proyecto de la universidad holandesa permitirá que las mujeres que ingresen cobijadas por el proceso tengan un presupuesto de 100.000 euros para su investigación, acompañadas, además de un tutor. Con todos estos beneficios, buscan no solo impulsar las mujeres en las áreas de profesores e investigadores, sino que el porcentaje de alumnas comience a incrementar, para lo que se tiene un plan más largo, de 5 años.
A simple vista, el plan resulta ambicioso, favorable y lucha en pro de las mujeres y el equilibrio de género. Sin embargo, éste es un método que ha sido altamente criticado por algunos sectores de la población. Este tipo de acciones son llamadas “discriminación positiva”, y en ocasiones es vista como una segregación para solo mujeres, que, así tenga una buena finalidad, sigue siendo segregación.
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Discriminación postivia, ¿sí o no?
Aunque el método puede ayudar a combatir el desequilibrio de género, la lucha por los derechos de la mujer también busca la equidad, lo cual se consigue haciendo partícipes tanto a hombres como mujeres. Es decir, limitar una convocatoria para que solo sea de mujeres implica que igual se les está segregando.
¿Acaso no pueden competir con los hombres e igual ganar los puestos? ¿Necesitan que los hombres les den un empujón para poder triunfar? Estas serían algunas de las preguntas que surgirían por parte de quienes no apoyan la discriminación positiva.
Un escrito de la Universidad del País Vasco habla sobre la relación entre la igualdad y la discriminación positiva. Aunque existen variaciones en lo que se puede concebir como igualdad (política, igualdad ante la ley, etc.), se habla sobre igualdad de trato, es decir, tratar a las personas “igual”, dependiendo de su caracterización. Por su parte, la discriminación tiene una connotación negativa pues es la ruptura de esa igualdad que se busca.
En ese sentido, la discriminación positiva es un intento por unir estos dos conceptos, utilizando la misma segregación que ya existe para incluir a quienes no tienen igualdad de trato. Sin embargo, según el artículo, sigue teniendo un carácter negativo, pues se está utilizando la discriminación para ayudar a la igualdad.
Para resumir esta posición controversial frente a la iniciativa, el investigador holandés Rik Peels publicó en su cuenta de Twitter un hilo en el que dice que es una respuesta condescendiente a un problema más grande, “como si las mujeres no pudieran conseguir un trabajo por sí mismas”.
A lo que agregó: “Las mujeres quieren una selección abierta y justa, y casi todo el mundo desea ser contratado por sus cualidades y no en nombre de una agenda ideológica. Esto es muy discriminatorio para los hombres que están buscando un trabajo. No se puede combatir las injusticias a partir de más injusticia”.
El rector de esta universidad, Frank Baaijens, es consciente de que la discriminación positiva no es aprobada por muchos, y que no es la primera opción a la incurrirían. Sin embargo, afirmó que recurrieron a ésta porque “en la última década, hemos hecho lo posible en Eindhoven por mejorar el porcentaje, aunque sin resultados satisfactorios. De modo que el nuevo tipo de contratación es necesario”.