Evo Morales, de viaje en Cuba
Por medio de un trino, el Secretario de Relaciones Exteriores de México anunció que Morales había salido en la mañana del viernes de México, donde estaba asilado, a Cuba.
LatinAmerican Post | Juliana Suárez
Escucha este artículo
Read in english: Evo Morales, traveling to Cuba
El expresidente de Bolivia, Evo Morales, estaba por cumplir un mes de permanecer como asilado político en México, tras su renuncia por lo que denominó un golpe de Estado. La permanencia de Morales en Cuba será solo temporal, según afirmó la Secretaría, ya que éste sigue asilado en el país centroamericano.
Fue catalogado como un viaje temporal por Roberto Velasco, el Secretario mexicano de Relaciones Exteriores y las razones que se dieron, aunque aún no se ha confirmado por Morales ni por ninguna autoridad cubana, son motivos médicos. Evo fue atendido durante sus 13 años en la presidencia por médicos cubanos, en ocasiones en La Paz y otras en La Habana.
Con respecto a la información que circula sobre Evo Morales, precisamos que el día de hoy el Sr. Morales viajó por la mañana rumbo a Cuba. Según nos informó, se trata de un viaje temporal. Por el momento esa es la información disponible.
— Roberto Velasco Álvarez (@r_velascoa) December 7, 2019
Según la exministra de Salud de Bolivia en declaraciones para EFE, “el Presidente Evo Morales está en Cuba para una consulta médica con el equipo médico cubano que antes en Bolivia lo atendió”. Parece ser que esta es una de esas veces que el exmandatario indígena se dirigirá a la isla para un seguimiento de sus tratamientos.
Tensiones políticas
Si bien las razones dadas resultan en un tema personal del expresidente, las condiciones en las que salió de Bolivia y la implicación de izquierda que tiene Cuba podría traer algunas consecuencias en las relaciones de los dos países con el actual gobierno boliviano, o podría bien ser una respuesta a las tensiones políticas ya existentes entre Bolivia y México.
El ambiente político en Bolivia lleva casi dos meses de tensión tras los resultados de las elecciones presidenciales del 20 de octubre, que fueron calificadas como fraudulentas por la oposición. Tras las manifestaciones a raíz de los resultados, que arrojaban a Morales nuevamente como ganador, éste terminó por renuncia y salir del país hacia México.
Como respuesta al recibimiento del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, fue contundente al rechazar la acción. Aunque Áñez no ha terminado relaciones con México, el nuevo gobierno boliviano aseguró días atrás que habría una redirección en las relaciones con algunos países, en lo que podría estar incluído este. Además, el gobierno aseguró que el hecho de que AMLO otorgara asilo político a Morales, hacía que las relaciones entraran en una fase “incómoda”.
Lea también: El radical giro en política exterior de Bolivia
A esta tensión entre México y Bolivia a costa del expresidente, se le suma el hecho de que la Organización de Estados Americanos (OEA) publicó un informe que llevaba preparando meses atrás que constaba de una auditoría a la autoridad electoral de Bolivia, el TSE. En el informe, que culminó tras la denuncia de fraude en las elecciones, se determinó que el tribunal estaba parcializado para favorecer intereses personales, lo que afectaría en los resultados de unas elecciones limpias.
Ante esta publicación de la OEA, Evo Morales había arremetido contra la “derecha golpista” por calificar de fraude las elecciones, cuando el informe de la OEA solo habló de “irregularidades”.
La derecha golpista me acusa de fraude electoral, cuando ni en el informe de la @OEA_oficial habla de fraude, sino de irregularidades. Y la ley prevé que si hay irregularidades, debe repetirse la votación en esas mesas. Nos robaron nuestra victoria en primera vuelta.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) December 6, 2019
Teniendo en cuenta este escenario, sumado a que el actual gobierno boliviano ha mostrado un acercamiento en sus relaciones con Estados Unidos y empezado a distanciarse de Venezuela, China, Rusia y México, es posible que el recibimiento de Cuba a Morales tenga consecuencias en las relaciones bilaterales de estos países.