Medio ambiente

El león que agoniza mientras Colombia intenta salvarlo

Júpiter agoniza y si no hubiera sido por su propia cuidadora que viajó más de 750 kilómetros, habría muerto solo, abandonado y en las más precarias condiciones.

León acostado.

El león ‘Júpiter’ ha atravesado los últimos años por un caso de abandono extremo. / Foto: Pixabay

LatinAmerican Post | Alberto Castaño

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Las redes sociales difundieron trágicos videos y fotografías de Júpiter, un león famoso en Colombia desde hace varios años por el amor que mostraba por su cuidadora Ana Julia Torres y los apasionados besos que hacían públicos en fotos y videos. Júpiter agoniza y si no hubiera sido por su propia cuidadora que viajó más de 750 kilómetros, para cerciorarse del estado del animal, habría muerto solo, abandonado a su suerte y en las más precarias condiciones.

Júpiter llegó a las manos de Ana Julia Torres siendo un cachorro, pues su madre, una leona rescatada de un circo ambulante en la ciudad de Cali, murió en el parto. Desde ese entonces, el león vivió bajo sus cuidados en el Refugio de Fauna Silvestre Villa Lorena durante 19 años. Pero no todo eran besos, abrazos y caricias en la historia de amor entre Ana Julia y Júpiter, fue una relación luchada a pulso para mantenerse unidos, pues desde hace años los quisieron separar.

La autoridad ambiental en la ciudad de Cali, el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, DAGMA, en el año 2017 expidió una resolución en la que se ordenaba aplicar la eutanasia a dos tortugas, un mono araña, un puma, un león y dos tigres, esta resolución la firmó Luis Alfonso Rodríguez, en aquella época director del DAGMA. Gracias a las más de 35 mil firmas que se recaudaron en una petición de Change.org y la intervención del entonces viceministro del Interior, Luis Ernesto Gómez, se logró evitar el sacrificio de estos animales entre los cuales estaba el famoso Júpiter y la historia de amor con Ana Julia siguió su curso.

Algunos animales, aquellos que se encontraban en condiciones aceptables para regresar a la vida silvestre, lo hicieron, otros, como los exóticos, tigres y leones e incluso algunos mutilados, como uno de los pumas, permanecieron en este sitio que brindaba cuidados y protección a cientos de animales víctimas de múltiples formas de violencia, desde el comercio ilegal, pasando por los circos e incluso al haber sido mascotas de narcotraficantes de la región.

Sin embargo, el DAGMA estaba decidido a quitarle los animales al Refugio Villa Lorena y en el 2017, aduciendo que los animales se encontraban en malas condiciones, les quitó dos pumas a quienes sus cuidadores conocían como Luis y Santiago.

En aquella ocasión, el director del DAGMA dijo: "Lo que vamos a hacer es un rescate, en donde el 70 % de los animales van a ser liberados en hábitats acorde con sus características, porque no están para ser confinados; el 30 % restante pasará a otros albergues como zoológicos o sitios que cumplan con todos los requerimientos".

Paradójico fue que esta autoridad ambiental decomisara los animales por estar en supuestas malas condiciones y pocos días después resultaran muertos como resultado de un aparente accidente en sus propias instalaciones. Los pumas fueron electrocutados mientras estaban encerrados en unas jaulas para perros.

A pesar de la muerte de los dos pumas en manos de la autoridad ambiental, quien los había decomisado con el argumento de brindarles unas mejores condiciones, esta entidad siguió insistiendo en sus pretensiones de trasladar los animales e impedir que este Refugio siguiera cuidando de ellos a pesar de los más de 25 años de existencia de funcionamiento y de que en repetidas ocasiones es el mismo DAGMA quien lleva algunos animales para ser alojados en sus instalaciones.

Llegó el día en el que Ana Julia y Júpiter tendrían que separarse, el DAGMA finalmente decidió trasladar al gran león africano a un zoocriadero de babillas (crocodilus fuscus) ubicado a más de 750 kilómetros de distancia de su cuidadora.

El Zoocriadero “Los Caimanes”, propiedad de Héctor Rodrigo Raigosa Villegas, ubicado en el predio “Los Ciruelos” de la Hacienda Paula Andrea, en jurisdicción del corregimiento de Villa Fátima, en el municipio de Buenavista – Córdoba, fue el lugar donde la CVS, autoridad ambiental en esa región de Colombia, dispuso que debería estar alojado Júpiter para garantizar el bienestar que decía el DAGMA estar buscando, tal como lo dijo su director, “albergues como zoológicos o sitios cumplan con todos los requerimientos”.

Este zoocriadero, era promocionado como un sitio turístico en el cual los visitantes podrían observar diferentes especies de animales, al mismo tiempo que era una empresa legalmente constituida y en funcionamiento para la cría de babillas, su posterior sacrificio, aprovechamiento de las pieles y exportación.

Pero hace aproximadamente seis meses, esta empresa quebró, cerró sus puertas al público y finalizó sus actividades de cría de la especie (crocodilus fuscus). Fuentes de la entidad ambiental en Córdoba, que pidieron mantener su identidad en reserva, afirmaron a LatinAmerican Post que “nosotros fallamos, porque Los Caimanes nos notificaron que cerraban actividades y nosotros no fuimos a revisar cómo se encontraban los animales”.

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Mientras tanto, Júpiter, descuidado a su suerte, se deterioraba durante meses sin las atenciones mínimas que sí recibía en el Refugio Villa Lorena. Ana Julia tenía un presentimiento muy íntimo que la impulsaba a visitar a su viejo amor. “Dejé todo y me vine a visitarlo, vine a ver ese reencuentro feliz y ese abrazo y encuentro este despojo, un animal que pesaba casi 300 Kg está pesando 90”, afirmó Ana Julia en entrevista con W Radio Colombia.

El DAGMA, la autoridad ambiental en Cali ha cambiado de director y al parecer la nueva administración ha tenido interés en el bienestar del melenudo felino, así quedó evidenciado cuando envió al doctor Delio Orjuela a atender las necesidades de Júpiter para salvarle la vida. Orjuela es el veterinario que ha atendido al león desde hace 19 años y hoy trabaja para el DAGMA. Gracias a la gestión de la Corporación Autónoma regional del Valle del Cauca, la CVC y el convenio suscrito con la Fuerza Aérea Colombiana, se pudo garantizar el traslado de Júpiter desde Córdoba hacia la ciudad de Cali nuevamente en donde se le han practicado estudios más profundos que buscan determinar la existencia de un posible cáncer.

“Los exámenes que se le han hecho nos muestran que el animal tiene una anemia hemolítica, su hemoglobina muy bajita, su hematocrito muy bajito, un proceso inflamatorio infeccioso, compromiso hepático y renal, el animal está en falla multisistémica, es un animal de 20 años, que no es anciano, pero tampoco es joven”, afirmó Orjuela en declaraciones exclusivas para LatinAmerican Post.

Con el traslado de Júpiter a Cali, con la ayuda de la Fuerza Aérea Colombiana y la CVC y por supuesto en manos de su veterinario de toda la vida, se garantiza al menos la atención debida para este felino que, como muchos animales, ha tenido que sufrir las inclemencias del cautiverio gracias a la vanidad humana.

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