Un mundo feliz: la obra de Aldous Huxley que advirtió los peligros de la genética
La distopía de Aldous Huxley es una de las obras más grandes del género, algo que también se demuestra en la actualidad. Veamos por qué.
Te contamos porqué el libro ‘Un mundo feliz’ se posiciona como una novela vigente aunque su estreno fue en 1932. / Foto: amazon.com
LatinAmerican Post | Ariel Cipolla
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Read in english: A happy world: the prophetic work of Aldous Huxley
Las historias distópicas suelen proyectar escenarios indeseados, aunque también nos hacen replantearnos nuestro presente. Por ejemplo, el medio El País destacó que, cuando comenzó la pandemia del coronavirus, parecíamos en una “sensación literaria de vivir en una distopía”, ya que se sentía el miedo a enfermarse, pero también cambiaba toda la estructura social que conocíamos.
Entonces, si tenemos que hablar de un presente distópico, nada mejor que hacer referencia a una de las obras más importantes del género. Se trata de Un mundo feliz, de Aldous Huxley, que, pese a salir en el año 1932, todavía tiene una cabida muy grande en nuestra actualidad. Tan es así que, el medio Hobbyconsolas destaca que recientemente se estrenó el tráiler de Brave New World, una serie que se formula como una adaptación de la novela.
Por lo tanto, estamos hablando de una historia en la que se anticipa el desarrollo de la tecnología reproductiva, donde se dan ciertos cultivos humanos y un manejo de las emociones para modificar la estructura de la sociedad. ¿Puede relacionarse esta distopía con algunas de las cosas que ocurren en la actualidad? Veamos qué ocurre.
Un mundo feliz, una novela vigente y trascendental
Para comprender el éxito de esta obra, debemos comenzar hablando de su autor. Según menciona el medio La Vanguardia, Aldous Huxley fue un “hombre de saber enciclopédico”, siendo esta obra un anticipo visionario de la sociedad de consumo de Occidente. Es decir, a diferencia de George Orwell que se enfocaba en el totalitarismo de las naciones y el uso del sufrimiento, aquí el enfoque estaba puesto en los problemas del placer.
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Así, podemos comprender cómo funciona esta historia. La web de Cadena Ser destaca que el hecho de que aparezca una sociedad donde los humanos son fabricados, a través de la manipulación de los embriones, genera un condicionamiento desde la infancia, algo que puede verse a través de los lavados de cerebros en los menores.
Es decir, consideramos que los avances de la ciencia son espectaculares y siempre positivos, algo que puede demostrarse en la mejora de la calidad y la esperanza de vida de la población. No obstante, también es posible que estos descubrimientos científicos puedan usarse en contra de los intereses populares… hasta que alguien los descubre, como es el caso de los protagonistas de este libro, conocidos como Bernard Max y Lenina Crowne.
La organización de la sociedad de esta novela está armada y determinada desde el propio nacimiento. La aparición de un estado mundial que manipula la reproducción implica ciertas garantías de que los seres humanos nacerán con un condicionamiento favorable al sistema a través de la hipnopedia, es decir, la enseñanza a través del sueño.
Si lo planteamos en términos de actualidad, la ciencia puede estar en un camino similar al que ocurría en la novela. Por ejemplo, el medio El Diario había destacado que la modificación de embriones humanos “ya está con nosotros”, siendo posible generar bebés de diseño, por lo que surge la discusión de cuáles son los límites de la ciencia.
Por esta razón el medio BBC, por ejemplo, destaca que el autor “logró imaginarse como viviríamos”, dado que los seres humanos ya se pueden cultivar, generándose castas a través de la ciencia. O sea, el hecho de poder generar niños y niñas de manera artificial o el hecho de crear medicamentos para alterar el estado de ánimo de las personas pueden ser signos de esta realidad.
Sabiendo sus capacidades proféticas, puede que sea esencial detenernos a analizar estas obras cumbre, que no solamente nos proyectan a un mundo distópico, demostrándonos los peligros de los totalitarismos y de la ciencia sin regulación, sino también de la increíble capacidad de proyección hacia el presente.