Los mejores momentos en la dirección técnica de Alejandro Sabella
El técnico de la Selección Argentina falleció, pero su legado futbolístico resultó muy importante para Latinoamérica. Veamos por qué.
Te contamos fueron los mejores momentos de Alejandro Sabella como entrenador. / Foto: Flickr-Fanny Schertzer
LatinAmerican Post | Ariel Cipolla
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El fútbol argentino y latinoamericano está de luto. Además de la muerte del astro Diego Armando Maradona, considerado como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, nuestra región tiene que lamentar otra pérdida: la de Alejandro Sabella, el exdirector técnico de la Selección Argentina que logró el subcampeonato en Brasil 2014.
A los 66 años, el también antiguo técnico e ídolo de Estudiantes de La Plata falleció por un virus intrahospitalario, que se complicó a raíz de una cardiopatía aguda que lo venía aquejando. Estos fueron los hitos más importantes de Alejandro Sabella, uno de los mejores técnicos latinoamericanos de la última década.
Sabella: un técnico que generó esperanza
Alejandro Sabella comenzó su carrera como técnico siendo asistente técnico de Daniel Passarella. Desde 1989 hasta el 2007, integró el grupo de ayudantes del ex-ídolo de River, pasando por clubes muy importantes, como River Plate, Corinthians, Monterrey o Parma, pero también en la Selección de Uruguay y la Selección Argentina.
No obstante, en el año 2009 decidió empezar su carrera en solitario en un club donde era ídolo: Estudiantes de La Plata. Su primera temporada la coronó con uno de los títulos más importantes del club, que fue la Copa Libertadores de América de ese mismo año, con un equipo muy equilibrado, pero también con jugadores emblemáticos.
Justamente, el medio Marca destaca que Sabella “llevó a Estudiantes a tocar el cielo con las manos”, con uno de los planteles y equipos más sólidos de América en el último año. Con algunos jugadores emblemáticos, como Mariano Andújar, Rodrigo Braña, Juan Sebastián Verón, Gastón Fernández o Mauro Boselli, logró la cuarta Libertadores de la historia del club.
Luego de esa conquista, debía disputar el Mundial de Clubes. Luego de vencer en las semifinales al Pohang Steelers, tuvo que enfrentar al mejor equipo de la historia del fútbol: el FC Barcelona de Guardiola, que finalmente conseguiría, en un mismo torneo, todos los trofeos posibles durante una temporada.
El partido terminó en un 2-1 a favor de los culés, que contaban con talentos tales como Henry, Xavi Hernández, Ibrahimović o Messi. Sorprendentemente, el partido comenzó a favor del conjunto argentino, con un gol de Mauro Boselli de cabeza. Después de mucho aguantar, finalmente Pedro marcaría el empate a 60 segundos del final, mientras que, a 20 minutos del alargue, Messi marcó un tanto con el pecho.
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Tiempo después, TyC Sports reveló que se filtró un vídeo de la charla estratégica que explicaba la táctica para anular al Barcelona. Al integrar una línea de 5, logró defender el ataque de los 3 letales delanteros contrarios, al mismo tiempo en el que, a través de contras bien ejecutadas, pudo poner en peligro a la portería de Víctor Valdés.
A pesar de haber perdido ese partido, logró enamorar a los pincharratas. Inclusive, perfeccionó el equipo a la siguiente temporada, consiguiendo el Torneo Apertura 2010. Sin embargo, llegaría el momento de un desafío mucho mayor: hacerse cargo de la Selección Argentina de Fútbol, que no había tenido buenos resultados en mundiales desde el año 1990.
En el año 2011 reemplazó a Sergio Batista, luego de que este perdiera en la Copa América de ese mismo año en el país. Poco a poco, logró cuajar una fantástica eliminatoria de cara al mundial, donde Argentina se clasificó como primero del grupo de una forma muy cómoda y con un equipo consolidado. Aunque también era muy criticado, por el “estilo de juego”, que no resultaba demasiado atractivo.
Se trata de una situación que también ocurrió en el pasado con otro ídolo de Estudiantes, que finalmente logró alzarse con la Copa del Mundo de 1986 y llegar a la final de 1990: el técnico Carlos Bilardo. Por eso, en un primer momento se asociaron esas críticas al “estilo de juego” con lo que ocurrió en ese momento, donde, finalmente, acabaría callando a todos los que atacaban al planteo.
Al llegar al Mundial de Brasil 2014, el equipo empezó con dudas en la fase de grupos, con un equipo poco equilibrado y al que tuvo que hacerle modificaciones tácticas sobre la marcha, aunque también encontraba a un Messi inspirado. Pese a los contratiempos, logró vencer a Bosnia y Herzegovina, Irán y Nigeria, a todos por un solo tanto de diferencia. A partir de ahí, Sabella comenzó a ilusionar al pueblo argentino.
Luego de vencer a Suiza en los octavos de final, el miedo estaba en los cuartos de final, ya que Argentina había sido eliminada en esa instancia los últimos dos mundiales. Cuando lograron vencer, los ánimos estaban por las nubes, algo que se intensificó en la semifinal contra Holanda, que permitió a Argentina llegar a la final contra Alemania, siendo un momento extremadamente emotivo.
Aunque en la final Alemania terminó venciendo a Argentina en el tiempo extra, la realidad había indicado que todo un país estaba contento de los resultados. O sea, el proceso fue excelentemente recibido por los argentinos, pese a no traer la copa, destacando la figura de seriedad de Sabella, que logró unir a un país que históricamente se dividían entre distintas corrientes ideológicas.
Lo cierto es que esta persona logró romper con ese paradigma, generando que todas las ideologías políticas valoren el trabajo de este DT. Para ese entonces, Sabella se había transformado en un ícono de Argentina y de Latinoamérica, siendo uno de los 4 técnicos del país que llegó a una final del mundo.