Especial Óscars: ‘Promising Young Woman’ y la venganza femenina

La nominación de esta película es toda una sorpresa, ya que se trata de la ópera prima de Emerald Fennell, una directora con mucho talento que recién ha iniciado una carrera detrás de cámara, ya que dentro de la industria audiovisual era conocida por su rol como actriz en la serie inglesa, The Crown. En LatinaAmerican post, analizamos esta película con un mensaje muy claro del feminismo y le contamos por qué ha cosechado tantos elogios de la prensa internacional y las razones por las que ha sido considerada por la Academia para el Óscar a Mejor Película. 

Promising Young Woman tiene una trama que aparenta mucha sencillez pero que esconde un trasfondo de un contexto sobre la violencia de género y el machismo impuesto tanto en ciertos sectores de la sociedad como en ámbitos nocturnos.

La historia se centra en la protagonista, Cassie, una treintañera, que ha abandonado la universidad de medicina para trabajar en una cafetería y por las noches dedicarse a una doble vida: asiste a discotecas y bares y simula estar ebria para exponer a los hombres que se aprovechan de las mujeres que se encuentran en ese estado de pérdida de consciencia plena. Parte de su motivación por escrachar y humillar a los hombres está relacionado con un hecho traumático y repudiable del pasado. Es un recuerdo doloroso que en la película se va descubriendo de a poco, con mucha verosimilitud y calidad cinematográfica para retratarlo. La actriz Carey Mulligan, en el papel de Cassie, hace una demostración impresionante sobre un personaje quebrantado en lo humano, con mucha frialdad para actuar, irónica y cínica, con una gran representación sobre el desapego hacia el género masculino.

¿Por qué la Academia la ha considerado para ser nominada?

La película de Emerald Fennell transita muy bien entre diferentes tonos en la narración, desde misterio a humor y drama. Es difícil catalogarla dentro de un género especifico, pero con el avance de la trama, la historia va tornándose cada vez más sombría y oscura, y le da lugar a la venganza con lo que se posiciona en el género dramático por completo y deja atrás esas primeras secuencias en clave de humor. Hay una muy buena recreación de los estereotipos masculinos, de ese sector de clase media norteamericano de hombres que antes fueron jóvenes de fraternidades alocados sin respeto por la mujer como persona, tratándolas como objetos sexuales, y que en el presente poco han madurado y recapacitado. 

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La visión de la directora está alineada con el empoderamiento femenino, pero sin banalizar nunca esta lucha femenina, y tampoco queriendo sacar partida por algún movimiento social o político en particular, si no que todas las intenciones dramáticas de la directora están al servicio de la narrativa y del potencial que esconde la trama, potencial que reside en el misterio de ese hecho doloroso del pasado que tiene angustiada y dolida a Cassie, mientras que empatizamos con ella.

Otro gran acierto es el manejo fresco del ritmo y la edición, acompañado de una agradable estética y trabajo fluido del color digital, esto le otorga a la película un nivel técnico alto para consolidar una producción cinematográfica a la altura de los Óscar. La película tiene ese logro de retratar la violencia de género y esa capacidad dañina del hombre para aprovecharse de la mujer en situaciones sensibles como una borrachera. También muestra, como un as bajo la manga, la lucidez de Cassie para convertirse espontáneamente de alguien inocente expuesta al peligro a una mujer con el control absoluto de la situación y un notable poderío para humillar con crueldad y dejar al desnudo las verdaderas intenciones y clichés extremos de la masculinidad más básica, perversa  en lo sexual y tristemente común.