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Afganistán hoy: 10 años después de la muerte de Bin Laden

Una década después de la muerte del que fuese el hombre más buscado del mundo, el panorama del país asiático se presenta ante sombras y luces.

Osama bin Laden

Un tratado de paz entre los talibanes y el Gobierno actual, será la única manera en que el país mantiene una estabilidad necesaria para su crecimiento. Foto: Wikimedia – Hamid Mir

LatinAmerican Post | Santiago Gómez Hernández

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¿Quién era Osama Bin Laden?

Osama Bin Laden era un miembro de una de las familias más poderosas y prominentes de Arabia Saudita, propietarios de una de las empresas de contrucción más grandes de la región. Estudió religión y ciencias económicas en su país. Cercano a las ideas religiosas extremistas, viajó a Afganistán en la década de los 80 ante la invasión soviética.

Se cree que en este periodo, fue financiado y apoyado por la CIA para que su grupo pudiera derrotar al ejército rojo. Posteriormente, y siguiendo sus ideales radicales y su intención de imponer la ley religiosa mediante la guerra santa, creó el grupo terrorista Al Qaeda con el fin de expulsar a Estados Unidos del Medio Oriente y poner fin al Estado de Israel.

Lea también: Fin de la guerra en Afganistán, crisis política en Haití y más noticias

Inicio de la invación en Afganistán

Luego de los ataques terroristas a las Torres Gemelas y el Pentágono, el Gobierno norteamericano identificó al grupo islamista Al Qaeda como perpetrador de los ataques y a Bin Laden, hasta ese momento desconocido para casi todos, como el principal responsable del ataque.

El presidente estadounidense de ese entonces, George Bush ordenó una invasión militar a Afganistán, territorio en el que se sabía vivía el líder de ese grupo terrorista. Obedeciendo al tratado de la OTAN, todos sus miembros respondieron al llamado de Estados Unidos y acompañaron la misión.

El 2 de mayo de 2011, el presidente Barak Obama le comunicó al mundo que el hombre más buscado del mundo, Osama Bin Laden, había sido abatido en su casa ubicada en la ciudad de Abbottabad, Pakistán (lugar al que había escapado el terrorista) por parte de fuerzas especiales estadounidenses.

Hoy, 10 años de la muerte de Bin Laden y casi 20 desde la invasión de la OTAN, el panorama es igualmente complicado. Se estima que desde el 2001 hasta el 2014 (momento más duro de la guerra) se registraron más de 150 mil muertos entre civiles y militares en Afganistán y Pakistán; 152 mil heridos y 1,2 millones de desplazados (según registra Amnistía Internacional). Además de billones de dólares invertidos por parte de los aliados, en lo que es, hasta hoy, el conflicto armado más longevo en el que ha participado los Estados Unidos.

Recientemente, Donald Trump y Joe Biden, último y actual presidente estadounidense, avanzaron en la retirada militar del país asiático. Trump planeaba esto para mayo 2021, pero Biden debió correr el cronograma y se espera que para antes del 11 de septiembre, las cerca de 2500 unidades que quedan en campo dejen el país.

Al Qaeda hoy en día

Si la principal intención de la invasión a Afganistán fue la derrota del grupo terrorista Al Qaeda, en parte, fue exitosa. Hoy, su actuar es mucho menos extenso y aunque tienen presencia en distintos países, son sus grupos aliados (como al Shabaab en Somalia) los de mayor actividad.

Tras la Muerte de Bin Laden, Aymán az Zawahirí, un cirujano egipcio, está al mando de la organización. Sin embargo, y a pesar de continuar en actividad,otros grupos yihadistas, como el Estado Islámico, han tomado mayor protagonismo y poder.

Afganistán: un futuro incierto

A pesar de la noticia del retiro de las tropas estadounidenses de su territorio, la desestabilidad política que sufre el país genera inmensas dudas del futuro de la nación cuando el respaldo militar y económico de los Estados Unidos no esté. 

En la actualidad Afganistán está lejos de ser una nación estable. La presidencia y el control de algunas zonas por parte de grupos armados y extremistas como los talibanes genera dudas. Tal como recopila la BBC, "El mejor resultado posible que se podría esperar es que este cronograma de retiro sirva como un catalizador y un mecanismo para presionar a las partes afganas a llegar a un acuerdo político para septiembre o enfrentar una sangrienta guerra civil al estilo de Siria", advierte Tamim Asey, directora ejecutiva del Instituto de Estudios de Guerra y Paz en Kabul.

Según recogió la Deutsche Welle, Raihana Azad, miembro del parlamento afgano, criticó la decisión: "Los talibanes son más fuertes que nunca. El Estado Islámico y otros grupos terroristas han asegurado sus bases en Afganistán. Las consecuencias de una retirada precipitada e irresponsable de Afganistán son peligrosas no solo para el país, sino también para la región y el mundo".

Un tratado de paz entre los talibanes y el Gobierno actual, será la única manera en que el país mantenga una estabilidad necesaria para su crecimiento. Para esto, se deberá ceder enormemente en las intenciones del grupo paramilitar, incluso, hasta el Gobierno.

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