¿Qué papel juega la maternidad en el cambio climático?
En medio de una crisis climática mundial la maternidad se está repensando y manifestando de diferentes formas y en distintos ámbitos.
La idea de la reproducción está cambiando y, asimismo, la manera en la que se piensa la maternidad .. Foto: Pexels
LatinAmerican Post | Vanesa López Romero
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No es un secreto que como especie estamos atravesando un momento sumamente difícil en lo que respecta al medio ambiente. Según el Programa de las Naciones Unidas para el medio Ambiente (PNUMA) son tres las crisis medioambientales que estamos viviendo: del clima, de la biodiversidad y de la contaminación. Asimismo, la organización afirma que es imposible pensar en un futuro para nuestra especie si estas tres no se abordan conjuntamente, a nivel global, desde todos los ámbitos sociales y de manera sostenible.
Estas tres crisis están directamente relacionadas con las emisiones de CO2 producidas colectivamente por todos los habitantes de nuestro planeta, y estas emisiones tienen su origen en dos factores claves: la sobrepoblación y el crecimiento económico e industrial. En el caso de la sobrepoblación surge una pregunta inquietante: ¿qué tan bueno es tener hijos en un mundo que necesita tener menos seres humanos? Y por supuesto esta pregunta lleva a una muchísimo más polémica: ¿debería regularse la reproducción con el fin de bajar el nivel de sobrepoblación y así frenar el cambio climático?
Estas dos preguntas pueden dejar a más de uno con la boca abierta, pero lo cierto es que la idea de la reproducción está cambiando y, asimismo, la manera en la que se piensa la maternidad. Por eso, vale la pena preguntarnos cuál es el papel de la maternidad en el cambio climático, y cuáles son las maneras en las que se puede abordar la maternidad siendo responsables con el medio ambiente.
La huelga de partos
En los últimos años hemos visto un aumento en la negación a tener hijos por parte de personas menores de 35 años. Incluso se han creado movimientos que buscan reconocer la necesidad de dejar de reproducirnos. Uno de ellos es Birth Strike, creado en 2019 por Blythe Pepino y Alicia Brown a raíz de un comentario hecho por el entonces presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Paul Ryan, en donde instaba a las estadounidenses a tener más hijos con el fin de que la fuerza laboral no envejezca y de que no se estanque la economía.
Para Pepino y Brown, el Birth Strike significa que las mujeres, que al final son quienes gestan en su cuerpo un anueva vida, puedan tener desición sobre su cuerpo sin dejar de lado las crisis por las que estamos pasando como sociedad a partir de la legalización del aborto y del control de natalidad. La renuncia a la maternidad es, entonces, una reinvindicación política, social y medio ambiental para las mujeres y para el resto de seres humanos que a futuro se podrían ver beneficiados.
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Según la página web de Birth Strike "La amenaza del colapso ecológico y de la civilización es segura a no ser que nos transformemos rápidamente en una sociedad justa y global. Nuestro futuro y el de nuestros hijos está en juego". En este orden de ideas, este movimiento no busca simplemente reducir la sobrepoblación, sino preparar un futuro sostenible y digno para las próximas generaciones.
Quienes son padres o madres ya muestran preocupación por el futuro
En noviembre del 2020 se publicó una encuesta realizada por la Yale-NUS College en donde el 96,5% de las personas encuestadas (entre 27 y 45 años) se mostraron "muy" o "extremadamente preocupados" por el bienestar de sus hijos (actuales, esperados o hipotéticos) debido a los efectos ambientales, sociales, económicos y políticos que trae consigo el cambio climático. Asimismo, 6% de los encuestados se mostraron "arrepentidos" por ser padres en medio del panorama. Acá entra la culpa que pueden llegar a tener ciertas personas por tarer al mundo a una persona que tendrá que enfrentarse a crisis tan graves que provocarán un desenvolvimiento muy lento y difícil en distintos ámbitos sociales y laborales.
Matthew Schneider-Mayerson, autor principal del estudio, asegura que ante todo este desmuestra que independientemente de la elección de tener hijos o no, algo que queda claro es que el cambio climático causa estrés y ansiedad a las personas que son conscientes del problema.
¿Cómo se puede performar la maternidad y al mismo tiempo ser responsable con el medio ambiente?
Con el paso de los años y el cambio de paradigma que supone una sociedad más progresista mental y socialmente, la maternidad ha cambiado también. Querer incidir en la lucha contra el cambio climático no significa que se deba dejar de tener hijos, de hecho los movimientos ecologistas y feministas han dejado más que claro que es la mujer quien tiene que decidir sobre su cuerpo y que en consecuencia puede decidir si ser mamá o no.
Ahora, la maternidad no se reduce a la reproducción biológica, pues la adopción es una opción a la que se puede recurrir en caso que se desee ser madre pero se quiera reducir el consumo colectivo. Estamos en un momento en el que las maneras de performar nuestra humanidad están siendo cuestionadas y cambiadas, lo que abre plazo a que se vea de mejor manera la adopción, y no como un tabú al que solo tienen acceso las personas que no puede reproducirse. Tener la posibildad de reproducirse y querer en cambio adoptar también es válido y no debería verse con malos ojos.
Asimismo, si se decide tener hijos biológicos, criar bajo una responsabilidad social con el medio ambiente es sumamente útil y benevolente. Esto no solo tiene que ver con un pensamiento, sino con las acciones que se traen a la vida social. Si se cría sosteniblemente, se vive sosteniblemente.
Por otro lado, son muchas las mujeres embarazadas y con hijos que buscan que los Estados legalicen el aborto y generen control de natalidad. Lo que significa que lo uno no va en contra de lo otro, se trata de regular la manera en la que nos reproducimos no con el fin de prohibir la tenencia de hijos, sino de preparar un futuro sostenible y digno para ellos y ellas y un presente con esperanza para nosotros y nosotras.