Luca: la nueva película de Disney y Pixar ¿una métafora a la diversidad sexual?

Pixar sin lugar a dudas es un referente mundial en el cine de animación. Son varias las décadas que llevan brindándonos títulos que maravillan y entretienen a todo público. Pixar suele ofrecer historias que contienen potentes mensajes, como Soul del 2020 que presenta una reflexión existencialista sobre el sentido de la vida, o la alabada Coco de 2017, la cual nos habla sobre la familia y la muerte. Luca, la última película de este estudio, es un viaje ameno que entretendrá a todos los públicos, al tiempo que brinda un mensaje sobre lo que significa ser diferente y la aceptación.

La película ha sido estrenada de manera exclusiva a través de la plataforma de streaming Disney plus. El director es Enrico Casarosa, quien ha trabajado como artista de storyboard para diversos proyectos de Pixar como Cars, Ratatouille y Up. En 2012 fue nominado a los premios Óscar por su corto La luna.

En cuanto a la trama, esta película nos presenta a un grupo de seres marinos que viven en aguas muy cercanas a un pequeño pueblo costero de la Riviera italiana. Para su supervivencia, estos habitantes del mar tienen una regla muy sencilla: mantenerse ocultos de los individuos de la superficie. Sin embargo, el joven Luca es un espíritu rebosante de curiosidad y anhela conocer qué hay más allá del agua.

El inesperado encuentro de Luca con Alberto, otro niño de su misma especie de carácter temerario, lo llevará a conocer las maravillas de la superficie. Ahí nuestro protagonista comprobará que al salir del agua adopta el aspecto de un niño humano. Este dúo se unirá Giulia, una peculiar niña que pasa su verano en el pequeño poblado costero y quien goza de poca aceptación por parte de los lugareños. Estos tres niños formaran un estrecho vínculo de amistad que tendrá gran impacto en sus vidas.

Aventura, amistad e inocencia infantil son los motores principales de esta historia, lo que crea un relato entrañable que en ciertos puntos rebosa de ternura.

Esta es una historia que a medida que evoluciona nos presenta una mirada sobre lo que significa sentirse diferente y cómo ello, en definitiva, no impide que podamos encontrar un lugar en el cual encajar y ser apreciados si nos atrevemos a ser fieles a nosotros mismos.

La película cumple su cometido de divertir y crear una historia amena que puede ser digerida y disfrutada por espectadores de todas las edades.

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¿Luca una metáfora LGBT?

Entre las diversas lecturas que ha propiciado esta película, una que ha tomado bastante auge es la de considerarla como una metáfora en pro del amor LGBT. Esta idea se basa en el hecho de que dentro de la película los seres marinos son vistos como monstruos y perseguidos. Por ello, estos deben esconder su verdadera esencia frente a las personas de la superficie para ser aceptados. También da pie a esta idea el tipo de amistad que se forja entre Luca y Alberto, la cual podría interpretarse como la manifestación de un primer amor infantil y el descubrimiento de los personajes de sus inclinaciones sexuales.

Al no presentarse esta idea de manera explícita dentro de la película, esta interpretación ha generado debate. Muchos consideran que esta visión excede a la propuesta real de la obra, que sería la amistad. Sin embargo, el mensaje de Luca entra en consonancia con el de varios colectivos y minorías que luchan por la inclusión y la igualdad, tales como el colectivo LGBT y todos aquellos grupos que combaten, por ejemplo, contra el racismo, la xenofobia o cualquier otro tipo de discriminación.

En definitiva, Luca es una historia sencilla pero efectiva. Asegura entretenimiento para toda la familia y encierra un mensaje con el que muchas personas podrán sentirse identificadas.