AMÉRICAS

Nayib Bukele: de crítico de Venezuela a socio de sus aliados

Al presidente de El Salvador le han criticado la forma en que su discurso cambió en relación con países como Rusia o China, socios estratégicos de regímenes como el venezolano y el nicaragüense. ¿Será Nayib Bukele el nuevo amigo de Maduro y Ortega?

Presidente

Foto: Presidencia El Salvador

LatinAmerican Post | Christopher Ramírez

En noviembre de 2019, el Gobierno de El Salvador, encabezado por el presidente Nayib Bukele, realizó una movida que muy pocos países esperaban: declaró “una guerra diplomática” en contra del presidente de Venezuela y su gobierno, al que consideró ilegítimo.

En una decisión que sorprendió a la mayoría de naciones de la región, Bukele ordenó la expulsión de cinco diplomáticos venezolanos que residían en su país, además de reconocer a Juan Guaidó como el entonces presidente interino del Estado sudamericano.

“Más respeto sr. Nicolás Maduro, habla de un presidente electo democráticamente, a diferencia suya. Contrario a usted, 9 de cada 10 personas aprueban mi gobierno. Y en El Salvador, sin estar sobre mares de petróleo, un rollo de papel higiénico no nos cuesta el salario de un mes”, fue la respuesta de Bukele a los ataques de Maduro, tras la expulsión de los funcionarios diplomáticos de suelo salvadoreño.

Lo mismo dijo sobre el presidente de Nicaragua en enero del mismo año, poco antes de ganar los comicios presidenciales, el 3 de febrero. En una publicación de Twitter, Bukele mencionó entre una lista de tres supuestos dictadores que hay en América a Ortega y al expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández; por supuesto, también volvió a mencionar a Maduro.

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Sin embargo, la actitud de Bukele no era diferente hacia algunos de los aliados políticos y comerciales de los gobiernos latinoamericanos que tanto criticaba, tal como lo demostró en un discurso que dio en la Fundación Heritage, el 13 de marzo de 2019.

El entonces presidente electo de El Salvador atacó directamente a China, al asegurar que el país asiático “no es una democracia”, y que en caso de tener relaciones amistosas sería para tener un “respeto” mutuo y no para hablar de “dinero o inversión”.

“Desarrollan proyectos que no son factibles, dejan a los países con una deuda enorme que no se puede pagar y usan eso como apalancamiento financiero”, añadió Bukele.

Entonces, ¿por qué el pensamiento de Nayib Bukele ha cambiado de forma tan repentina en los últimos meses, al mostrar apoyo a potencias mundiales como Rusia y China, aliadas de Venezuela y Nicaragua?

Aunque el primer mandatario de los salvadoreños no ha mostrado intención alguna de querer cambiar su discurso frente a los países a los que denominó “dictatoriales” en América Latina, sí sorprende la forma en que ha empezado a hablar positivamente de las potencias europeas y asiáticas, iniciando incluso tratos con dichos Estados.

Igualmente, ha empezado a utilizar un discurso disruptivo con Estados Unidos, al que El Salvador ha considerado durante casi toda su historia como el socio más importante, no solo en la región sino en el mundo.

Los constantes problemas que se han presentado en los últimos meses con el gobierno de Joe Biden por cuenta de algunas actitudes “autoritarias” de Bukele expuestas por las autoridades estadounidenses (como la salida injustificada del fiscal general Raúl Melara con ayuda de la Asamblea Legislativa) han hecho que el político empiece a mostrar una actitud desafiante que amenaza con las relaciones diplomáticas entre ambos.

“Históricamente, hemos sido un país unipolar, solo hemos mirado hacia Estados Unidos, pero también es importante para El Salvador mirar hacia otros lugares, uno de esos lugares es Turquía”, dijo Bukele el pasado 20 de enero, cuando visitó al país euroasiático, que además es considerado como otro de los aliados estratégicos de Venezuela.

No obstante, el giro que más ha sorprendido, es el que tuvo con China, al que incluso ya considera como un amigo, aún después de las declaraciones que dio en marzo de 2018. El 30 de diciembre del año pasado, Bukele aprovechó su cuenta de Twitter para mencionar su más reciente logro: la obtención de un millonario presupuesto otorgado por el gigante asiático para poder construir un estadio de fútbol que podrá recibir al menos 50 mil espectadores.

Esta situación lo llevó, además de dar las gracias a China y ufanarse de su más reciente amistad, a criticar al Gobierno estadounidense, con un estilo similar al que tienen Nicaragua o incluso Venezuela. “¿Quién es tu amigo? ¿El que te da un estadio, una biblioteca, un centro de convenciones, un muelle y una planta potabilizadora de agua; o el que te pone en listas, te sanciona y financia a tus opositores?”, escribió Bukele en la red social.

Por su parte, la embajadora china en El Salvador, Ou Jianhong, ha reflejado las nuevas buenas relaciones entre ambos países, tildando el gobierno de Nayib como un reflejo de gallardía. “Hoy es el tercer día de la fiesta de primavera del año del tigre […] que simboliza la valentía, la fuerza y el éxito […] hoy también cumple el tercer aniversario la victoria del presidente Nayib Bukele en las elecciones presidenciales”, dijo Ou el pasado 3 de febrero.

En cuanto a Rusia, Bukele ha hecho lo posible por empezar a tener una mejor relación con ese país, aceptando algunos ofrecimientos del Kremlin, como ayudas en términos financieros, científicos y educativos, además de la llegada de varios lotes de Sputnik V, la vacuna contra la COVID-19 desarrollada 100 % en tierras rusas.

De esta forma, Nayib Bukele ha iniciado una carrera por intentar disminuir al máximo los roces diplomáticos con aliados importantes de la izquierda latinoamericana, llegando incluso a un nivel de amistad con dichos países. Sin embargo, la característica más relevante entre todos estos nuevos amigos de Bukele es, tal vez, el autoritarismo de todos estos (Turquía, Rusia y China), el mismo autoritarismo que muchos le han criticado al “presidente Millenial”.

¿Será este el inicio de un nuevo gobierno autocrático en el continente, un simple capricho por las críticas de Biden a El Salvador o un acercamiento con grandes potencias mundiales para ampliar el panorama en la escena internacional?

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