AMÉRICAS

Una solución para evitar una guerra en Ucrania

Ante la tensión entre Rusia y occidente, muchos proponen una neutralidad obligatoria como para evitar una guerra en Ucrania

Soldados corriendo

Foto: Pixabay

LatinAmerican Post | Santiago Gómez Hernández

La tensión entre Rusia y Occidente por un posible conflicto en Ucrania parece crecer cada día. Las intenciones de resolver este conflicto mediante una vía diplomática parecen ser en vano. Ni el viaje de Emmanuel Macron, presidente de Francia, a Rusia, ni las mediaciones de diferentes organismos han enfriado el panorama y muchos temen de una resolución militar.

Ni a Estados Unidos, ni a Europa, ni a Rusia, ni mucho menos a Ucrania les conviene un conflicto violento involucrando una de las potencias militares, con poderío nuclear y el ejército más grande de Europa. Sin embargo, todos deben estar preparados para lo peor y es por esto que, por ejemplo, Estados Unidos ha preferido evitar un conflicto directo y retiró sus tropas de Ucrania, mientras reforzaba militarmente al país. Esto, con la intención de que no existiera un enfrentamiento entre soldados norteamericanos y rusos y que esto derivara en un problema mucho mayor.

A pesar de que Putin insiste en que una invasión a Ucrania es improbable, la movilización de 100.000 soldados rusos a la frontera sur occidental no puede ser coincidencia. Occidente ya ha pedido a sus ciudadanos evacuar Ucrania ante un posible ataque y el mismo gobierno ucraniano ha aumentado su poder militar con apoyo de varios países.

Varias son las posibilidades que se manejan para evitar un enfrentamiento directo. La misma BBC ha barajado las 5 alternativas diplomáticas posibles, desde la reapertura de las negociaciones en Minsk para que Ucrania logre un acuerdo con los movimientos separatistas de oriente; hasta llegar a un status quo actual, en donde la tensión se mantenga, pero que no se inicie un ataque.

Ante este panorama incierto y preocupante, muchos expertos buscan posibles salidas no violentas y la respuesta podría estar un poco más al norte de Ucrania: Finlandia. Pues, resulta que luego de la segunda Guerra Mundial, Finlandia y la Unión Soviética firmaron un tratado en donde el país del norte se comprometía a combatir cualquier intento de invasión a Rusia que pasara por su territorio y, además, de mantener una neutralidad internacional.

Esto le prohibió a Finlandia unirse a la OTAN, para mantener a la Unión Soviética tranquila. A cambio, los finlandeses pudieron mantenerse independientes y evitar una invasión soviética, como ocurrió con la mayoría de naciones en Europa del este.

Lee también: ¿Cómo responderá la comunidad internacional a Putin?

Sin embargo, esta alternativa tiene varios críticos. La misma Finlandia es una de las principales voces en contra de “finlandizar” a Ucrania. Para el país del norte de Europa, es ceder su autonomía y su libertad en materia de política internacional.

Sin embargo y pese a la crítica que hay en referencia a otorgarle poder de desición a Moscú, las consecuencias de mantener una tensión alta entre varias potencias, el riesgo es inimaginado.

Para entender esta medida, hay que ver el panorama ruso. Putin y su Gobierno ven serios riesgos en su seguridad nacional al tener a un vecino como Ucrania ingresando en el pacto militar más grande y más hostil a sus intereses. De entrar a la OTAN, Ucrania sería, no solo sede de ejercicios militares enemigos, sino también una base donde se pueden ubicar misiles de largo, mediano y corto alcance que ponen en riesgo varios centros poblados, como Volgogrado, Rsotov, Krasnodar, Vorónezh y la reciente anexionada Sebastopol en la península de Crimea.

Igualmente, la OTAN podrá poner reglas y decidir qué naciones entran o no y en calidad de qué nombre entran. Evidentemente, con un ingreso de Ucrania, Rusia volverá a tentar al destino y subir sus apuestas, es ahí donde un tratado real, claro y responsable que todas las partes respeten, es, hasta ahora, la única posible alternativa a un conflicto abierto. Sabiendo que el principal damnificado de una escalada militar es la misma Ucrania, que podría también perder parte de su territorio, como ya ocurrió en Crimea.

Muchos otros no creen que se llegue a tal escalamiento y que este conflicto, de larga data, se resolverá de cualquier forma, menos mediante una intervención militar. Sin embargo, apostar en esta clase de escenarios, es jugar con fuego y ya hemos sabido que Vladimir Putin, presidente ruso, es todo menos ingenuo y ya vimos que no tendrá miedo en anexionar territorios históricamente ligados a Rusia. Así que tarde o temprano, la idea de “finlandizar” a Ucrania, tendrá que estar sobre la mesa y será la solución menos dolorosa.

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