ECONOMÍA

La mala hora de Repsol en Latinoamérica

Problemas medioambientales y una lucha contra el presidente mexicano. Repsol en Latinoamérica está afrontando un panorama difícil.

Catástrofe

Foto: Carlos Reyes/AFP

LatinAmerican Post | Santiago Gómez Hernández

Repsol es una de las empresas españolas más importantes por tamaño y por facturación. Esta empresa ubicada en Madrid en 1987 se dedica a la industria energética y petrolera, cuenta con presencia en 29 países y desde el año 2020 está ubicada en el puesto 645 de empresas más importantes del mundo. Es uno de los principales motores económicos de España, pero desde hace algún tiempo, viene presentando problemas en Latinoamérica.

Problemas ambientales en Perú

Desde el 15 de enero, cuando ocurrió un derrame de más de 10.000 barriles de petróleo en la costa de Ventanilla en Perú, Repsol atraviesa un proceso legal en el país Inca. El incidente se presentó, según narró el Ministerio de Ambiente de Perú, debido a un fuerte oleaje causado por la erupción de un volcán submarino en Tonga, al otro lado del pacífico.

La primera ministra, Mirtha Vásquez, aseguró que su Gobierno buscará sancionar a la multinacional dueña de la refinería de donde salió el petróleo que terminó en el agua de haberse cometido alguna irregularidad.

Vásquez, incluso no descartó que se lleguen a suspender las operaciones de la refinería, a petición de algunos partidos políticos. Pero las consecuencias para los españoles pueden llegar hasta a la expropiación, todo esto debido al malestar que dejó este accidente en la sociedad peruana.

La política miembro del gabinete del presidente Pedro Castillo, dijo a la radio RPP que la decisión “dependerá mucho de la evaluación que hagamos de los términos legales bajo los cuales está operando la empresa y qué tipo de sanciones o infracciones se cometieron”.

Repsol se excusa en que el principal responsable es el buque en el que se transportaba el petróleo y por ende iniciaría acciones legales en contra de la armadora italiana Fratelli d’Amico, dueña del buque Mare Doricum. Así lo comunicó la empresa española en un comunicado de prensa.

No obstante, el ministro de Ambiente, Modesto Montoya, aseguró que “aquí el responsable directo es Repsol y si ellos contrataron a un tercero para el traslado del combustible, ese es su problema. Repsol tiene que pagar las consecuencias de este desastre”.

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Las autoridades peruanas catalogan a este evento, como el peor desastre ecológico en la historia reciente del país y estiman un daño de cerca a 18.000 kilómetros cuadrados de zonas protegidas con su fauna y flora.

Por ahora, Repsol ya ha hecho un mea culpa y admite que no advirtió el tamaño del desastre. Jaime Fernández-Cuesta, presidente de la empresa en Perú, lo catalogó como un “error de percepción” sobre la magnitud del derrame. “Seguro hemos cometido errores, el tema de la cantidad reportada en un informe preliminar, el no haber sido capaces de ver que habían manchas de petróleo en el mar hasta el día siguiente”, indicó Fernández-Cuesta en el programa Punto Final de la televisión peruana.

Problemas políticos en México

Mientras la situación en el sur del continente es complicada y puede representar grandes pérdidas para la multinacional española, en México también mantiene una disputa con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Hace unos días, el mandatario mexicano cuestionó la concesión a Repsol de un contrato para extraer gas en la Cuenca de Burgos que se le había adjudicado hace varios años a precios elevadísimos y sin resultados. AMLO cuestiona varios contratos que firmó la empresa con sus antecesores. Ya en el 2020, López Obrador aseguró que “el gobierno de Calderón (presidente de México de 2006 al 2012) tenía como empresa contratista favorita a Repsol a la que si se le hace una auditoría técnica o administrativa, se encontraría que saquearon a la hacienda pública”, todo esto en detrimento de la estatal Pemex.

Es por esto que el presidente mexicano pidió una pausa en las relaciones con España, debido a lo que él considera “un aprovechamiento” de México por parte de autoridades y empresas ibéricas. “Eran como dueños de México”, explica AMLO.

Sin embargo, y pese a la mala hora que está viviendo Repsol en Latinoamérica, hoy en día, las acciones de la empresa están en su punto más alto en meses. Aunque esto también puede estar apalancado en el aumento en los precios del petróleo debido a la crisis en Ucrania.

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