“Motamami” de Rosalía: una mezcla cultural como experimento
Con su nuevo disco, Rosalía experimenta y se permite transformarse, demostrando que su carrera todavía tiene mucho por delante. Esta es nuestra reseña de "Motomami", de Rosalía.
Foto: YT-Rosalía
LatinAmerican Post | Vanesa López Romero
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Si pudiéramos utilizar una palabra para definir "Motomami", el tercer álbum de Rosalía, esta sería "transformación". Este muestra no solo la transformación de la artista, sino también de sí mismo, ya que es un álbum que cambia drásticamente en tanto avanza, pero se mantiene fiel a esa característica de retar, de siempre ser diferente. Las 16 canciones que componen el álbum, además, muestran el objetivo de Rosalía: experimentar con lo que tiene a la mano y en el mundo de la música lo que siempre se tendrá a la mano son los samples. Sus canciones son, entonces, composiciones que se sirven de mucho y que logran mezclar culturas, géneros y emociones.
Una experimentación anunciada
Pero esta ha sido una transformación que se ha ido desarrollando junto a su carrera. Ya con "Los Ángeles" su primer álbum, Rosalía demostraba ese cariño que le tiene a experimentar. Para el 2017, año en el que debutó con este álbum, Rosalía dio de qué hablar debido a que este se componía principalmente de sonidos que refieren al flamenco, y si bien esto ya llamaba la atención por el hecho que fuera tan joven (tenía 23 años) y construyera su carrera a través de un género de la vieja escuela, lo que más caló fue el hecho de que juntara el flamenco con el R&B y que al mismo tiempo, ella como artista tuviera una estética urbana. ¿Qué era entonces Rosalía? ¿Ya con su experimentación y su estilo estaba anunciando en qué se convertiría su carrera?
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Su segundo álbum no esperó mucho. "El mal querer" se lanzó el 2018 y fue tanto alabado como criticado, debido a que muchas personas consideraron que, sin ser gitana, Rosalía había utilizado en gran medida tanto la simbología como la música de esta cultura, lo que fue considerado como apropiación cultural. En una rueda de prensa, Rosalía dijo que hacer esto se debía al privilegio, pero que consideraba la apropiación cultural algo positivio. "En el mal querer" la artista volvió a servirse del flamenco, pero experimentó con el pop y con toques que cada vez se acercaban más a lo urbano. De nuevo, anunciaba que para ella, la transformación de su música y de ella misma como artista era lo que poco a poco la estaba definiendo como música.
"Motomami", la experimentación al límite
Tuvieron que pasar 3 años para que Rosalía volviera a sacar un álbum. El lanzamiento fue anunciado el 2 de noviembre de 2021 y el 11 de noviembre fue lanzado el primer single "LA FAMA", que además tenía un featuring con The Weeknd. Después de esto, mientras se esperaba el lanzamiento de Motomami a mediados de marzo, Rosalía lanzó otros tres singles: "SAOKO", "CHCKEN TERIYAKI" y "HENTAI". Así, la crítica se apresuró a diseccionar el álbum sin que este hubiera salido siquiera. Una columna publicada en El País la comparó con Miley Cyrus y se le criticó fuertemente haber pasado de referenciar a Federico García Lorca a hacer rimas simplistas y "compartir demasiado" en redes sociales.
Pero si nos detenemos un momento a revisar este tipo de comentarios, primero deberíamos preguntarnos ¿qué tiene de malo que la comparen con Miley Cyrus, una artista que a pesar de su lucha mediática se ha parado fuertemente contra sus detractores y contra la imagen que alguien más creó de ella en su infancia? Y, ¿por qué estas son críticas que se le suelen hacer exclusivamente a las artistas mujeres? Basta mencionar el caso de Billie Eilish(que por cierto, también ha colaborado con Rosalía) quien no hizo un cambio gigante en su música, pero sí en su estilo y fue criticada por mostrar su cuerpo. Con "Motamami", volvemos a recordar que todavía las artistas mujeres siguen siendo encasilladas dentro de la industria de la música.
Rosalía va en contra de la corriente, va tan en contra que ella misma se contradice. Sí, pasa de referenciar a García Lorca a repetir una y otra vez " Fuck el estiilo / Fuck el style / Fuck el stylist", porque eso es lo que quiere demostrar, que para ella los cambios no son la gran cosa, que su transformación no es algo que sucede porque sí y ya está, sino que se ha venido anunciando desde sus inicios musicales. Pero, también quiere demostrar que puede hacerlo todo, que puede ser leal a Willie Colón, Camarón de la Isla, Niña Pastori pero que también mira a lo alto a Tego Calderón, MIA, o Wisin y Yandel. De alguna forma, Rosalía mete en una licuadora lo que podría responder a la "alta y baja cultura" y se muestra a ella misma, que puede ser "Los Ángeles" y "El Mal Querer", pero también puede ser "Motomami".
Por último, hay que mencionar el carácter abiertamente sexual de este álbum, que con canciones como "Hentai" recuerdan que las mujeres no son "objetos sexuales" sino seres sexuales, que también buscan el placer y experimentar desde este ámbito. Con su lanzamiento, la canción generó, como era de esperarse, comentarios en contra de la artista por "valorarse poco", a lo que Rosalía respondió "Eso para mí pone más en evidencia que se sigue esperando que las mujeres seamos femeninas y ya. Y, en cambio, yo me niego a eso. Yo soy muchas más cosas y entre ellas femenina".
"Motomami", es entonces una carta abierta de Rosalía, una en la que nos hace saber que ella es así y ya está, porque posiblemente lo seguirá haciendo. No se trata de que sus cambios respondan a un público y una necesidad industrial, se trata de que sus cambios y su estilo musical fue claro desde su debut.