Óscars 2022: “Drive my car”, sobre el arrepentimiento
Esta noche se entregarán en el Dolby Theatre de Los Ángeles los premios Óscar. Para terminar nuestro especial de reseñas de las producciones nominadas en la categoría de Mejor Película, acá está nuestra reseña de "Drive my car".
Foto: YT-MUBI
LatinAmerican Post | Staff
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"Drive my car" es una película japonesa dirigida y coescrita por Ryūsuke Hamaguchi. Es la primera producción de este país en ser nominada a la categoría de Mejor Película en los premios Óscar. Además, la cinta también está nominada en las categorías de Mejor Director, Mejor Guión Adaptado y Mejor Película Extranjera. Es una adaptación de un cuento de Haruki Murakami, de su colección de relatos "Hombres sin mujeres".
En efecto, "Drive my car" se trata de un hombre que ha perdido una mujer. Su protagonista, Yūsuke Kafuku, es un hombre que ha perdido a su esposa y ahora se dirige a Hiroshima a dirigir una obra de teatro multilingüe. Se trata de "Tío Vania", de Anton Chejov, en la que estaba actuando años atrás cuando murió su esposa. El festival que lo ha invitado a dirigir la obra, le asigna una chofer silenciosa. Esto molesta a Kafuku dado que es un ritual creativo ensayar sus líneas y memorizar la obra completa en su carro mientras conduce. Sin embargo acepta y en compañía de la joven chofer, Misaki Watari, vive un momento de transformación y de arrepentimiento durante la dirección de la obra.
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Aceleración y freno: el ritmo de "Drive my car"
Tal vez lo más destacado de la película es su ritmo. Dura tres horas y el ritmo es pausado, lento. Tiene una introducción más larga a lo que puede estar acostumbrada la audiencia occidental. Durante los primeros cuarenta minutos vemos la vida de Kafuku con su esposa Oto: ella es guionista de televisión y él, actor de teatro. Ella inventa historias en las noches durante o después del sexo con su esposo y él se las recuerda al día siguiente para que ella pueda escribirlas. La última de estas historias es la de una chica intrusa que se mete a la casa de su amor de colegio cuando no hay nadie. Un día decide masturbarse en la cama del chico y oye que alguien entra a la casa. La historia queda inconclusa porque Oto llega al orgasmo.
Sabemos, por estas primeras secuencias, que Kafuku y Oto se aman y comparten no solo su vida sino también sus curiosidades creativas. Sabemos también que ella le es infiel y que él lo sabe. También podemos ver, por una conversación que tienen, que ella no sería la única mujer que habrá perdido Kafuku, pues han perdido también una hija. Un día, Oto le dice a Kafuku que tengan una conversación cuando él llegue a la casa de trabajar. Él, asustado, conduce lejos de casa luego del trabajo, no quiere llegar. Cuando llega, Oto ha muerto de una hemorragia cerebral.
Pareciera acá que ya hubiera contado toda la película, pero este es apenas el comienzo. Esta larga introducción y la muerte de Oto es lo que da inicio a la verdadera acción de "Drive my car". Dos años después de la muerte de Oto, Kafuku es un hombre solitario y triste. Es invitado a dirigir una obra de teatro multilingüe para un festival y conduce hacia la residencia. Le asignan a Watari, la joven chofer que conducirá su carro.
La película tiene como fondo la obra "Tío Vania", de Chejov, que es la que está dirigiendo Kafuku. El camino de aceptación y de arrepentimiento que emprenderá el protagonista, en la compañía de su chofer, que también emprenderá su propio camino de descubrimiento, sucede en paralelo con la producción de la obra y con la obra misma. Al principio de la residencia, los actores, entre los que se encuentra uno de los viejos amantes de Oto, deben solo leer, sin actuar. En estas lecturas, los actores leen solo el primer acto de la obra de Chejov. Durante todo este primer momento de la película, Kafuku va en el carro oyendo los casettes y repasando la obra mientras Watari va en silencio.
La película, luego, tiene un segundo momento, en el que los actores ya ensayan por fuera del salón de clase. Allí interpretan el segundo acto de la obra de Chejov. Para este punto, ya Kafuku está teniendo conversaciones con Watari, ya ambos se han contado un par de cosas personales. Ella asiste a los ensayos. Finalmente, no es solo cuando Kafuku oye el final de la historia inconclusa de su difunta esposa de boca de su viejo amante, que la obra puede al fin terminar. Así, vemos ya representado sobre el escenario el final de la obra de Chejov, y vemos a Watari entre el público.
Así, "Drive my car" tiene un ritmo lento pero pensado que está marcado por la obra que dirige el protagonista y que, sin darse cuenta él, marcará también el ritmo de su propio camino: el de la aceptación del fallecimiento de su esposa y del arrepentimiento de haber manejado lejos aquel día de su muerte. Esto, además de ser bello, deja ver las contradicciones del personaje principal, quien es un director de teatro que debe marcar el ritmo de su obra (en una escena es él mismo quien le sugiere a sus actores que lean más lento), pero que también debe, en esta ocasión, soltar el timón, dejar que alguien más conduzca su carro. Solo en ese escenario, en el que otra maneja su carro, él es capaz de oír y contar su historia.
¿Ganará el Óscar?
Cuando hay una película extranjera de gran renombre y éxito, la Academia suele otorgarle el galardón a Mejor Película Extranjera. Sin embargo, la ceremonia del 2019 sentó un precedente: "Parasite" fue premiada en la categoría más importante de estos premios y con esto se volvió la primera película coreana en llevarse este galardón. Este precedente puede significar que, si bien es difícil que logren nominaciones, las películas extranjeras pueden ser premiadas por la Academia cuando son innegablemente buenas.