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¿Qué es y qué significa que Rusia pueda entrar a la lista de países que apoyan el terrorismo?

Estados Unidos se está planteando colocar al país euroasiático junto a Corea del Norte, Irán, Cuba y Siria como uno de los países que busca crear terror en el mundo, teniendo en cuenta la invasión en Ucrania.

Tanques rusos Destruidos ensucian las calles de Bucha

Tanques rusos destruidos ensucian las calles de Bucha, tras la retirada rusa de Irpin y Bucha. Foto: ZUMA Press Wire Service/dpa

LatinAmerican Post | Christopher Ramírez Hernández

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La guerra que desató la invasión de Rusia en Ucrania ha traído consigo también varias consecuencias de índole diplomático entre el Kremlin (Gobierno ruso) y los gobiernos de Occidente, con Estados Unidos como protagonista. Desde antes de iniciar el conflicto bélico, el país norteamericano ya había establecido varias sanciones económicas en contra de Rusia, intentando evitar lo que finalmente se dio el pasado 24 de febrero: la entrada de las fuerzas militares rusas por el este de Ucrania.

Así, luego de dos meses de nuevos bloqueos e intentos por menguar la fuerza del Kremlin en territorio ucraniano, el pasado 19 de abril se conoció una nueva idea que tiene Estados Unidos para seguir disminuyendo el espíritu ruso, y su importancia en el mundo: incluir a Rusia en la lista de países que apoyan o patrocinan el terrorismo.

"Estamos estudiando los hechos. Estamos revisando la ley. Si es competencia de este organismo o de otro, si es eficaz y apropiado”, explicó el portavoz del Departamento de Estado del país norteamericano, Ned Price. Cabe recordar que actualmente está lista la conforman países con gobiernos considerados por Estados Unidos como de régimen totalitario, con ideas comunistas y que atentan en contra de los derechos humanos de sus ciudadanos: Corea del Norte, la Repúblicas Islámica de Irán, Cuba y Siria.

¿Qué significa esto?

De acuerdo con el Departamento de Estado de Estados Unidos, lo ocurrido con Rusia en Ucrania, especialmente en situaciones que el mismo Joe Biden ha tildado de “genocidio” en territorios como Bucha o Mariúpol, lo hacen merecedor de un puesto en una lista en la que solo se incluyen a los países que “repetidamente hayan dado apoyo a actos de terrorismo internacional”.

“Rusia, más que una invasión, más que iniciar una guerra, ha lanzado una campaña de terror, una campaña de brutalidad, una campaña de lamentables agresiones contra el pueblo de Ucrania”, resaltó Price.

Por su parte, la ONU, por medio de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo estar “horrorizada por las imágenes de civiles que yacen muertos en las calles y en fosas improvisadas en la ciudad de Bucha en Ucrania”, asegurando, paralelo a lo dicho por Estados Unidos, que Rusia está cometiendo “crímenes de guerra, graves infracciones del derecho internacional humanitario y graves violaciones del derecho internacional de los derechos humanos”, aunque nunca tildó al país de terrorista.

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¿Qué implicaciones traería a Rusia esta decisión?

El hecho de que para Estados Unidos Rusia haga parte de la lista de “Países patrocinadores del terrorismo internacional” trae consigo ciertas limitaciones especialmente económicas en contra del Kremlin, que a su vez reduciría notablemente su impacto en medio de la guerra.

Según un informe del Departamento de Estado, cuando un país hace parte de la “lista negra” estadounidense, su gobierno no es tenido en cuenta como terrorista solo por la Casa Blanca, sino por todo un grupo de estados y organizaciones internacionales cuya lucha contra el terrorismo los une.

De esta forma, Rusia se encontraría contra un bloque internacional que haría lo imposible por contrarrestar sus acciones “terroristas” en Ucrania, lo que, por supuesto, para Estados Unidos significaría dar fin a la invasión rusa en ese país.

“La vigilancia de todos los miembros de la comunidad internacional es fundamental para limitar la movilidad y la capacidad de los terroristas en todo el mundo, y tanto nosotros como los terroristas lo sabemos”, explica el Departamento de Estado.

Así, en caso de que Rusia llegue a esta indeseable lista se estaría enfrentando a “cuatro principios básicos de política internacional” que Estados Unidos define como:

Primero: cancelar todo trato internacional con Rusia y evitar a toda costa hacer concesiones a su Gobierno, al considerarlo “terrorista”.

Segundo: se buscará por todos los medios posibles “llevar a los terroristas ante la justicia por sus crímenes”. ¿Puede esto tomarse como una amenaza de aprehensión contra Vladimir Putin?

Tercero: “aislar y presionar a los estados que patrocinan el terrorismo para obligarlos a cambiar su comportamiento”, añade el informe. Esto, por supuesto, significa reforzar las sanciones ya existentes y crear nuevos bloqueos que, prácticamente, alejen a los rusos del mundo occidental, tanto en términos sociales y de inversión como en términos armamentísticos.

Cuarto: este último punto puede ser, tal vez, el más importante o “novedoso” en medio de la guerra de Ucrania, pues alienta una situación que Estados Unidos había esquivado desde el inicio del conflicto: ayudar directamente en la guerra a Ucrania.

Aunque no es claro cuáles son las estrategias y beneficios que podría recibir el pueblo ucraniano con el alistamiento de Rusia como “país terrorista”, lo cierto es que esta incidencia abre la puerta para que, como explica el documento del Departamento de Estado, se pueda “reforzar las capacidades antiterroristas de aquellos países que trabajan con Estados Unidos y requieren asistencia”.

Por supuesto, esta situación plantea otros cuestionamientos de fondo: ¿cuál sería la respuesta de Rusia en caso de ser incluido en la lista de países que apoyan el terrorismo? ¿Podría ser esta la excusa que buscaba Estados Unidos para entrar directamente en la guerra? ¿Otras organizaciones como la Unión Europea o la OTAN (comandada por Estados Unidos) seguirán los pasos del país norteamericano?

Lo único cierto es que esta decisión solo aumentaría la crisis social que se vislumbra desde hace más de dos meses en todo el mundo por cuenta de la guerra, y que, según un informe del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), ha acrecentado la amenaza de hambruna en todo el planeta.

La PMA asegura que el conflicto bélico en el oriente europeo representa un aumento por más de 71 millones de dólares mensuales en sus costos de operación. “Tenemos que recortar las raciones para los refugiados y poblaciones vulnerables en África Oriental y Oriente Medio (…) Las raciones reducidas a la mitad significan que los niños hambrientos comen el equivalente a un plato de cereal al día”, concluyó el director ejecutivo de esta entidad, David Beasley.

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