Crece la sífilis: claves para comprender sus síntomas y cómo prevenirla

La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) que en la mayoría de casos se transmite por contacto sexual gracias a una bacteria presente en los órganos genitales. El origen de esta enfermedad sigue siendo un misterio, existen diversas hipótesis que afirman que está presente desde el periodo precolombino. Así mismo esta ETS se puede transmitir en los periodos de gestación de la mujer ocasionando que los bebés sufran de sífilis congénita.

En el informe “Revisión Epidemiológica de la Sífilis en la Américas”, se afirma que cerca de 4,6 millones de personas presentan sífilis en la región. Por su parte América Latina y el Caribe tienen una de las tasas de prevalencia de la enfermedad más altas del mundo con un 1,3%.

Esto representa un problema de salud pública en toda la región y obliga a que los gobiernos dobleguen los esfuerzos para reducir la presencia de la enfermedad. En la Asamblea Mundial de la Salud en 2016, diversos países de las Américas se comprometieron a reducir en un 90% los casos de sífilis hasta 2030. Por el contrario a este acuerdo, actualmente las cifras reportadas por la OPS son de más de 30.000 casos entre sífilis y sífilis congénita.

Contraer Sífilis antes y durante el periodo de gestación representa un riesgo latente para las madres y sus hijos, es por ellos que la OPS creó una estrategia en 2019 que busca combatir infecciones y ETS en las mujeres embarazadas para reducir los riesgos y niveles de morbilidad y mortalidad. En esta estrategia se contempla la realización tanto de test prenatales como durante el embarazo para poder tratar a las madres, los bebés y las parejas sexuales con los medicamentos correctos y así evitar más infecciones y el empeoramiento de los cuadros clínicos.

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Aunque es una enfermedad peligrosa por la sintomatología que puede causar en quienes la padecen, si se detecta con tiempo se puede curar con algunos antibióticos como la penicilina, específicamente recetados por los servicios de salud.

Algunos síntomas pueden ser:

Según la CDC (Centros para la Salud y el Control de Enfermedades), en los adultos la sintomatología se puede dividir en 3 fases:

Fase 1:

En esta primera fase se evidencia una pequeña llaga, que puede durar de 3 a 6 semanas. Esta aparece en el lugar donde se contrajo la infección, es posible que aparezcan otro tipo de erosiones cutáneas que produzcan incomodidad, enrojecimientos y picazón.

Fase 2:

Aquí con la posterior desaparición de la primera llaga, se producirán erupciones en diversas partes del cuerpo, principalmente la boca, las palmas de las manos y los órganos genitales. Adicionalmente la fatiga, fiebre, dolor muscular y síntomas variados de enfermedad común pueden aparecer, la potencia de estos síntomas depende de si se trata o no la infección.

Fase 3:

Es la más avanzada y se da por no recibir un tratamiento adecuado, en este caso la sífilis puede seguir presente en el cuerpo por varios años y cuando su sintomatología se hace presente puede afectar el sistema motriz, causar ceguera, algunos problemas neuronales, complicaciones cardiopulmonares y finalmente la muerte. En el caso de la Sífilis congénita puede causar en los embarazos abortos prematuros, adelantar los partos y discapacidades en los recién nacidos.

¿Cómo se evita contraer sífilis?

Al ser una Enfermedad de Transmisión Sexual la manera más efectiva es evitar tener relaciones sexuales. Sin embargo si se es una persona sexualmente activa se pueden utilizar los métodos de prevención cotidianos como el uso de condón, la buena higiene antes, durante y después de las relaciones sexuales, el constante chequeo médico y la realización de pruebas que diagnostiquen ETS.

Aunque las cifras en la región representan una alarma para las entidades y organizaciones de la salud, diariamente se crean estrategias como la del Centro Latinoamericano de Perinatología, Salud de la Mujer y Reproductiva (CLAP), esta ayudará a impartir un curso virtual de acceso público, para que trabajadores de la salud en Latinoamérica y el Caribe puedan tener más herramientas en los procesos de identificación, prevención y tratamiento de las distintas infecciones y ETS.

Es importante resaltar que si bien la sífilis y la sífilis congénita son un problema de salud pública y los gobiernos están obligados a ayudar a reducir sus tasas de infección; está en las manos de la ciudadanía ayudar a las instituciones de salud a prevenir y diagnosticar este tipo de ETS mediante un constante seguimiento y la responsabilidad sexual.