AMÉRICASPolítica

¿Crisis energética europea es un espejo para Colombia y su intento de depender del gas de Venezuela?

Al parecer, el gobierno de Gustavo Petro en Colombia tiene claras intenciones de querer depender del gas venezolano en caso de sufrir una escasez en su propio territorio. ¿Qué tan viable es esta situación aún viendo la realidad entre Rusia y Europa central en la lucha por este recurso natural?.

Gas en estufa

Foto: Unsplash

LatinAmerican Post | Christopher Ramírez

Escucha este artículo

Read in english: Is the European Energy Crisis a Mirror for Colombia and Its Attempt to Depend on Gas from Venezuela?

El pasado 7 de agosto se posesionó un nuevo gobierno en Colombia, con el presidente Gustavo Petro a la cabeza de este. El exalcalde de Bogotá es el primero en la historia de ese país en llegar a la Presidencia bajo las banderas de la izquierda y con varias promesas de cambio, no solo en orden social sino diplomático.

Por esto, era de esperarse que una de las primeras decisiones que tomara fuese la de reanudar las relaciones con Venezuela. Un país con el que el expresidente Iván Duque había cortado toda comunicación diplomática en 2019, acusando al chavismo, dirigido por Nicolás Maduro, de ser un régimen autoritario.

Ahora bien, en medio de la renovación diplomática entre ambos países, ha surgido una nueva polémica en torno a la necesidad de los recursos venezolanos en Colombia. La controversia nació luego de que la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, en conversación con la emisora Blu Radio, habló de la forma en que el Gobierno nacional tiene pensado hacer una transición energética en el país, con Venezuela como principal proveedor de gas.

“Si habiendo superado esas reservas de gas, que nos explican es a siete u ocho años, aún necesitáramos llenar nuestra matriz energética, se podría hacer con esa conexión que pudiéramos de transporte de gas con Venezuela”, explicó Vélez.

Asimismo, informó que aunque el objetivo no es depender ciegamente del recurso natural venezolano, esta idea no puede descartarse, ya que puede ser una realidad tácita en el futuro. “Hacer esto solo trasladaría la producción -y la inversión y los empleos- de un lado de la frontera a otro. A la atmósfera no le importa si se produce acá o allá, pero Colombia si perdería su autosuficiencia", dijo.

Como era de esperar, esta propuesta no fue bien recibida en algunos sectores de Colombia, especialmente, entre los dirigentes del gremio energético. La mayoría aseguraron que depender completamente de Venezuela para la obtención del gas podría significar un aumento de hasta cuatro o cinco veces el valor para los consumidores finales.

“Importar gas incrementaría aproximadamente en cinco veces el costo de la factura del servicio para los colombianos”, indicó Luz Stella Murgas, presidente de Naturgas. Asimismo, detalló que, aunque no está en contra de tener nexos energéticos con el vecino país, estos deberían ser coherentes con la soberanía colombiana, es decir, que no contemplen la necesidad total del gas extraído de Venezuela.

“Es muy importante que los países vecinos estén interconectados energéticamente como sistema de redundancia y seguridad energética”, más no en una dependencia de abastecimiento total, concluyó Murgas.

Te puede interesar: ¿Qué están haciendo los Gobiernos de Latinoamérica para contrarrestar la inflación?

¿Previniendo los malos tiempos diplomáticos?

Las declaraciones de la líder gremial de Naturgas tienen coherencia, no solo bajo un escenario de autosuficiencia energética y respeto de la soberanía nacional, sino también en el marco de lo que sucede actualmente en Europa. Varias de las grandes potencias del Viejo Continente están sufriendo por la obtención del gas, ya que dependen netamente de Rusia.

Cabe recordar que desde el pasado 24 de febrero, cuando Rusia invadió Ucrania bajo la excusa de que existía una clara amenaza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) a su soberanía al intentar colocar bases en territorio ucraniano, Europa, de forma implícita, inició una guerra en contra del Kremlin (Gobierno ruso). Algunas de las medidas han sido los bloqueos económicos y políticos que tenían como fin doblegar el ataque militar ruso.

No obstante, como era de esperar, Rusia no se quedó quieto y lanzó su contraofensiva: bloqueos de gas a gran parte de Europa central, una zona que depende en gran medida de los rusos para solventar la necesidad que tienen de este preciado recurso natural.

Por ejemplo, Alemania importa el 55 % de su gas de Rusia, y en estos momentos solo recibe una quinta parte del total que hace tan solo algunos meses llegaba desde el gigante euroasiático. Se trata de una movida que la Unión Europea considera es un “arma política despreciable” por parte de Rusia.

"Me gustaría retomar y rechazar un comentario que he leído. Me refiero al comentario del Kremlin y de Gazprom de que Rusia es el garante de la seguridad energética en Europa. Esto es una tergiversación de todos los hechos. Porque en realidad Rusia está utilizando su gran poder, un poder demasiado grande que le hemos dado, para chantajear a Europa y a Alemania”, expresó el ministro de Economía alemán, Robert Habeck.

Por su parte, Gazprom, la empresa estatal rusa, asegura que estos cortes no tienen relación directa con los bloqueos en contra de su país, sino que se tratan de “problemas técnicos” que están intentando solucionar.

Problema o no, esta situación tiene en jaque a gran parte de Europa, con incrementos del 9 % en los precios del gas, y con Rusia amenazando con un aumento de hasta el 200 % al finalizar el 2022.

De esta forma, esta realidad puede ser un espejo para Colombia o cualquier otro país que tenga pensado depender enteramente de un aliado para abastecerse, ya sea de gas u otro recurso natural. Para varios expertos, los tiempos de paz pueden ser cortos, especialmente en una zona como América Latina, en donde la convulsa sociedad se transforma cada cierto tiempo a ideologías o tipos de gobierno contrarios a los de sus vecinos.

En tiempos de enemistad, las alianzas pueden convertirse en herramientas de “guerra” que pueden ser perjudiciales para las naciones dependientes de otra.

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Botón volver arriba