¿Qué opciones tiene Pedro Castillo para superar la crisis política?
La crisis política en Perú no le ha permitido gobernar con tranquilidad ni un minuto. ¿Qué salidas tiene Pedro Castillo?
Foto: Presidencia de la República del Perú
LatinAmerican Post | Santiago Gómez Hernández
Escucha este artículo
Read in english: What Options Does Pedro Castillo Have to Overcome the Political Crisis?
Perú es un país de “crisis perpetua”, así es como El País de España describía la situación del país. La nación andina lleva décadas ya en que sus presidentes y líderes políticos de oposición van a parar a la cárcel y ha tenido 6 presidentes en menos de 8 años. Hoy Pedro Castillo, el actual mandatario, no ha podido gobernar con tranquilidad.
Castillo enfrenta una oposición férrea en el Congreso que le ha impedido gobernar sin procesos de impeachment o que le impiden salir del país. Esto se sabía desde el momento en que ganó las elecciones en primera vuelta. En un Perú tan fragmentado, ningún candidato llegaba con el control del parlamento, igual de dividido. Es por esto que desde el primer momento en que Pedro Castillo llegó al Palacio de Gobierno se encontró con una inestabilidad constante. Hoy está enfrentando investigaciones (más no acusaciones) por corrupción en su contra y acusaciones contra familiares y funcionarios cercanos. Esto ha desencadenado en una ola de protestas en su contra.
También te puede interesar: Un nuevo comienzo en el escenario internacional para Nicolás Maduro
Sin embargo, la crisis no se manifiesta solo en contra del presidente Castillo. Las protestas de la semana pasada fue de ciudadanos afines al gobierno actual y en contra del Congreso Los peruanos tienen una gran desconfianza a las instituciones políticas; no solo en contra de Castillo. En la última encuesta de Ipsos, publicada en El Comercio, se señala que 73% de peruanos desaprueba al Congreso, mientras que el 66% de los ciudadanos está en contra del jefe de Gobierno.
¿Qué salidas tiene Pedro Castillo?
Negociación
La principal opción sería que Castillo logre ceder gran parte de su gobernabilidad y puestos. Sin embargo, que pacte con la oposición y así pueda terminar su mandato de forma tranquila parece impensado. Primero, porque sería darle oxígeno a un presidente que cada vez parece más solo y con el agua hasta el cuello. Además, tanto gobierno como partidos han venido construyendo discursos en contraposición al otro y terminar aliándose sería traicionar a sus bases.
Convocar nuevas elecciones
En países con regímenes parlamentarios, cuando un Gobierno no encuentra gobernabilidad, es normal adelantar elecciones. En modelos presidencialistas, la historia es otra. Sin embargo, tal vez hoy en Perú, la solución más sana podría ser esta. Con un presidente y un Congreso tan criticados, darle de nuevo la voz a los ciudadanos puede ser la mejor alternativa. Ahora, la pregunta es cómo convocar a ambas elecciones desde la presidencia.
No obstante, esto ya ocurrió en el pasado inmediato. Ante la grave crisis institucional que causó la salida de Martín Vizcarra, tanto ejecutivo como legislativo acordaron adelantar las elecciones un año antes (2020). Fue precisamente eso lo que trajo a Pedro Castillo presidente y un Congreso igual de fragmentado.
Confrontación total del Congreso
El presidente del Congreso acusó recientemente a Pedro Castillo de planear cerrar el Congreso. José Williams, líder del legislativo peruano, advirtió que (supuestamente) el Gobierno está planeando cerrar el Congreso de la República como forma de salir de la crisis.
Esta acusación se da luego de que el presidente del Consejo de Ministros de Perú pidió al Congreso una cuestión de confianza. Este es un mecanismo constitucional que de ser negada 2 veces, el presidente puede disolver el parlamento.
De llegar el caso en que Castillo logre disolver el Congreso, esto no resolvería la crisis política en Perú. Muy por el contrario, la podría aumentar. En un país que vivió un autogolpe de Estado a manos de Alberto Fujimori, una medida de estas por un presidente impopular, puede terminar de echar gasolina al fuego. En vez de resolver la crisis política en Perú, lo que haría es agravarla.