Los puntos de la discordia para una nueva constitución en Chile
Ahora, el Gobierno del presidente chileno, Gabriel Boric, vuelve a acordar un nuevo debate en la elaboración de la nueva constitución.
Foto: Gobierno de Chile
LatinAmerican Post | Santiago Gómez Hernández
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Chile continúa su camino para poder redactar una nueva constitución. Sus planes de dejar atrás la vigente, que fue redactada durante el periodo del dictador Augusto Pinochet, aún se mantienen. Asimismo, se mantiene el deseo de los millones de chilenos que salieron a marchar hace un par de años y que luego aprobaron la creación de una nueva Carta Magna.
Si es verdad que la intención del Gobierno y la mayoría de los chilenos es un nuevo texto, el proyecto final propuesto por la Asamblea Constitucional fue rechazado en las urnas. Es por esto, que la administración Boric anunció la semana pasada que volverá a pedir a los movimientos políticos que se reúnan y voten un nuevo texto.
El mismo Boric dijo en su alocución: "Una vez más, pese a las dificultades, hemos decidido resolver los problemas de la democracia con más democracia y no con menos".
Por esto, luego de casi 3 meses de negociaciones entre varios sectores, el Congreso retomó el proceso de redacción de un nuevo texto. Para esto, se comenzará con crear un anteproyecto. Este será elaborado por una Comisión Experta de 24 personas que estará definida en enero del 2023.
Luego de que este texto esté finalizado y aprobado por varios estamentos nuevos y ya funcionando, será sometido nuevamente a plebiscito ratificatorio. Este estará previsto para el 26 de noviembre de 2023 y será de voto obligatorio.
De esta forma, la Convención Constitucional que redactó el pasado texto será reemplazada por el Consejo Constitucional. Este tendrá nuevos integrantes y pasará de 155 a 50 miembros.
Sin embargo, será vital que los constituyentes tengan en cuenta los puntos más controversiales del pasado texto para convencer a las mayorías. Ya sea porque encuentran puntos intermedios o ceden completamente en otros temas, si no hay cambios, el posible desenlace es otra derrota democrática. Lo que ahora será importante de evaluar es saber en qué puntos están dispuestos a ceder ambos bandos y en cuáles no.
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Entre los puntos que mayor rechazo recibieron en el pasado texto están:
Cuidar el gasto fiscal. Medios especializados, como The Economist, alertaron que el pasado proyecto ponía en riesgo el gasto fiscal de Chile.
Para los grupos conservadores y religiosos, incluir el aborto como un derecho constitucional fue un motivo de rechazo y campaña en contra del texto.
Redactar un texto que no favorezca las ambigüedades. El proyecto anterior tenía varios puntos abiertos a las interpretaciones y esto también generó desconfianza dentro de varios sectores.
El texto pasado hablaba de la plurinacionalidad de Chile. Esto, respecto a las comunidades nativas del país. Sin embargo, opositores a la constitución, aseguraban que esto ponía en riesgo la consolidación de Chile como nación.
La desaparición del sistema bicameral para instaurar una sola cámara legislativa. Opositores veían en esta propuesta un posible debilitamiento en la independencia de las ramas del poder.
El pasado 4 de septiembre del 2022, el 62% de los votantes rechazaron mediante un plebiscito el texto de la nueva Constitución. Boric espera que el nuevo proceso de redacción avance cuanto antes y pueda ser aprobada finalmente