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¿Habrá más ejecuciones por las protestas en Irán?

Con la reciente noticia de la ejecución de Mohammad Mehdi Karami y Mohammad Hosseini, las protestas disminuyen, pero sobreviven y se radicalizan. Estos son los 4 manifestantes ejecutados por el régimen bajo la ley islámica.

Protestas con la bandera de Iran

Foto: G. Garitán

LatinAmerican Post | Santiago Gómez Hernández

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La noticias de ejecuciones en Irán por parte del régimen del Ayatollah en contra de los manifestantes siguen llegando. En los últimos días, las muertes de Mohammad Mehdi Karami y Mohammad Hosseini demuestran las claras intenciones del gobierno de perseguir con severidad a aquellos que han puesto a tambalear el status quo en el país.

Tanto Karami como Hosseini fueron acusados de haber participado en el asesinato del basiji Ruhollah Ajamian en el marco de las protestas. Fueron detenidos el 5 de noviembre y un mes después condenados a muerte, en un juicio que Amnistía Internacional denunció que tardó menos de una semana, lo que pudo significar una violación a sus derechos de un debido proceso.

El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, advirtió que “La militarización de los procedimientos penales para castigar a personas por ejercer sus derechos fundamentales -como quienes participan en manifestaciones o las organizan- equivale a un homicidio sancionado por el Estado". Las declaraciones se suman a las críticas que ha recibido el gobierno iraní por la forma en que ha decidido llevar a cabo los procesos legales y las ejecuciones. Lo que se critica es precisamente el velo (para no decir más) de duda que surgen de estos juicios que apuntan claramente a manifestantes que participaron activamente de la protesta social que sacudió al régimen debido a la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, mientras estaba bajo custodia de la policía de la moral.

La ley Moharebeh, la excusa legal para las ejecuciones

Legalmente, el gobierno iraní está utilizando una ley islámica para ejecutar a los cuatro manifestantes. Esta es la Moharebeh, que significa “una afrenta contra Dios”. No es la primera vez en que se usa este argumento para perseguir a opositores políticos. Ya en 2016, según DailyO, 44 personas fueron ejecutadas bajo este cargo o delito. La mayoría de estas, disidentes políticos acusados de “difundir la corrupción en la tierra”. 

Lo llamativo de la Moharebeh, es que no están claramente definidos los delitos que pueden ser relacionados, ya que Irán argumenta que es una normativa islámica interpretada por la élite teológica en Irán, que es la misma que gobierna al país islámico.

El Código Penal Islámico 279 y el artículo 281 de Irán define la Moharebeh como “sacar un arma contra la vida, propiedad o la castidad del pueblo o para causar terror (…) donde entran ladrones o contrabandistas que acudan a las armas y perturbe la seguridad pública o de las carreteras serán considerados Mohareb (Beligerante contra Dios)”. Los castigos son “muerte por ahorcamiento, crucifixión, amputación de la mano derecha o pie izquierdo o destierro”. 

Los 4 ejecutados por el gobierno iraní

En los choques con la policía, los manifestantes mataron a cuchilladas al ‘basiji‘ Ruhollah Ajamian, miembro de un grupo paramilitar. El asesinato a Ruhollah Ajamian ha sido el motivo por el cuál el Gobierno ha capturado a 16 manifestantes, y condenado a muerte a cuatro de estos. Los otros casos son los ya conocidos Mohsen Shekari (ejecutado el 8 de diciembre de 2022); Majidreza Rahnavard (ejecutado el 12 de diciembre de 2022); y Syed Mohammad Hosseini y Mohammad Mehdi Karimi (ejecutados el 7 de enero de 2023). Karami y Hosseini fueron arrestados el 5 de noviembre y juzgados y condenados a muerte el 5 de diciembre, tras un juicio de menos de una semana, según Amnistía Internacional.

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¿Qué viene para los manifestantes aún presos?

El gobierno del Ayatollah Ali Kahmeini ha utilizado sistemáticamente las ejecuciones como método de control a cualquier vicio de “rebeldía”. En 2022, ONGs a favor de los derechos humanos denuncian 504 ejecuciones bajo la figura del Moharebeh. Y Amnistía Internacional advierte que 26 manifestantes más están en riesgo de ser los próximos, de los cuales 11 ya fueron sentenciados a muerte y 15 siguen en juicio.

Las protestas siguen, pero más focalizadas

Por su parte, las manifestaciones antigubernamentales siguen, aunque mucho más focalizadas. Las recientes ejecuciones parecen haber generado cierto recelo entre los manifestantes en varias partes del país. Sin embargo, según Reuters, las zonas de gran presencia suní (minorías en un país tradicionalmente chií) mantienen las protestas. Adicionalmente, con la muerte de manifestantes y la exhibición de sus cuerpos, lo único que está generando el régimen islamista es crear una oposición clandestina y más radical.

Esto indicaría que el gobierno iraní mantendrá su postura de tolerancia cero, ya que siente tener resultados en la reducción del número de manifestaciones y la cantidad de manifestantes. Esto deja a los "rebeldes" presos a manos de un régimen que no quiere demostrar debilidad y una ciudadanía que se llena de temor y rabia mientras mantienen las protestas en Irán en la clandestinidad.

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