Mundial de Clubes: la deuda pendiente de los equipos latinoamericanos

El Mundial de Clubes de 2022 ha quedado nuevamente en manos del conjunto europeo participante, aspecto que sigue ampliando la ventaja de este continente en comparación al resto. Con el paso de los años, Latinoamérica se ha convertido en una de las grandes decepciones de esta competencia, si se tienen en cuenta sus malos resultados en las últimas ediciones del torneo.

Once años del último título

El continente americano no se ha quedado con este campeonato desde el año 2012, cumpliéndose así once años desde que un equipo de Latinoamérica ha sido considerado el mejor del mundo. En la edición de ese año, el conjunto brasileño Corinthians dejó el nombre del continente en alto, consiguiendo vencer en la final al Chelsea de Inglaterra.

Desde ese año los conjuntos latinoamericanos han estado fracasando constantemente en esta competencia intercontinental. Los resultados han comenzado a encender las alarmas en los directivos del fútbol en este continente. Conjuntos como River Plate, Palmeiras, Atlético Nacional, San Lorenzo, Atlético Mineiro y Flamengo han tenido malas presentaciones en este torneo.

La última desilusión

El último equipo que ha tenido una mala actuación en esta competencia es el Flamengo de Brasil. Es un conjunto que ha sido considerado como uno de los mejores del continente latinoamericano en los últimos años por la calidad de jugadores que tiene en su plantilla. Cuando todos daban al "Mengão" como claro favorito a llegar a la gran final, el conjunto del Brasileirao ha quedado eliminado en las semifinales de la competencia.

En su compromiso contra el Al-Hilal de Arabia Saudita, el cuadro brasileño se ha visto sorpresivamente superado por este conjunto árabe, el cual tuvo la posibilidad de aprovechar todos los errores individuales en este encuentro. Con la eliminación prematura del Flamengo, se amplía la mala racha de los equipos latinoamericanos que no logran llegar a la final de esta competencia.

Con esta seguidilla de malos resultados, varios expertos han mencionado que estos fracasos consecutivos se deben al nivel de competencia que vive el continente. Desde hace varios años se viene teniendo un desequilibrio entre los países. Además de esto, el menosprecio que se tiene por el fútbol árabe y asiático ha llegado a ser fundamental para capitalizar estos fracasos.

Europa lidera

Debido a estas prematuras eliminaciones, se considera que Latinoamericana no tiene el poder que tuvo hace algunos años, en los cuales sus equipos llegaban a disputar de la mejor manera la final de esta competencia contra las escuadras del viejo continente. Esta afirmación responde a las goleadas que han recibido estos conjuntos cuando se enfrentan al campeón de Europa. Estos compromisos son el claro ejemplo de la diferencia que hay en el nivel deportivo.

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La seguidilla de fracasos latinoamericanos en esta competencia ha llevado a que varios directivos de la CONMEBOL comiencen a plantear alternativas, con el fin de que los campeones de la Copa Libertadores tengan la posibilidad de volver a estar en lo más alto del mundo. Es por esto que se plantea que el conjunto que dispute el Mundial de Clubes en el 2023 en representación de Latinoamérica tenga mayores incentivos por sus presentaciones.

Cambios de perspectiva

Uno de los grandes cambios que se deben aplicar es que los conjuntos que vayan a esta competencia se centren en demostrar su talento, puesto que la confianza excesiva ha llegado a pesar en los momentos determinantes en las fases previas de esta competencia. Por esta razón se ha mencionado que todos los clubes latinoamericanos deben centrarse en derrotar primero a los rivales asiáticos y árabes, antes de preocuparse por el cuadro europeo.

Otro aspecto fundamental para volver a conseguir el título en esta competencia es dejar de ver a los conjuntos europeos como invencibles. Es frecuente que antes de que comience el partido se vea al equipo latinoamericano como el más débil y esto resulta un inconveniente a la hora de enfrentar la competencia. Los clubes del continente deben competir de la mejor manera y con una estrategia clara en esta clase de encuentros.

Por último, se espera que con estos fracasos consecutivos se aprenda una lección, que lleve a seguir mejorando. Con disciplina y estrategia se empezará a afrontar esta competencia con el nivel adecuado para conseguir un nuevo campeonato para el continente.